La policía atribuye a una imprudencia la difusión de fotos eróticas de menores
El Grupo de Delitos Tecnológicos concluye que los estudiantes "perdieron el control" del intercambio de imágenes de las chicas, lo que facilitó que pasaran a Twitter y se divulgaran
22.01.2013 | 02:45
La investigación descarta que se intentase acosar o chantajear a las jóvenes afectadas
JOSÉ MANUEL GUTIÉRREZ La policía atribuye a una imprudencia la difusión de las fotografías de estudiantes coruñesas en actitudes eróticas a través de Twitter y no a un caso de acoso o chantaje, según se desprende de las investigaciones realizadas hasta el momento por el Grupo de Delitos Tecnológicos. Los agentes han identificado ya al joven que supuestamente divulgó las imágenes, un adolescente que se halla tutelado por su familia y que fue puesto por la policía a disposición de la Fiscalía de Menores de A Coruña.
"No es un caso de pornografía infantil ni de acoso, sino que el intercambio de fotografías finaliza donde no tenía que finalizar y los menores no preveían que eso iba a pasar y los padres no tenían ni idea de lo que estaba pasando", manifiesta el responsable del Grupo de Delitos Tecnológicos sobre este suceso. La actuación del Cuerpo Nacional de Policía se inició a raíz de la denuncia presentada por el padre de una de las menores que aparecen en las fotografías, que circularon inicialmente mediante la aplicación para teléfonos móviles WhatsApp y que luego pasó a Twitter. "Había fotos recientes, pero también otras hechas y transmitidas hace meses que alguien tenía y que al animarse la conversación alguien decidió enviarlas por Twitter", explica el mando policial.
"Una vez que la fotografía sale del teléfono móvil el control se ha perdido, porque volver a recuperarlo es prácticamente imposible", señala este experto acerca de la falta de prudencia con la que a su juicio los jóvenes se intercambiaron las imágenes. "El problema es que no prevén dónde pueden terminar esas fotografías, ya que el que hoy es tu novio o tu amigo mañana puede no serlo y el que se quiere vengar de ti lo tiene bastante fácil", advierte este policía, quien pone de relieve que el envío indiscriminado de imágenes favorece que quienes accedan a ellas puedan efectuar amenazas o chantajes a las personas que aparecen retratadas.
"No nos pilla de sorpresa ni mucho menos", manifiesta el jefe del grupo policial acerca de que haya surgido un caso de este tipo en A Coruña, aunque señala que su frecuencia "no es tan habitual si se tiene en cuenta el número de usuarios" de estas aplicaciones.
La circulación pública de las fotografías comenzó el pasado día 9 a través de la red social Twitter, en la que se crearon dos hasthags para comentarlas. Al poco tiempo, el caso era motivo de comentario en internet y en todos los centros escolares de la ciudad, en los que se aseguraba que las imágenes, además de dos vídeos, eran de alto contenido erótico y que el origen de su difusión habría sido un enfado entre los miembros de un grupo de usuarios de WhatsApp que motivó el salto de las fotografías a Twitter, aunque también se apuntaba a que el autor de la propagación de las fotos es el hermano de una de las muchachas que aparece en ellas.
Los casos de este tipo ocurridos en España en los últimos años hicieron que la reciente reforma del Código Penal incluyese como un delito la difusión sin autorización de imágenes o grabaciones íntimas de otras personas, aun cuando fuesen obtenido con su consentimiento, por lo que los autores pueden ser castigados hasta con un año de prisión.
El propio delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, advirtió de que estas actuaciones tienen un carácter delictivo y de que todavía revisten una mayor gravedad si las personas que aparecen en las imágenes son menores de edad.