Carmena ya ha decidido repetir en 2019, según su entorno, y pactará la lista municipal con Podemos PABLO GIL
Madrid
LUIS PAREJO
"No veo a nadie potente que pueda coger el relevo y cuatro años es poco para consolidar el proyecto", ha confesado la alcaldesa de Madrid
Manuela Carmena será la candidata de Ahora Madrid en las elecciones municipales de 2019, pero quiere esperar para hacerlo público. Así lo piensan todos en su círculo más cercano, también en Ahora Madrid, en Unidos Podemos e incluso en el resto de partidos.
«Ella ya tiene decidido que quiere repetir, evidentemente, pero todavía es muy pronto, queda mucho por hacer en esta legislatura», afirma un alto cargo del Consistorio, aunque podría ser cualquiera en el Gobierno municipal y su entorno. La frase se ha convertido en un mantra que recorre el Palacio de Cibeles en el último mes.
Las presiones desde casi todos los sectores de Podemos e IU para que repita son constantes desde hace meses, un bombardeo de elogios que ella rechazaba con su determinación de juez hasta que regresó de las vacaciones, el 1 de septiembre.
Algo hizo click en agosto en la cabeza de Manuela Carmena. Todo lo que antes era «estoy muy cansada, no me veo con fuerzas de repetir, necesito dedicarme a otras cosas a las que ahora no tengo tiempo», sentencia que repetía a las personas de su confianza en cualquier acto público, ahora es «estoy muy cansada, no me veía con fuerzas de repetir... pero es que no veo a nadie potente en el equipo que pueda coger el relevo, y cuatro años es muy poco tiempo para consolidar el proyecto». Así lo confesaba recientemente en una reunión de alto nivel.
«Ella sabe que, si no sigue, es muy difícil que se revalide el Gobierno, y esa responsabilidad le pesa mucho», explican fuentes de su entorno. «Ha llegado a la conclusión clara de que su figura es imprescindible para que esto continúe, y está interiorizando que, si está bien de salud y de ánimo, le toca volver a presentarse», sentencian estas fuentes.
Cabeza de lista de nuevo, bien, pero, ¿de qué lista? Esa es la cuestión que realmente empieza a preocupar a una y a otros. Carmena aceptó en 2015 encabezar Ahora Madrid con unas condiciones que ella luego ha considerado parcas.
Por lo tanto, se prepara para negociar su renovación al frente de la candidatura que gestiona el Ayuntamiento, y esta vez va a ser más exigente con sus condiciones. La clave es la lista electoral, que la alcaldesa quiere «renovar», el eufemismo que usa en 'petit comité' para sugerir que desea la inclusión de una serie de personas de su confianza, que serán las que luego formarían el núcleo duro del Gobierno.
La negociación
Una negociación entre Carmena y Pablo Iglesias levanta ampollas generalizadas en Ahora Madrid, donde son minoría los pablistas y mayoría los que valoran que haya espacio para las formaciones pequeñas como Ganemos, Anticapitalistas, Equo o Madrid 129. «Los procesos de confluencia deben desembocar en un proceso de primarias con listas abiertas, no en pactos de despacho», opina una fuente destacada de Ahora Madrid. «Hay que dejar espacio a las minorías, eso es lo que marca la diferencia entre una campaña potente como la de 2015 y una campaña de aparato, que será insuficiente para conseguir una mayoría», sentencian desde la coalición.
«Ella tiene claro con qué gente le gusta trabajar y se entiende, y con qué gente quiere dejar de trabajar», señalan fuentes cercanas a la alcaldesa sobre los miembros de su actual Gobierno, algunos de los cuales considera imprescindibles, mientras de otros desconfía públicamente y podría vetarlos. «No va a hacer falta ni que ponga líneas rojas, porque Podemos se sentará con Manuela no a negociar, sino a acordar una candidatura con generosidad», explican en la formación morada. O dicho más claramente: «Podemos se alineará con lo que quiera Manuela». En ese sentido, es irrelevante el resultado de las primarias recién iniciadas para el Consejo Ciudadano Municipal de Podemos en Madrid. Ella siempre estará por encima del secretario general que salga.
Del actual equipo, Carmena considera imprescindibles a Marta Higueras, primera teniente de alcalde y delegada de Equidad, Derechos Sociales y Empleo, y al coordinador general del Consistorio, Luis Cueto, quien tiene aspiraciones políticas, siempre que Carmena dé el paso adelante. Además, ella ha aprendido a apreciar y a confiar en el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, y respeta profundamente a la de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés.
La portavoz del Ayuntamiento, Rita Maestre, a quien Carmena «adora», hará (si puede) lo que quiera, que bien podría ser formar parte privilegiada de la lista de Íñigo Errejón para la Comunidad de Madrid, pues está participando activamente en el proyecto del ex número dos de Podemos.
Carmena no ha querido pertenecer a ningún partido político, así que no tiene a nadie con quien consensuar sus decisiones, y probablemente considera que no lo necesita, pero desde el principio de la legislatura «reúne de vez en cuando a un pequeño grupo de personas para consultar las cuestiones clave de la gestión del Ayuntamiento y, ahora, su futuro político», explica una persona cercana a ese estrecho círculo. Es lo que se ha denominado 'Gobierno en la sombra', un término excesivo pero que ilustra en todo caso su capacidad de influencia. En él están Higueras y Cueto, su hija, Eva Leira, el marido de ésta, Rómulo Aguillaume (director de publicidad que participó en la campaña de Ahora Madrid), y dos cargos de confianza de la Alcaldía, Felipe Llamas y Lourdes Menéndez.
En ese órgano familiar, Cueto ha sido considerado un elemento clave, incluso un alcalde en la sombra, consideración que a él le hace sonreír en público y reír en privado. Algunos piensan que es quien va a negociar la lista de Carmena con Unidos Podemos; la realidad es completamente distinta, desmienten fuentes de alto nivel en el Ayuntamiento: «Cueto no pinta nada, él no coordina, no maneja, no da instrucciones, no está en eso. Manuela tiene un liderazgo político incuestionable y potentísimo. Cuando ella quiera, y no tardará en hacerlo, llamará a Pablo [Iglesias], a Irene [Montero], o a Alberto [Garzón]. Es ella quien tiene los teléfonos de las personas relevantes». Y esas personas, desde luego, siempre se lo cogen.
Gobierno con el PSOE
Así que Carmena no tiene partido, pero le sobra 'autoritas', capacidad de influencia, y eso también lo saben en el PSOE, partido que ella aprecia y considera su socio natural. Con Purificación Causapié, portavoz socialista, ha mantenido reuniones semanales y un trato cordial que no tiene con muchos de sus concejales.
Carmena apuesta por un Gobierno de coalición con el PSOE para la próxima legislatura, y, a día de hoy, el deseo es recíproco. El problema para el PSOE es qué candidato presentar a las municipales de 2019, ahora que se ha enfriado (congelado) la opción de Cristina Narbona, favorita de la federación madrileña. Bueno, ése es el problema de todos, que aguardan con discreta ansiedad a que Carmena enseñe de una vez sus cartas: en Unidos Podemos, donde la desean como a un comodín milagroso; en el PP, que teme malgastar la jugada de Pablo Casado; y hasta en Cs, donde su portavoz, Begoña Villacís, lleva un mes preguntando a unos y a otros: «¿Qué va a hacer Carmena?». Algo a lo que todo el mundo responde: «Si yo tuviera que apostar, diría que repite seguro».
