LA EXTREMA DERECHA CRECE EN REDES SOCIALES
"Dispuestos a todo": dentro de una red terrorista alemana de extrema derecha adolescente
En los últimos años, han aumentado los casos de acciones terroristas llevadas a cabo por 'lobos solitarios' radicalizados en la red. Este reportaje investiga la radicalización de un adolescente alemán dispuesto a atentar
Foto: Manifestantes de extrema derecha en Berlín, Alemania. (EFE/Omer Messinger)
Manifestantes de extrema derecha en Berlín, Alemania. (EFE/Omer Messinger)
Por Alexander Nabert, Christina Brause, Bryan Bender y Nick Robyns-Early
21/08/2023 - 19:20
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Cuando Lukas F. entra en el solar de un cuartel abandonado en el verano de 2021 como parte de su entrenamiento para convertirse en terrorista, tiene 16 años y es un chico delgado de pelo oscuro. El lugar está a unos 45 minutos del centro de Potsdam, ciudad al suroeste de Berlín, en Alemania. En su día, fue utilizado por la Wehrmacht, las fuerzas armadas regulares alemanas durante la Segunda Guerra Mundial; años más tarde, sería una base de soldados soviéticos. Cerca hay lagos muy frecuentados por los bañistas.
Un trueno resuena en el patio, una bola de fuego resplandece. Primero estalla una bomba, luego otra. Lukas F. graba las explosiones con su teléfono móvil. Meses antes, creó un grupo para jóvenes neonazis de varios países que creen estar librando una "guerra racial". En su chat en línea, Lukas F. —seudónimo utilizado para proteger su identidad como menor— describe estas bombas como una prueba para el grupo.
Lukas F. forma parte de una red de jóvenes de todo el mundo, adolescentes que intercambian ideas de extrema derecha, propaganda nazi y vídeos de atentados y, en el proceso, se incitan unos a otros hasta el punto de que algunos de ellos llegan a creer que deben tomar las armas contra el orden liberal.
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Hay docenas de grupos como este, unidos en una red internacional que se extiende desde la costa oeste de Estados Unidos hasta Europa Occidental y los rincones más remotos de los países bálticos. Los grupos se dan a sí mismos nombres marciales, inspirados en la propaganda de los nacionalsocialistas. El más destacado en cuanto a número de miembros se autodenomina Feuerkrieg, o División de Guerra de Fuego (FKD). Lukas F., de Potsdam, que ahora tiene 17 años, no es un simple seguidor: creó su propio grupo, estrechamente vinculado a la red, y lo llamó Totenwaffen, o Armas de la Muerte. Reporteros de Welt am Sonntag, Politico e Insider pasaron más de un año investigando el funcionamiento interno de esta red terrorista de extrema derecha. Utilizando identidades falsas, accedieron a unas dos docenas de sus grupos de chat, hablaron con personas de dentro y consiguieron más de 98.000 mensajes, incluidas fotografías y vídeos. En el proceso, también descubrieron listas de muertos, amenazas de muerte contra políticos y periodistas e instrucciones sobre cómo fabricar bombas y utilizar impresoras 3D para producir piezas de armamento. En el curso de esta investigación, los equipos de redacción pudieron identificar los nombres reales de algunos de los miembros del grupo, incluido el de Lukas F., que se ocultaba en línea tras seudónimos cambiantes. Su caso muestra cómo adolescentes tan jóvenes pueden radicalizarse hasta el punto de hablar de cometer asesinatos. También revela el papel que desempeña la red en segundo plano, y por qué a los servicios de seguridad les resulta tan difícil desarticularla.
Viaje escolar a Sachsenhausen
Según fuentes de su círculo, Lukas F. nació en Bielorrusia. Su madre es bielorrusa y su padre, kazajo de origen alemán. La familia se trasladó a Potsdam cuando Lukas F. era un niño pequeño; más tarde nacieron otros dos hijos. Aún hoy, Lukas F. comparte dormitorio con uno de ellos en la casa paterna, en un bloque de apartamentos del centro de Potsdam.
