Según Europol, la agencia europea encargada de luchar contra el crimen y la delincuencia organizadas, es este paso de una jerarquía clara a un conjunto disperso de individuos lo que dificulta tanto la persecución de estos grupos: "En estas situaciones complejas tenemos que tratar con individuos, ya que uno o dos individuos actuando por iniciativa propia pueden suponer una amenaza real".
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T. Fariñas
Miro Dittrich es experto en terrorismo de extrema derecha en el Centro de Vigilancia, Análisis y Estrategia de Berlín, que vigila sistemáticamente las comunicaciones de extrema derecha en Telegram. Afirma que las autoridades tardaron años en empezar a tomarse en serio los espacios digitales y que, incluso ahora, falta aplicación de la ley. Esto ha permitido que allí se desarrolle sin trabas una subcultura terrorista de extrema derecha, a la que acceden fácilmente los menores. "Los jóvenes empiezan a radicalizarse mucho antes", afirma. "A los 14 o 15 años a menudo ya han llegado al final de una espiral de odio". La estrategia de células poco conectadas y atacantes lobos solitarios propuesta por James Mason puede ser fácilmente puesta en práctica por adolescentes. En los países democráticos, también está la cuestión de la edad de responsabilidad penal: las autoridades estonias no pudieron procesar al joven Comandante de la División Feuerkrieg (FKD) porque solo tenía 13 años. En febrero de 2020, después de que la policía visitara al chico, la FKD anunció su disolución. Un año después, sin embargo, volvió a aparecer, tanto en carteles y folletos propagandísticos como en Telegram. Ahora tenía un nuevo líder, otro adolescente de Estonia, que seguía usando el alias de Comandante. En estas redes, todo el mundo es reemplazable.
La Orden del Hierro
A las 5:45 de la mañana del 8 de mayo de 2021, Lukas F. escribe en su grupo que acaba de salir de patrulla. Comparte algunas fotos de carteles de propaganda de los Totenwaffen que ha estado pegando. Uno de ellos consiste en una lista de nombres: activistas judíos que hacen campaña por los derechos de los transexuales. Encima se lee: "Muerte a". Ha colgado uno de estos carteles en el exterior de su antiguo colegio, que abandonó aproximadamente un año antes. A la mañana siguiente, cuando el personal descubre el cartel, lo denuncia y acude la policía. Ahora la policía tiene un expediente sobre el grupo Totenwaffen, pero parece que por el momento no saben que fue Lukas F. quien lo montó.
placeholderManifestantes de extrema derecha en Dortmund. (EFE/Stringer)
Manifestantes de extrema derecha en Dortmund. (EFE/Stringer)
Menos de dos semanas después, Lukas F. recibe en su casa paterna de Potsdam un paquete cargado de productos químicos: un kilo de azufre, 250 gramos de magnesio en polvo y similares, comprados por menos de 60 euros en Amazon. Estos son los productos químicos que utilizará para fabricar las bombas que más tarde probará en el solar abandonado del ejército.
Pocos días después de que Lukas F. publique las fotos de sus productos químicos en el chat de Totenwaffen, anuncia una nueva coalición: "Me alegra tener a la División Feuerkrieg de nuestro lado, ¡Sieg Heil a nuestra alianza!". Pero hay más, el nuevo Comandante de la FKD es miembro del grupo Totenwaffen, y nuestras investigaciones han revelado que estaba en contacto directo con Lukas F. En la época en cuestión, la FKD estaba creando una especie de organización paraguas terrorista bajo el nombre de "Orden del Hierro". Un documento interno de 2021, visto por los reporteros que llevan a cabo esta investigación, incluye los logotipos de 11 grupos que se habían inscrito. Se describen a sí mismos como una "coalición nacionalsocialista". Uno de ellos es el Totenwaffen de Lukas F.
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Guillermo Cid
Muchos miembros de los grupos de la Orden de Hierro participan activamente en varios grupos de chat; es una red poco rígida y los límites son difusos. Lukas F., por ejemplo, también envía mensajes a Inject Division, otro miembro de la coalición. Inject Division fue creada por un tejano que fue detenido en mayo de 2021 por planear un ataque terrorista contra una tienda Walmart.
Lentas investigaciones
Más tarde, Lukas F. empieza a pensar en cómo puede adquirir él también un arma de fuego. Un vendedor de armas le ha enviado fotos de dos pistolas y él las publica en el chat.
"¿La primera o la segunda?", pregunta.
"Si consigues la primera, consigue también cargadores de repuesto", escribe Edward.
En el verano de 2021, la policía de Brandeburgo recibe un soplo de otra autoridad. Poco después, los agentes registran el apartamento familiar y se incautan del ordenador portátil y el teléfono móvil de Lukas F., junto con una bandera del Partido Nazi y productos químicos aparentemente sobrantes de su experimento para fabricar bombas.
