La crispación viene dada por la sensación de la élite católica de que estan perdiendo cuotas de poder y capacidad de intervención en la vida pública (algo completamente necesario por otro lado, para evitar cosas como las que pasan en los paises musulmanes con regímenes no laicos, o en algunos estados de los Estados Unidos, donde el catolicismo invade competencias civiles). De esta forma, tenemos un rechazo frontal de estos sectores a cosas como la educación para la ciudadanía porque entienden que su uso puede dificultar el adoctrinamiento de los jóvenes en materia ética y religiosa.
En cuanto a la exhibición de símbolos religiosos en los organismos públicos, estoy completamente de acuerdo en que se anulen. Es cierto que la religión forma parte de la cultura, pero es una parte de la cultura que está intimamente ligada a las convicciones personales y, por lo tanto, deben quedar reducido al ámbito íntimo de expresión y de tolerancia. Mientras que para unos, la visión de símbolos religiosos constituye una auténtica provocación y una ofensa (ver en este foro la opinión que suscita el velo usado por las musulmanas), a otros les puede resultar indiferente y a otros absolutamente necesaria y reconfortante. En cualquier caso, no es el Estado el que debe imponer símbolos que muestren exhibición de fe. También los partidos políticos forman parte indisoluble de la cultura y, sin embargo, sería intolerable que este gobierno impusiese en los centros públicos la foto de Pablo Iglesias y me parecería rarísimo que lo defendieses.
Salud y suerte.