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Hay fotos de la infancia de Lukas F. en internet, subidas por sus familiares. Cumpleaños con vasos de plástico, vacaciones familiares en Polonia, abuelos orgullosos. En una de estas fotos, Lukas F. aparece sentado en un vehículo militar con uno de sus hermanos y su padre, y una fuente afirma que la familia fue a un campo de tiro cuando estaban de vacaciones en Bielorrusia, y que a los niños se les permitió participar en el tiroteo. La familia sigue teniendo parientes en Bielorrusia y hay indicios de que también tienen una casa allí. Lukas F. escribió una vez que guardaba allí una pistola, que otra persona cercana dijo que era una carabina de aire comprimido de la familia.
En Potsdam, Lukas F. asistió a un instituto de enseñanza secundaria donde, según varios miembros del personal, no destacaba por su diligencia. Sin embargo, una vez se ofreció voluntario como guía para una exposición escolar, dicen. La exposición trataba sobre el extremismo de derechas, y el papel de Lukas F. consistía en guiar a los visitantes a través de un tablón de símbolos de extrema derecha. Según una fuente, Lukas F. estaba a menudo conectado a su ordenador y pasaba mucho tiempo en Discord, una plataforma social para aficionados a los videojuegos. Allí, él y otros de su calaña acosaban a gais y lesbianas. A los 15 años, Lukas F. fue de excursión con su colegio al campo de concentración de Sachsenhausen. El objetivo de tales visitas era enseñar a los niños las atrocidades nazis y los peligros de la ideología nazi. Pero, como cuenta más tarde su hermano a los periodistas, para Lukas F. la visita al campo de concentración fue un punto de inflexión. Cuando llegó a casa, cambió la imagen del escritorio de su ordenador por una esvástica. "Al principio, no quería pensar el que fuera real que soy nacionalsocialista. Ahora lucho por ello" Más tarde, Lukas F. escribiría que había tomado conciencia de su "odio" por primera vez a los 14 o 15 años. "Al principio, no quería pensar que fuera real que soy nacionalsocialista. Pero ahora lucho por ello". En su grupo de chat describe el Holocausto como una "purga" y escribe que no puede entender cómo la gente puede pensar que no ocurrió realmente: "Es real y es justo".
En algún momento, Lukas F. crea un perfil en una red social rusa. En su foto de perfil aparece camuflado, con la cara cubierta por una máscara de calavera. En la parte superior de su página ha escrito: "Cubrir el mundo en un baño de sangre". Sus padres son amigos suyos en esta red, aunque no hay motivos para suponer que compartan las opiniones de su hijo. "Por desgracia, mi padre es comunista", escribe Lukas F. en un momento dado.
El ideólogo estadounidense
Para entender lo que puede estar pasando por la cabeza de jóvenes como Lukas F., tenemos que retroceder unos años y situarnos al otro lado del Atlántico, en el estado estadounidense de Colorado, hogar de James Mason, que ahora tiene 69 años. Mason se afilió a un partido nazi estadounidense cuando solo tenía 14 años. Dos años más tarde, estaba haciendo planes para asesinar a su director de escuela, aunque al final no los llevó a cabo. En la red a la que pertenece Lukas F., el libro de Mason, Siege, se considera de lectura obligada. Para muchos jóvenes extremistas de extrema derecha, es más importante incluso que el Mein Kampf de Hitler.
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En su libro, Mason pide que la sociedad liberal se sumerja en una guerra civil. Para ello, no es necesario crear organizaciones de masas, escribe: basta con asesinos individuales o células minúsculas que lleven a cabo atentados contra infraestructuras, políticos o miembros de minorías. Esto provocará el caos y preparará el terreno para una revolución de extrema derecha.