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Isaac Risco. Berlín
Los agentes llevan a Lukas F. a comisaría, le interrogan y le dejan marchar. Gracias a la incautación de sus dispositivos, Lukas F. ya no puede acceder a sus grupos de chat. Edward le sustituye como jefe de las Totenwaffen. En otoño de 2021, él también desaparece, seguido por el resto del grupo. En los chats de extrema derecha circula el rumor de que la madre de Edward le ha quitado el móvil.
Las investigaciones se prolongan durante meses. Las investigaciones de los reporteros muestran que, en el momento de escribir estas líneas, la policía todavía no ha conseguido ninguna prueba del lugar donde Lukas F. hizo estallar sus bombas. Una de las bombas destrozó una base de hormigón en pedazos que todavía están allí. Y la escuela a la que Lukas F. regresó una noche nunca fue advertida del peligro potencial por la policía, a pesar de que la escena de extrema derecha ha producido varios atacantes de escuelas.
El pasado agosto, por ejemplo, un chico de 15 años de un colegio de la ciudad sueca de Eslöv acuchilló a un profesor en el estómago. En enero de este año, un chico de 16 años hirió a un profesor y a un compañero en un colegio de Kristianstad, en el sur de Suecia, también con un cuchillo. Los dos adolescentes estaban en contacto entre sí, y los documentos de las investigaciones suecas muestran que se movían en el mismo tipo de círculos que Lukas F. Ambos se enmascararon con bufandas tubulares en las que estaban impresas las mandíbulas inferiores. Esta máscara es utilizada por muchos miembros de la red que rodea a Lukas F. y de la escena más amplia. Sirve tanto para identificar como para ocultar la identidad de quien la lleva.
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T.F.
Una respuesta a una pregunta de una diputada del Bundestag por el Partido de Izquierda, Martina Renner, reveló que el Centro Conjunto de Prevención del Extremismo y el Terrorismo de la República Federal de Alemania, que incluye a los servicios de inteligencia y a la policía, habló del grupo Totenwaffen cuatro veces el año pasado y de nuevo en repetidas ocasiones en 2022. El contenido de esas conversaciones fue estrictamente confidencial. Las investigaciones llevadas a cabo por las autoridades de Brandeburgo aún no han dado ningún resultado. Sin embargo, ha habido detenciones en otros lugares. Según un informe de los servicios de inteligencia estonios, dos jóvenes vinculados a la División Feuerkrieg fueron detenidos en la nación báltica en octubre de 2021. La información obtenida por los reporteros revela que uno de ellos es el segundo Comandante. A continuación, dos estadounidenses se hacen cargo del grupo y un holandés crea un grupo disidente con el mismo nombre.
A finales de diciembre de 2021, cuando las investigaciones siguen su curso, Lukas F. vuelve a aparecer en los grupos de chat de la red. Está intentando ponerse en contacto con la División Feuerkrieg y quiere ser admitido en un chat interno. Los reporteros han visto un mensaje privado que envió en ese momento a un socio de confianza: "Tenía y sigo teniendo grandes planes para Totenwaffen".
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Oscar Gelis Pons. Copenhague
A principios de 2022 se devuelven a Lukas F. su teléfono móvil y su ordenador portátil. Las autoridades de Brandeburgo implicadas en la investigación se niegan a responder a las preguntas de los periodistas sobre todo esto. "El derecho de la prensa a la información", escribe el fiscal general local, "está limitado por los intereses de las personas en cuestión, que tienen prioridad y derecho a protección".
La entrevista
En marzo de 2022, los periodistas se ponen en contacto con Lukas F. Éste les escribe que no quiere una reunión cara a cara, pero que los periodistas pueden enviarle sus preguntas por mensaje de texto. Así que los mensajes van y vienen, primero durante un día entero, luego durante varias semanas. Escribe que cooperó con la policía cuando registraron su casa y que "desgraciadamente" les dio sus contraseñas, "porque mi madre me estaba presionando". Pero al menos ahora sabe cómo "esconderse del gobierno", escribe.
Sin embargo, no se esconde con mucho éxito: en abril encarga una copia del manifiesto de 35.000 palabras de Theodore Kaczynski, el Unabomber que envió al menos 16 paquetes bomba en Estados Unidos entre 1978 y 1995, matando a tres personas. Ese mismo mes, Lukas F. deja una reseña del manifiesto en internet... utilizando su nombre completo. "Estaba dispuesto a mucho" La fiscalía de Brandeburgo sigue investigándole en este momento, pero no toma acciones concretas. En su opinión, no representa una amenaza inminente. En sus mensajes a los periodistas, Lukas F. escribe: "Estaba dispuesto a mucho".
