Un día como hoy, hace 17 años, no pocos oponentes a la Libertad de Expresión con ideas rancias y temores frente a las nuevas tecnologías, hicieron todo lo inalcanzable con el único fin de anular manifestaciones realizadas en ámbitos privados difícilmente controlables. Hubieran deseado, sin duda, continuar con el control que mantenían por aquel entonces apagando focos taquilleros aislados y fácilmente domables.
No es baladí que nuestra Carta Magna reseñe y proteja la Libertad de Expresión, imponerla límites, tiene como objetivo el pensamiento único evitando el desarrollo personal de individuos y colectivos.
No han sido pocos los obstáculos a superar durante estos años, excediendo con creces, la circunscripción de la ciudad de Madrid. En otros lugares de nuestra geografía intentaron sin éxito, presionar y evitar, según ellos, la propagación de la bestia negra como era y es internet. Sin embargo, en nuestro caso, no consiguieron su finalidad, ¿pedimos disculpas?
Nuestros políticos, aquellos que les damos el voto y sólo se acuerdan de la ciudadanía para tal objeto, esos dirigentes a quienes damos nuestra confianza con el propósito de gobernar responsablemente nuestras Instituciones. Pues bien, esa gobernanza que debería ser garantista y paradigma no es tal, mayormente utilizan el poder otorgado llevándolos hacia metas tenebrosas y…
A estos, a ellos, en sus despachos, en sus mesas o en cualquier otro lugar donde pudieran leerlo con frecuencia, exponía la célebre frase de Voltaire, “En ningún momento es la libertad de expresión más preciada que cuando uno se golpea el pulgar con un martillo”.
No perdamos más tiempo con estos personajes, centrémonos en cómo nació patrulleros.com,
Madrid a 28 de febrero de 2002, jueves como hoy (casualidades mire Usted), hacía un día estupendo, algo caluroso para esas fechas…¿El tiempo vuela? estoy convencido, no parece que hayan pasado 17 febreros, todo un suspiro.
Hemos crecido, decrecido, vuelto a crecer y nuevamente a decrecer empero, creceremos otra vez ¿dudas? Aquí la fórmula parcial, lo haremos sin prisas, sin pausas y arropados por vosotros intermundos, real y virtual.
Gracias por habernos convertido en un lugar de referencia en momentos importantes, gracias por haber sido fieles y leales, ¿nos veremos el próximo año?