Mason y sus ideas han ganado muchos adeptos en los últimos años: grupos, células e individuos, en Europa, Canadá y Estados Unidos. Los investigadores del extremismo llaman a esta estrategia "aceleracionismo militante". Thomas Haldenwang, presidente de la Oficina Federal Alemana para la Protección de la Constitución, dijo a los periodistas que la escena de Siege está ganando cada vez más terreno también en Alemania. "Sobre todo los jóvenes, algunos de ellos todavía menores de edad, se están convirtiendo en adeptos. Ya no es raro encontrar a menores abogando por la violencia o incluso planeando ellos mismos actos violentos". La lista de atentados vinculados a esta ideología crece año tras año. Incluye el tiroteo masivo en el centro comercial Olympia de Múnich en 2016 y el ataque de 2019 contra una sinagoga y una tienda de kebabs en Halle. Los atacantes son ensalzados como héroes en los chats de la red, y su recuento de víctimas se convierte en un concurso, en el que el que más mata es declarado vencedor.
Una fábrica de armas en el dormitorio
En el verano de 2020, unos meses después de su visita a Sachsenhausen, Lukas F. abandona el instituto de Potsdam y comienza un aprendizaje. En noviembre de 2020 crea un grupo de chat en el servicio de mensajería Telegram y lo llama Totenwaffen. Entre sus miembros, se encuentran algunas personas con ideas afines que conoció en las plataformas de juego Discord y Roblox. Lukas F. se convierte en el líder del grupo, su Führer.
placeholderProtesta ultraderechista en la ciudad alemana de Chemnitz. (EFE/Filip Singer)
Protesta ultraderechista en la ciudad alemana de Chemnitz. (EFE/Filip Singer)
Entre noviembre de 2020 y mayo de 2021, cerca de 100 usuarios envían mensajes al grupo Totenwaffen. Proceden de países muy diferentes, como Estonia, Francia y Estados Unidos, y chatean entre ellos en inglés. Se han puesto nombres como Maschinengewehr [Ametralladora], Kriegsmann [Hombre de guerra] y Joseph Goebbels Gaming [Juego de Joseph Goebbels]. En Telegram, no tienen restricciones para compartir imágenes de cabezas cortadas entre los miembros del grupo. Estos adolescentes han dejado atrás los videojuegos. A finales de noviembre, Lukas F. escribe: "Recuerdo cuando dije hagamos (...) un grupo terrorista de verdad" y añade que "votaron a favor de la idea más miembros del grupo que en contra". Ese mismo día, un chico que utilizaba el nombre en clave Edward publicó una foto en el chat. Mostraba un subfusil MP40 apuntando hacia un suelo laminado. Se trataba del arma estándar utilizada por la Wehrmacht de Hitler. Respuesta de Lukas F: "Buena idea". Por sus huellas digitales, se puede identificar a Edward como un neonazi que vive en Rumanía. A finales de 2020 solo tiene 13 años. Durante un tiempo parece ser una especie de mejor amigo de Lukas F., un hermano menor en espíritu. Él y un usuario de Polonia que se hace llamar "judíos del gas", aparentemente de 11 años, fueron de los primeros en unirse al grupo de chat de Lukas F. Más tarde, Lukas F. describirá el grupo Totenwaffen como una "organización de adolescentes", una especie de unidad júnior.
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* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí. Pronto, los nuevos miembros del grupo deberán prestar juramento, jurando que obedecerán las órdenes de los dirigentes. Esto no toma la forma de una ceremonia solemne a la luz de las antorchas, sino que es un simple mensaje de chat, copiar y pegar. Los nuevos miembros también tienen que declarar si han leído o no el libro de Mason, Siege. Para los que no lo hayan hecho, la versión en audio se comparte en el chat. Dura 22 horas y 33 minutos. Los miembros del grupo alaban al terrorista de extrema derecha que mató a tiros a 51 personas en dos mezquitas de la ciudad neozelandesa de Christchurch en 2019: "Tarrant es una leyenda". Veneran a Anders Breivik, el terrorista de extrema derecha que asesinó a 77 personas en Oslo y en la isla vacacional de Utøya en 2011. Uno de ellos le llama "santo".
