Camuflados de policías.
Si dispone de conexión con internet y cincuenta euros, cualquier criminal puede adquirir material que le permita pasar por agente de la autoridad para cometer estafas o atracos. Las víctimas suelen ser inmigrantes y turistas a los que no es difícil enga?ar con placas falsas. Algunos de ellos cuentan sus casos.
Con cuatro clics en el ratón de un ordenador se puede comprar por internet una réplica de la placa del Cuerpo Nacional de Policía. ?Hace tres a?os se vendían en tiendas de Madrid y Barcelona, pero la Policía Judicial incautó todo el material falsificado y ya no se ofertan en estos comercios?, asegura un portavoz policial. Pero en internet es otra historia. Las placas son fáciles de conseguir por 50 euros y se envían aprovechando la discreción que proporciona el correo. En la policía reconocen que en la Red es más complicada la incautación de estas réplicas, un material que puede utilizarse de manera fraudulenta.
?Las placas que se venden por internet se utilizan para robar grandes sumas de dinero?, afirman fuentes policiales no oficiales. La pena por hacerse pasar por policía o guardia civil, un delito de usurpación de funciones públicas, oscila entre uno y tres a?os de cárcel. El falso policía o ?policía ful? ?como se le conoce en el argot criminal? actúa de forma sencilla: primero se identifica como agente del orden con una réplica de una placa oficial, luego registra la cartera de la víctima para robarle el dinero sin que ésta se dé cuenta o, si es extranjero, incluso con violencia. ?Los denunciantes suelen ser inmigrantes o turistas que llevan dinero encima. También cometen este delito jóvenes que se hacen pasar por policías para ?incautar? drogas y alcohol a otros jóvenes?, cuentan expertos policiales.
Insigniaspoliciales.es, arrakis.es, ebay.es y campusanuncios.com son las principales páginas en las que interviú ha comprobado la venta de réplicas de distintivos del Cuerpo Nacional de Policía, Policía Local, Guardia Civil e incluso de policías extranjeras. Las condiciones de compra de estas tiendas virtuales varían, e incluso se contradicen. En Ebay las réplicas de las placas aparecen en el apartado de artículos prohibidos que no deben venderse. En insigniaspoliciales.es advierten al comprador que pueden facilitar sus datos a la policía sin orden judicial, y en otro apartado de la misma web aseguran que bajo ningún concepto serán mostrados los datos personales del comprador. ?Las bases de datos en internet son efímeras y nada fiables?, avisan fuentes policiales.
?Estas placas sólo están disponibles para miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad?, se puede leer en las condiciones de compra de arrakis.es. Sin embargo, esta revista ha comprobado que no es necesaria la identificación como agente de la autoridad para comprar en esta página. Y un material tan fácil de adquirir puede resultar muy útil a un estafador. Sus víctimas, mayormente extranjeros, suelen estar indefensas. ?Han llegado a robar a inmigrantes hasta con escudos del Real Madrid?, cuenta un veterano policía madrile?o.
El a?o pasado se registraron en Espa?a 60 atracos con placas falsas. Los delincuentes que más comúnmente usan el truco son, además de espa?oles, paquistaníes, magrebíes y suramericanos, y sus víctimas, ingleses, norteamericanos y, sobre todo, japoneses. Los lugares de abordaje son las cercanías de museos, hoteles, carreteras y puntos frecuentados por turistas o inmigrantes. Generalmente, lo que comienza siendo un timo acaba en robo con violencia.
?Nos quitaron 800 euros unos tipos bien arreglados que se identificaron como policías?, afirma Ionela Petre, rumana residente en Espa?a desde hace más de cinco a?os. Al poco de llegar a Madrid, Ionela y un amigo estaban junto al estadio Santiago Bernabéu haciendo fotos ?cuando un coche negro paró delante. Se bajaron unos hombres, nos ense?aron un documento plastificado y nos ordenaron que les ense?áramos los pasaportes; aseguraban que era ilegal hacer fotos al estadio?, afirma Ionela. Inmediatamente, los falsos agentes de la autoridad fueron a por su verdadero objetivo: ?Déjenme ver el dinero que llevan, a ver si es falso?, conminó uno. Los estafadores les devolvieron los pasaportes... y sólo 60 euros de los 860 que llevaban. Ionela nunca denunció lo ocurrido por miedo a que hubieran sido policías verdaderos.
Quien sí denunció fue el periodista y fotógrafo espa?ol Alberto Amortegui. Los falsos policías corren el riesgo de dar con una presa decidida a no dejarse cazar. Amortegui fue corresponsal de guerra en Centroamérica. Ahora ejerce como fotógrafo entre Londres y Madrid. Además, colabora con la ONG Aculco, que fomenta la integración de inmigrantes en Espa?a. ?Fue hace unos nueve meses ?recuerda Amortegui?. Acababa de llegar de Londres y caminaba junto a mi hija por el paseo del Prado. Era un domingo por la tarde y no había demasiada gente en la calle. De repente, un coche blanco frenó a nuestro lado y sus ocupantes nos hicieron gestos para que nos acercáramos. Sacaron unas carteras con algo que parecía una acreditación y una especie de placa y me acusaron de tener dólares falsos?. Él no se dejó impresionar: ?Me acerqué al coche y les pedí que me dejaran ver la numeración de sus placas. Al ver el interior del coche, algo me pareció raro. ?Ni siquiera tenían una radio policial!?. El camuflaje de los falsos policías fallaba, pero ellos insistieron: ?Cuando me negué a darles mi cartera para que la vieran, se pusieron muy agresivos?. En ese momento el reportero sacó una grabadora que tenía en el bolsillo. Cuando la vieron, se fueron apresuradamente. ?También llevaba una cámara y me dio tiempo a sacarle una foto a la matrícula del coche. Denuncié el caso en la comisaría y por la noche ya les habían cogido?, termina de relatar Amortegui.
●Matemáticos atónitos
No siempre son inmigrantes o turistas las víctimas del atraco del falso policía. ?Aquellos hombres tenían rasgos extranjeros, aunque no sabría decir de qué parte del mundo eran?, dice Manuel de León. Al congreso que este científico espa?ol organizó en Madrid en julio de 2006 acudieron grandes personalidades. Era un foro internacional de matemáticos que habría sido un éxito total si no se hubieran colado entre los visitantes algunos indeseables. ?Esta edición tuvo un fuerte carácter mediático ?cuenta?. La delegación de India era muy numerosa: el próximo congreso se celebrará en su país?. Y fue precisamente esa delegación la que sufrió el enga?o de unos falsos policías que portaban réplicas de placas. ?Les pidieron la documentación y hablándoles en inglés. En ese momento estaban diez matemáticos de la delegación india, que les entregaron sus carteras?, pero no era precisamente papeles en regla lo que buscaban los ladrones. ?Les robaron el dinero ?se lamenta Manuel de León?. Encima a ellos, que son más pobres que la mayoría del resto de los congresistas?.
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