Por cierto...:
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/elporquedelascosas/2016/12/31/por-que-cerrar-el-trafico-a-la-mitad-de.html¿Por qué cerrar el tráfico a la mitad de vehículos es inútil contra la polución?
La polución del aire produce, según la Organización Mundial para la Salud (WHO por sus siglas en inglés) siete millones de muertes prematuras en el mundo. En España la muerte por enfisema pulmonar en personas que no han fumado en su vida está en aumento constante, además de causar infinitas molestias a las personas, generándoles reacciones asmáticas que disminuyen radicalmente su calidad de vida.
Yo hacía deporte con gusto hasta hace unos ocho años. Hoy ya no puedo montar en bici, ni jugar al tenis. Sólo puedo nadar en tramos cortos, pues no puedo realizar inhalaciones profundas de aire. Tengo una parte de los pulmones cegada por acumulación de micropartículas.
La contaminación de los vehículos tiene dos partes. Los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión. Los óxidos de nitrógeno son precursores del ácido nítrico, uno de los productos químicos más agresivos que conocemos, y son precursores también del ozono, otro compuesto químico agresivo para los pulmones.
Los óxidos de nitrógeno se producen en la quema de cualquier combustible, puesto que esa quema genera altas temperaturas en la mezcla de oxígeno y nitrógeno que es el aire (sobre todo dentro de los cilindros de explosión o combustión de los vehículos de gasolina o diésel) forzando la unión de ambas moléculas. Se generan más óxidos en la quema del aceite (gasóleo, aceite de petróleo) puesto que este arde dentro de los cilindros a mayor temperatura que la gasolina.
Las partículas en suspensión salen al aire en los gases de escape de los motores del ciclo diésel de gasóleo. Este aceite producto del refino del petróleo las contiene en suspensión. El petróleo es el resultado de la transformación de microorganismos que vivían en la superficie de la Tierra y quedaron enterrados en las capas superficiales del interior del planeta. Es una combinación de hidrocarburos ligeros y aceites pesados hasta llegar al alquitrán (las arenas asfálticas de Alberta en Canadá, el pegunte negro de la barquilla del bebé Moisés). En esa combinación hay toda clase de partículas sólidas.
Hace alrededor de una década las autoridades europeas decidieron que los gases de escape de los motores diesel de gasóleo eran una porquería y forzaron a las refinerías a filtrar las partículas en suspensión en el gasóleo de diámetro mayor de 2.5 micras (milésimas de milímetro). Pero el gasóleo sigue teniendo, en abundancia, partículas menores de ese diámetro. Esas partículas siguen saliendo por los tubos de escape de los motores diesel, pero ya no se ven en los gases de salida. Sin embargo es fácil verlas: Pasen ustedes el dedo por la luna trasera de su coche tras siete días sin lavarlo. Sale el dedo negro. Eso es lo que respiramos en las ciudades y se deposita en nuestros bronquios, pues esas partículas son tan finas que no las filtra la nariz.
Ese aire lo respiramos también dentro de las casas, laven ustedes los visillos al cabo de un mes sin lavarlos. El agua sale negra. Fíjense ustedes en las paredes encima de los radiadores, están negras. Son las micropartículas que salen por los tubos de escape y se depositan en las superficies sólidas, y en nuestros pulmones.
Las medidas de limitar un día el tráfico de la mitad de los vehículos que circulan normalmente en una ciudad no sirve de nada. La única solución es eliminar esa circulación, o al menos eliminar los vehículos que utilizan gasóleo.
Las micropartículas se mantienen en el aire durante muchos días e incluso si llueve las microgotas de agua las capturan y las introducen en los pulmones.
Los seres humanos nos sentimos felices cuando descubrimos hace unos 200 años que podíamos utilizar la energía solar fósil almacenada en el carbón y en el petróleo, en vez de conseguir alrededor de 0.03 kwh por metro cuadrado de superficie cultivada podíamos utilizar unos 4 kwh. Llegamos a una riqueza paradisiaca, inimaginable ni en los cuentos más optimistas de las etapas humanas anteriores.
