Una mujer herida.
Valérie Trierweiler se venga de François Hollande contando sus cuernos en un libroLa 'primera novia' de Francia publica un libro en el que hace un desnudo integral de su historia de amor con el presidente galo y el triángulo amoroso con la actriz Julie Gayet.
“El primer mensaje me llega el miércoles por la mañana. Una amiga me avisa: Closer saldrá el viernes con François Hollande y Julie Gayet en portada. Le respondo casi sin inmutarme. Hace meses que el rumor me envenena la vida”, relata la ex pareja del presidente de la V República francesa, Valérie Trierweiler, en su libro ‘Gracias por este momento’, que ha salido a la venta esta semana en España.
Se trata de una autobiografía en la que la periodista de Paris Match relata el triángulo amoroso entre ella, el presidente de galo y la actriz Julie Gayet. Es un desnudo íntegro que hace la que fuera durante 20 meses la ‘primera novia’ de Francia en el que se muestra acomplejada por no haberse casado con Hollande y no haberle dado hijos. “Loca de rabia”, lo cuenta todo, excepto el sexo. Páginas llenas de venganza hacia el hombre por el abandonó todo: su marido, sus tres hijos y su carrera profesional. Y le salió mal, aunque recibió su propia medicina, porque él también abandonó a su mujer, Ségolène Royal, la madre de sus cuatro hijos, por Valérie.
En el libro Valérie se muestra acomplejada por no haberse casado con Hollande y no haberle dado hijos
Publicación de las fotografías en Closer
Meses antes de la publicación de la revista Closer en la que Hollande aparecía en una moto junto a uno de sus guardaespaldas con una bolsa de croissants camino de casa de la actriz Julie Gayet, los rumores circulaban por los pasillos del Elíseo. Sin embargo, Trierweiler no les dio ninguna credibilidad ya que el presidente le aseguraba que eran falsos. “¿Tienes algo de lo que arrepentirte?”, preguntó Trierweiler a su pareja tras la recepción del primer mensaje. “Nada”, respondió él de manera tajante y ella confiesa sentirse “tranquila”.
Pero él mentía y días después la verdad en la versión de Hollande se fue imponiendo poco a poco. Primero reconoció que llevaba acostándose con la actriz un mes, luego tres, seis, nueve hasta llegar a un año y ella abre los ojos: desde que llegaron al palacio presidencial su relación había cambiado. Ya no quedaba ni rastro del socialista que besó como un “quinceañero” a Trierweiler en un cruce de Tulle, de aquel que siempre cogía la mano de la periodista y bailaba con ella. Ahora, todas esas muestras de amor tenían otra dueña.
Puede que en un primer momento no creyera los rumores, debido a que su predecesora, Carla Bruni, le había alertado previamente de la cantidad de mentiras que habían circulado sobre ella desde que contrajera matrimonio con Nicolás Sarkozy. Pero en el caso de la periodista “los rumores se convirtieron en hechos” y ella se enteró de la infidelidad “como el resto del mundo, por la prensa”, aunque dos ex compañeros de profesión le habían alertado previamente.
Clínica de reposo
“Paso revista a las consecuencias políticas. Me preocupa más el desastre político que nuestro fracaso conyugal. Sin lugar a dudas, aún conservo la esperanza de salvar nuestra relación”, asegura tras la confesión de Hollande. Esa misma noche, él se reúne de urgencia con sus consejeros para ver cómo tratan el asunto de cara a la opinión pública y ella rompe a llorar por primera vez. “Corro al cuarto de baño. Saco la bolsita de plástico que tengo escondida en un cajón. Contiene somníferos de varios tipos. François intenta arrancarme la bolsita, la atrapa y se rasga. Corro a la habitación, las pastillas se esparcen por la cama. Logro recoger algunas. Engullo las que puedo. Quiero dormir, no quiero vivir las horas que se acercan. Pierdo el conocimiento”, confiesa Valérie.
“Paso revista a las consecuencias políticas. Me preocupa más el desastre político que nuestro fracaso conyugal. Sin lugar a dudas, aún conservo la esperanza de salvar nuestra relación”
Al mediodía siguiente deciden trasladarla al hospital, donde permanecerá unos días y recibirá la primera visita de Hollande. “Soy incapaz de tenerme en pie. Los dos escoltas se ponen a mi lado, me agarran por las axilas y me sostienen como pueden”, relata. A su salida del centro, es trasladada a La Lanterne, una residencia del presidente francés ubicada cerca de Versalles, y a donde el Jefe de Estado galo la volverá a ver y le pedirá a que pasen su última noche juntos, una propuesta que ella rechaza. Durante todo el libro ella asegura que el actual presidente francés le pide por mensajes, prácticamente a diario, volver, pero ella no publica ninguna imagen –como pantallazos de teléfono- que demuestren la veracidad de esas súplicas. En esta residencia, también pasará “las horas anestesiada por los tratamientos” y permanece allí hasta marzo.
La ironía del ciclo de la infidelidad
Ella también fue la otra y sabe lo que es negar la verdad ante una mujer que estaba siendo engañada. Le pasó con Ségolène Royal. “Julie Gayet se hace la misteriosa. Decido llamarla. Me asegura que es una situación penosa también para ella. Le sugiero que desmienta el rumor, ella acepta”, explica y sigue confesando sus sentimientos.
“Yo tampoco respondía a las llamadas de Ségolène. Su instinto al vernos le indicaba un peligro que yo entonces ni sospechaba. La ironía del ciclo de la infidelidad”, asegura. Fue la política la que le abordó en la Asamblea Nacional y le pidió quedar para tratar el asunto. En aquel encuentro, Valérie le reconoce estar al corriente de los rumores que le relacionaban con el político, pero en aquel momento no tenía “nada que ocultarle”, ya que fue un año más tarde cuando comenzaron su romance y abandonaron a sus respectivas parejas.
Se convierte en millonaria
Valérie se ha sumado con la publicación de este libro a la lista de mujeres que deciden escribir sus memorias tras los líos de faldas con los políticos. Sin embargo, a pesar de que su versión es más light que otras, como la de Mónica Lewinsky y Bill Clinton, se ha embolsado más que ninguna de ellas. Sólo en Francia ha conseguido ganar dos millones de euros y se ha convertido en un éxito, por lo que ahora se plantea la posibilidad de escribir una segunda versión sin censura, “contar lo que me callé en mi primer libro”, en la que hable más de sus encuentros sexuales con el presidente de Francia. Además, la ex del presidente galo trabaja también en un proyecto más político y no por ello menos temible para Hollande. El éxito editorial está asegurado.