16 de Octubre de 2008
NADA ES LO QUE PARECE.
Esta es una frase que se podría aplicar a la acción política y que soportaría cualquier análisis. Desgraciadamente. El plan de rescate de entre treinta mil y cincuenta mil millones de euros que va a insuflar el Gobierno a los bancos espa?oles, no es un plan de rescate porque lo importante para el Presidente es diferenciarse de Bush (y de Brown, y de Merkel, y de Sarkozy...); lo importante para este presidente, esclavo del marketing y de la demoscopia, es cambiar el nombre a las cosas para ver si de esa manera consigue cambiar la realidad. O sea, pervertir el lenguaje para pervertir la política.
No es un plan de rescate, dice Él, porque el sistema financiero espa?ol está estupendamente y sólo se trata de resolver su problema de liquidez y que así puedan seguir prestando dinero a empresas y familias. Si la banca espa?ola no tiene liquidez ni forma de conseguirla utilizando los mecanismos del mercado --o sea, si nadie les presta el dinero circulante que necesitan para seguir actuando con normalidad--, ?puede afirmarse que no tiene problemas? Si el dinero que el Estado va a prestar a los bancos es para que estos puedan seguir prestando dinero a familias y empresas, ?puede decirse que es una acción preventiva como afirmó con reiteración el Presidente? Si el dinero que el Estado presta a los bancos es finalista, como dijo el Presidente en su comparecencia ante los medios de comunicación, ?puede Solbes, el Vicepresidente Económico, afirmar dos días después que el gobierno no puede garantizar el destino que la banca dará a ese dinero fresco que procede de los bolsillos de todos los espa?ole? ?Quien nos garantiza que la banca no invertirá esos hasta cincuenta mil millones de euros a financiar una parte de los préstamos de cien mil millones en total que les vencen antes de fin de a?o? ?Es eso o no un rescate? Como ven, nada es lo que parece.
Lo mismo podría decirse de la decisión del Gobierno de garantizar hasta cien mil euros los depósitos de los espa?oles. Lo que hubiera sido una medida que hubiera generado confianza de haberla puesto en marcha hace unos cuantos meses, cuando nadie dudaba de la solvencia de nuestro sistema financiero, se ha convertido ahora en una medida que nos hace dudar de esa fortaleza. Porque, además, ya explicó MAFO, el Gobernador del Banco de Espa?a, que no tiene como objetivo garantizar nuestros ahorros (la media de los ahorros de los espa?oles es de veinte mil euros), sino evitar que las empresas y los capitales se muevan hacia bancos extranjeros que garantizan el cien o el total de los depósitos. O sea, nada es lo que parece.
Y un último ejemplo de perversión de la política: la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado. Ahí sí que se baten todos los récords. Los Presupuestos, lejos de ser una herramienta para definir la política que necesita nuestro país en el próximo ejercicio, es el escenario para el chalaneo entre el Gobierno y los partidos de la oposición. Tengo como un honor que nuestro partido no haya sido llamado a esas consultas en las que el Vicepresidente Económico del Gobierno preguntaba el precio a los dirigentes de todas las fuerzas políticas que han pasado por capilla. Como si de un mercado persa se tratara, la subasta se abre y cada cual fija precio, que no posición política. Los nacionalistas (vascos, catalanes, gallegos, canarios) piden transferencias o inversiones localistas. ?El interés de Espa?a? Quía, hombre!..., nosotros a lo nuestro. El mercado lo abre el gobierno de la nación y los mercaderes, naturalmente, juegan el juego. Para terminar de rematarlo, este a?o surge sobre el tablero de juego las apetencias de UPN, ese partido regionalista asociado y sustitutivo del PP en Navarra. Y el Presidente navarro explica que él ha de buscar lo mejor para Navarra. Oiga, le podrían decir, que son los Presupuestos Generales del Estado, que toca hablar de Espa?a... No; le dicen que como no haga lo que hace el PP, rompen el pacto. Y el debate se convierte en un debate sobre el reglamento en vez de sobre la política. Por si hubiera alguna duda lo termina de explicar, tal cual es, el diputado Nacional elegido en las listas de UPN, Carlos Salvador: ha dicho que acatará la decisión del Consejo Político de su partido (o sea, que no votará en contra del Presupuesto presentado por el Gobierno de Zapatero) invitando a los medios de comunicaciópn y al PP a que tengan conciencia de "la realidad de Navarra". "En Navarra no se da una sensación de conflicto entre UPN y el PSOE" por lo que son necesarias "soluciones especiales y un tratamiento especial". Una idea que debe de calar "sobre todo en los medios" porque la actual situación "debilita al propio Mariano Rajoy", ha dicho. O sea, da lo mismo que el Presupuesto sea bueno o malo. La "cosa" es que el partido socialista y el PSN se necesitan en Navarra. ?Para qué? Para mantenerse, unos y otros, en el poder.
Como ven, nada es lo que parece. O sí, según se mire.
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