Pero en la naturaleza no hay comida gratis. Consecuencia de esa extracción de energía solar fósil es el cambio climático y la polución del aire, aunque ésta fué agravada por la codicia humana que no pudo dejar de utilizar un producto de desecho como es el gasóleo y vía subvenciones (¿se acuerdan ustedes de cuando el gasóleo valía menos de un cuarto de lo que valía la gasolina?) se convenció a la población para que lo utilizase.
Ante la contaminación, algunas autoridades municipales, por hacer algo, toman medidas absolutamente inútiles, como hacer calles peatonales, o prohibir la circulación en ciertas zonas de la ciudad de los coches de matrículas pares o impares en los días correspondientes. La medida es ineficaz si se mantiene durante meses, pero es absolutamente inoperante si se hace un solo día. Los óxidos de nitrógeno se mantienen dos días en el aire y las micropartículas durante semanas.
No se trata de límites propuestos por alguna organización preocupada por la corrección política. Se trata de la acumulación del daño. Si fumar causa la muerte prematura, esta muerte la causa un cigarrillo o cuarenta diarios: Lo que importa es la acumulación. De la misma manera, las micropartículas, en concentraciones ''autorizadas'' se acumulan en los pulmones de la misma manera que en concentraciones brutales. En este caso los ataques son inmediatos, en el primero, mas lentos, pero el ataque a la salud del cuerpo humano es la misma.
No se trata de medidas paliativas, sino de cambiar el sistema de envenenamiento masivo a que estamos sometidos. Se puede eliminar el uso de gasóleo de una manera paulatina en 10 años. Los coches no suelen durar más de ese tiempo, y si su precio se incrementa al doble por ataque al medio ambiente y a la salud de las personas, éstas dejarán de comprarlos. De la misma manera que durante años se subvencionó el gasóleo reduciendo artificialmente su precio, hoy se puede poner su precio al doble del de la gasolina.
Por otro lado se puede estimular el uso de coches eléctricos como los de Car2Go y Emov, como coches de usar y dejar y como leasing a los conductores. Es preciso instalar cargadores eléctricos en todas las calles de las ciudades. Se pueden utilizar minibuses eléctricos (se trata de eliminar la combustión, que es la que genera los óxidos de nitrógeno) tan cómodos y omnipresentes en todas las calles de las ciudades que hagan, por las meras leyes de mercado, que las personas dejen sus coches particulares y -prefieran- los eléctricos públicos.
¿Se puede pagar ésto? El éxito masivo de Car2Go y Emov en Madrid indica que sí, que es totalmente factible.
¿Habrá resistencia? Feroz, cómo la que ofrecieron las tabaqueras ante la prohibición de fumar en espacios cerrados. Sabiendo que habrá esa resistencia, que los lobbies de coches, de hidrocarburos harán las mayores presiones del mundo, incluso intentarán sobornar a todos a quienes puedan, se puede resistir la presión.
¿Gana alguien con la contaminación? A los fabricantes de coches les da lo mismo vender motores de gasolina que de gasóleo. No pierden por cambiar de tipo de motor. Y esos mismos fabricantes están ya lanzados a producir coches eléctricos. Estos son aún hoy algo caros, pero también lo eran los primeros coches de motor de explosión. La fabricación en masa de coches eléctricos, como la de cualquier producto, baja los precios de manera tremenda. Los bobinados de los motores se pueden hacer de aluminio en vez de de cobre, con lo cual salen mucho más baratos, y las baterías están bajando de precio cada día.
Las que atacarán con uñas y dientes serán las empresas petroleras. Pero ya ganan cantidades astronómicas de dinero, de manera que el que reduzcan algo sus ganancias no hace daño a nadie.
Como cualquier substitución tecnológica esta también generará miles de puestos de trabajo cualificado. Recordemos que los vendedores de caballos se oponían a la fabricación de coches, allá por los años 1900.
Se puede, no rebajar, sino eliminar la contaminación en las ciudades de forma asequible económicamente, generadora de empleo, en un plazo de 10 años.
Se puede hacer.
¿Tenemos lo que hay que tener para hacerlo?
¡Delenda est pollutio!