MAURITANIA OBLIGA A LLENAR DE SIN PAPELES UN AVION DE POLICIAS QUE VOLVIAN A ESPA?A.
PD/Agencias).- La gestión de las repatriaciones de los inmigrantes que viajaban a bordo del Marine I es un caos absoluto. Mauritania está chantajeando al Gobierno espa?ol para que traslade inmigrantes a las islas Canarias. Las autoridades del país africano se negaron a permitir el despegue de un vuelo con policías que viajaban al archipiélago para ser relevados, si no transportaban a 35 sin papeles del barco averiado.
Los agentes las Unidades de Intervención Policial (UIP) viajaban a las islas Canarias para ser relevados tras más de 48 horas de servicio en condiciones infrahumanas. La Confederación Espa?ola de Policía (CEP) denunció que el Gobierno no facilitó ningún alojamiento a los funcionarios que tuvieron que dormir la noche del lunes en una nave, en la localidad de Nuadibú, sobre cartones y con una manta en el mejor de los casos, sin ningún aseo para poder lavarse.
Los policías permanecieron ayer durante hora y media dentro del avión, pero las autoridades mauritanas se negaron a facilitarles el plan de vuelo si no se llevaban a 35 inmigrantes del Marine I.
Tras intensas negociaciones y rifirrafes, los agentes de las UIP protagonizaron un sonoro plante y dejaron de custodiar a los inmigrantes que se encuentran alojados en un hangar. El caos era absoluto y los agentes recibían órdenes y contraórdenes cada cinco minutos.
Al cierre de esta edición, las autoridades mauritanas dieron permiso para salir al avión, pasadas las 24.00 horas de ayer, con los policías y 35 sin papeles a bordo con destino a Las Palmas.
Pero éste no fue el único contratiempo en el día de ayer. El primer vuelo de repatriación de otros 35 inmigrantes, de origen subsahariano, que viajaban a bordo del buque averiado también fue tremendamente accidentado. La República de Cabo Verde se negó ayer en un primer momento a aceptar a estos inmigrantes, que fueron trasladados en un Hércules del Ejército del Aire.
El avión tuvo que emprender el viaje de vuelta a Mauritania, pero allí se encontró con una desagradable sorpresa. Las autoridades de este país no les querían permitir aterrizar y llegaron a amenazar con arrestar a quien descendiese del avión: ?Si nos bajamos nos han dicho que nos detienen. Si no nos traen comida, nos vamos a bajar de todas formas y acabamos detenidos?, relató por SMS un policía.
Mauritania sólo permitió aterrizar al Hércules para repostar. Finalmente, el avión partió de nuevo a Cabo Verde y, en este segundo intento, sí se consiguió que aceptasen a los inmigrantes. Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, intentaron quitar importancia al contratiempo y aseguraron que el regreso del avión a Mauritania se debió a un problema técnico. Sin embargo, los agentes que viajaban en el vuelo dieron una versión muy distinta y manifestaron que Cabo Verde se negó en un primer momento a aceptar a los sin papeles.
En un principio, este grupo de subsaharianos iba a ser enviado a Guinea-Conakry -de donde supuestamente partió el barco- pero este país ha declarado el estado de sitio y los recientes disturbios obligaron a buscar otra alternativa.
Está previsto que entre hoy y ma?ana lleguen a Mauritania nuevos agentes para proceder a la repatriación a Nueva Delhi de los inmigrantes procedentes de la India. El resto de los sin papeles que no han sido identificados por las delegaciones de la India, Pakistán y Guinea Conakry serán trasladados a Canarias. El centro de internamiento de Fuerteventura recibió ayer un aviso para que estuviesen preparados para recibir a un gran número de inmigrantes.
Desde el sindicato policial CEP criticaron ayer duramente las condiciones en las que se han visto obligados a trabajar los 100 policías que han partido a Mauritania para realizar las gestiones de identificación y deportación. La CEP exigió la dimisión del ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ?por su incompetencia? y pidieron el envío de un avión para que repatríe a todos los policías destinados en Mauritania, según informó el secretario de Organización de la CEP, Lorenzo Nebreda.