¿Cuánto?
"Sin comentarios".
¿Ha cambiado desde entonces?
“Sin comentarios”. A la pregunta de por qué sigue enviando mensajes a los antiguos chats, responde: "Conozco a algunos, son muy simpáticos, me caen bien". Escribe que es "nacionalista". Escribe que podría probar el activismo legal, quizá unirse a un partido. Pero primero tendrá que encontrar un punto de apoyo. Escribe que siempre ha tenido que arreglárselas solo: incluso hizo su declaración policial sin la presencia de un abogado. ¿Y si le acusan?
"Entonces estoy jodido".
placeholderPolicías alemanes mientras registran a asistentes a un concierto de 'skinheads' y una persona viste una sudadera en la que se lee "Rudolph Hess, mártir de la paz", en Karlsruhe (Alemania). (EFE/Joerg Donecker)
Policías alemanes mientras registran a asistentes a un concierto de 'skinheads' y una persona viste una sudadera en la que se lee "Rudolph Hess, mártir de la paz", en Karlsruhe (Alemania). (EFE/Joerg Donecker)
Más recientemente, ha habido cierto movimiento entre las autoridades internacionales de investigación. Poco antes de la semana santa de 2022 fue detenido en Dinamarca un joven de 15 años, acusado de ser miembro de la División Feuerkrieg. Por la misma época, varios miembros clave de la red desaparecieron y los canales de propaganda enmudecieron. Desde entonces, ha habido algo menos de actividad en muchos de los chats. La gente del movimiento supone que varios de sus camaradas fueron todos detenidos al mismo tiempo, en Estados Unidos, en Holanda. Pero hace tiempo que se han creado nuevos grupos.
Visita a domicilio
A finales de mayo de este año, los reporteros llaman al timbre de un piso situado en la octava planta de un bloque de apartamentos en el centro de Potsdam. Los padres de Lukas F. abren la puerta. Su madre es una mujer menuda que sonríe mucho pero habla poco. Su padre, que lleva una camiseta de una marca deportiva, es el único que habla y exige saber quiénes son esas personas y por qué se han presentado sin avisar. Los periodistas le dicen que saben lo del registro policial por las charlas. Y que quieren hablar con Lukas.
"Ya estamos conversando", dice su padre, "pero bueno", y desaparece dentro del piso. Un momento después aparece Lukas F. en la puerta. Ahora tiene 17 años, es delgado, casi larguirucho. Tiene la mirada perdida y el pelo oscuro le llega hasta las orejas. "No me interesa", dice, y cierra la puerta de un portazo. Después envía un mensaje de texto a los periodistas, diciéndoles que no vuelvan nunca más. Sus padres tampoco dicen nada ese día. Más tarde escriben para rechazar la petición de entrevista de los periodistas, aunque responden a algunas preguntas por SMS. En estas respuestas, el padre de Lukas dice que su hijo es víctima de la pubertad y de las circunstancias. Lo minimiza: "Nunca ha hecho daño a nadie". La madre de Lukas responde en ruso, diciendo que está conmocionada, horrorizada y que no entiende cómo puede estar pasando todo esto.
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Varios miembros de la familia cuentan que ese mismo día había habido una discusión y que el padre había tirado a la basura la literatura nazi de Lukas, incluido el Mein Kampf, diciendo que le estaba volviendo estúpido.
A principios de junio, las autoridades de Brandeburgo entran en acción. Una unidad especial de la policía detiene a Lukas F. en el piso de sus padres. Ahora está en prisión en algún lugar de Märkisch-Oderland. El servicio de seguridad del Estado lo ha clasificado como peligroso, alguien que supone una amenaza real para el público. Las autoridades siguen investigando. Sospechan que ha estado preparando un "grave acto de violencia contra el Estado": un atentado terrorista, en otras palabras. Poco después, los periodistas escriben a Lukas F. a la cárcel, ofreciéndole otra oportunidad de hacer comentarios. La carta sigue sin respuesta. En los últimos meses se ha formado en Brandeburgo una nueva banda de adolescentes de extrema derecha. Su base es una casa abandonada a la que han tenido acceso. Se saludan entre ellos formando una L con los dedos de la mano derecha y gritando "L libre": libertad para Lukas.
Esta investigación es el resultado de una colaboración periodística entre reporteros de Politico, Insider y Welt am Sonntag, junto con Axel Springer Investigations. Los reporteros utilizaron identidades falsas para infiltrarse en la red. También hablaron con informadores, científicos, expertos en terrorismo, servicios de inteligencia, autoridades de seguridad y personalidades de la red, así como con sus familias. Texto traducido del inglés por El Confidencial.
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