Dos días después de que Edward publique su foto de la ametralladora, sus pensamientos se han vuelto hacia la adquisición de más armas. Escribe que quiere una impresora 3D para poder imprimir pistolas. Lukas F. sugiere algunos modelos que serían adecuados. En un mensaje publicado en diciembre de 2020, Lukas F. deja claro hasta dónde está dispuesto a llegar él mismo: "Apuesto a que alguna vez me enfadaré tanto que pondré una bomba en el próximo lugar donde Jewgela pronuncie su discurso". Más tarde aclara que "Jewgela" se refiere a Angela Merkel, un juego antisemita con su nombre de pila. "Apuesto a que alguna vez me enfadaré tanto que pondré una bomba en el próximo lugar donde Jewgela [Angela Merkel] pronuncie su discurso" A finales de febrero de 2021, Lukas F. se hace un uniforme para un vídeo de propaganda que lleva meses planeando. Publica una serie de fotos en las que se le ve recortando una esvástica de un trozo de cartón para utilizarla como plantilla. "Ahora tengo que pintarla", escribe. Sigue una foto de botes de espray y otra de un trozo de material rojo con un círculo blanco y una esvástica negra pintados. Ese mismo día, Lukas F. publica una foto suya con la esvástica como brazalete en su habitación de Potsdam. Una noche de principios de marzo, Lukas F. sale a difundir su propaganda en Potsdam. Pone un cartel con las palabras: "Rebélate contra el sistema judío".
Los guerreros de fuego
Para entender cómo funciona esta red de terroristas adolescentes, no tenemos más que mirar a Estonia. A finales de 2018, un joven que vive en la isla estonia de Saaremaa crea un grupo de extrema derecha. Lo llama Feuerkrieg Division y se da a sí mismo el alias de Comandante. Solo tiene 11 años. El grupo crece, con miembros en todo el mundo.
Estos miembros, en su mayoría adolescentes y hombres jóvenes, charlan sobre sus fantasías de asesinato, a menudo con todo detalle. Se ha demostrado que la División Feuerkrieg está detrás de una larga lista de atentados planeados e intentados en todo el mundo:
Estados Unidos, 2019: Conor Climo, de 23 años, es detenido en Las Vegas por planear atentados contra una sinagoga y un bar gay. Es condenado a dos años de prisión.
Reino Unido, 2019: la policía detiene a Paul Dunleavy, de 16 años, después de que intentara hacerse con un arma. Ha estado planeando atentados terroristas. Es condenado a cinco años y seis meses de prisión.
Estados Unidos, 2019: Jarett William Smith, un soldado de Kansas, es detenido por planear un atentado contra un canal de noticias. Es condenado a 30 meses de prisión.
Lituania, 2019: Gediminas Berzinskas, de 20 años, es detenido en Vilna tras intentar volar un edificio de oficinas. Es condenado a dos años y cuatro meses de prisión.
Reino Unido, 2019: Luke Hunter, de 21 años, incita a cometer atentados terroristas. Es condenado a cuatro años y dos meses de prisión.
Alemania, 2020: en el distrito de Cham, fuerzas especiales detienen en su lugar de trabajo a Fabian D, electricista de 22 años, por intentar construir un fusil de asalto para utilizarlo en un atentado. Es condenado a dos años de prisión.
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Todos estos jóvenes eran miembros de la División Feuerkrieg, clasificada como amenaza grave por las fuerzas de seguridad de todo el mundo. En el Reino Unido fue clasificada como grupo terrorista en 2020, y otros países han seguido su ejemplo. También figura en el último informe anual de la Agencia Federal Alemana de Seguridad Interior. La División Feuerkrieg es la principal fuente de inspiración de Lukas F. Se refiere a ella con frecuencia en el grupo de chat Totenwaffen. En marzo de 2021, por ejemplo, escribe que el grupo necesita su propio logotipo y que debería basarse en el de la División Feuerkrieg: una calavera.
Un combate desigual
Para las autoridades estatales no se trata de una batalla en igualdad de condiciones. Los grupos desaparecen y vuelven a surgir. Los nombres y alias de los grupos se reutilizan. Las conexiones entre los miembros del grupo no son tanto el producto de una organización rígida como de una ideología compartida. La fuerza de la red reside en el hecho de que no es un grupo fijo, sino simplemente una colección de individuos que pueden estar en cualquier parte del mundo. Todo lo que necesitan es un ordenador, un teléfono móvil y una habitación. Y lo único que tienen en común es su ideología y su odio: odio a los judíos, odio a los políticos, odio a los periodistas.