Que machote, este, como en el parchís, se come una y cuenta veinte.
Enviado desde mi Mi A2 Lite mediante Tapatalk
OPINIÓN DE 'LA TELETIPA'
Carta abierta a Fran Rivera: "Pide perdón y rectifica. Si el Rey pudo, tú también"El colaborador de 'Espejo público' ha recibido una avalancha de críticas por unas afirmaciones realizadas esta semana a raíz del vídeo sexual de la empleada de Iveco
Autor
Milagros Martín-Lunas
31/05/2019 05:00 - Actualizado: 31/05/2019 07:12
La has liado parda, Fran, muy parda. Y no me vale que te escudes en que condenaste con rotundidad en el plató de 'Espejo público' el hecho de que se viralizara el vídeo sexual de Iveco; no me vale que llamaras sabandija, asqueroso y malnacido al responsable de la 'pornovenganza' que ha provocado el suicidio de una joven madre; no me vale que desde el minuto uno condenaras los hechos, como tampoco me vale la defensa que alega tu mujer en las redes sociales. "Como la sociedad no está educada en el respeto y aún estamos a años luz de controlar el gran avance tecnológico que vivimos, se da un consejo". ¿Perdón? ¿De qué caverna nos hemos escapado?
Un día después de la movida, me da que no te has enterado de nada, que no eres consciente de la gravedad de tus palabras. No eres consciente y, para colmo, te has enrocado en tu condena y sostienes que todo este lío está sacado de contexto. Con todo el cariño del mundo, te voy a dar un consejo de primero de gestión de crisis en Comunicación: cuando uno se equivoca, pide perdón y rectifica. Es muy sencillo. "Lo siento, me equivoqué, no lo volveré a hacer". Son palabras reales. Si el Rey pudo, tú también.
¿Por qué prejuzgas y sostienes que los hombres no son capaces de guardar algo así? Algunos no lo son, pero no debes generalizar
Efectivamente, condenaste firmemente al culpable cero, al individuo que comenzó la cadena de envíos (por cierto, yo también castigaría a todos los que se rieron y lo compartieron, para mí son igual de responsables), pero quedaste como Cagancho en Almagro (y seguro que tú ya sabes de lo que hablo) al confesar que los hombres no sois capaces de tener un vídeo de esa enjundia y no enseñarlo.
[Fran Rivera, sobre el suicidio en Iveco: "Los hombres no somos capaces de tener un vídeo así y no enseñarlo"]
"No es de hombres hacer viral un vídeo así. Pero los hombres, y yo soy hombre, no somos capaces de tener un vídeo así y no enseñarlo. A todas las niñas y mujeres, por favor, que no manden vídeos de este tipo". Se me ponen los pelos como escarpias al repetir esto negro sobre blanco.
Pero alma de cántaro, ¿no te das cuenta de que con tus palabras estás poniendo el foco en la mujer que se grabó el vídeo en lugar de en el malnacido que no supo respetar su intimidad? Hasta donde yo sé, manipular y enviar imágenes sin el consentimiento de los protagonistas es un delito castigado con entre tres meses y un año de cárcel.
Compañero, a ver si nos va quedando claro, como mujer o como hombre, con mi sexualidad puedo hacer lo que me venga en gana. Si me hago una foto o me grabo desnuda, semidesnuda o subida a un columpio BDSMK, es asunto mío y de mi pareja. Si decido enviar una imagen o una grabación, se la envío a él o a ella, y no al resto de los mortales. Que es lo que se deduce de tus inoportunas palabras.
No es de hombres, ni tampoco de mujeres
No es de hombres, ni tampoco de mujeres, hacer viral un vídeo así. Desde que los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo y no te cuento desde que el Super 8 entró en nuestros hogares, el sexo, el porno casero o los juegos eróticos en vídeo forman parte de la cotidianidad de miles y miles de parejas. En el siglo XXI, los 'smartphones' han disparado esta tendencia, pero estarás conmigo en que forma parte de la intimidad de una pareja. Cada uno en su cama hace lo que le da la gana (sobre este asunto y los adolescentes necesitaría otra columna, algo de responsabilidad tenemos cuando con 10 años les ponemos en la mano un teléfono y les abrimos las puertas del mundo sin salir de casa).
¿Cómo que los hombres no sois capaces de no enseñarlo? ¿Qué pasa, que os quema en las manos? En todo caso, no serán capaces de respetar al prójimo los hombre que piensen como tú. Aunque después insinuaste que no lo harías. ¿Por qué prejuzgas y sostienes que los hombres no son capaces de guardar algo así? A la vista está que algunos no lo son, pero no debes generalizar.
Si confiesas que no eres capaz de no enseñarlo, me saltan en la cabeza una batería de preguntas. ¿No serás ese perfil de hombres machistas, engreídos, petulantes y altaneros, de aquellos que se jactan entre amigos de los polvos que han echado en una noche, de lo grande que la tienen y de los que guardan en una libreta el nombre de todas las tías a las que se han tirado? (Perdón por el lenguaje, pero me tengo que poner a la altura de gente como esa). No, hasta donde yo he visto, tú eres un caballero.
El miedo es algo intrínseco a la paternidad y a la maternidad, debemos aprender a vivir con él, no transmitirlo
Lo sé, estos energúmenos también existen, pero que existan no significa que las culpables seamos las mujeres. Son ellos y sus indeseables acciones los que deberían estar perseguidos. Quiero pensar que cada vez son menos, porque como madre estoy criando a un futuro hombre y, desde que nació, mi mayor esfuerzo ha sido enseñarle a reconocer y verbalizar sus sentimientos, además de educarlo en el respeto, la igualdad y la tolerancia.
Entiendo que pensando en tus hijas te invadiera el pánico, que proyectaras y que se te abrieran las carnes solo en pensar en ellas como víctimas de un caso así. Fran, no puedes, no debes inculcarles el miedo y la responsabilidad de algo que no les pertenece. Nuestra obligación como padres es dar a nuestros hijos e hijas las herramientas necesarias para que cuando llegue el momento sean capaces de discernir y entre dos opciones escojan la mejor. El miedo es algo intrínseco a la paternidad y a la maternidad, debemos aprender a vivir con él, no transmitirlo. No te puedes escudar en el miedo para frenar su libertad y mucho menos para cargarles con las culpas de otros, de aquellos que no conocen lo que es el respeto al prójimo.