Madrid en verso
Matriz fue su primer nombre que el musulmán llamó
y los árabes Mayrit que con ella se quedó.
Una joya que tenemos es la Puerta de Alcalá que con todo buen acierto el rey Carlos hizo labrar.
Madrid tiene por orgullo una fuente que mana
y que el pueblo que la quiere de la Cibeles la llaman.
Después de presentar a ustedes este esquema de valores
les paso a desarrollar costumbres y tradiciones.
Entre las grandes colinas su medio de comunicación son, por el día los humos y de noche llamas son.
Bellas estampas perdidos con su valor historial
que evocando sus recuerdos no se pueden comparar.
A Madrid le nace un Santo que Isidro Merlo se llamó después de siglo de muerto su cuerpo se conservó.
Aún sin clarear el día de sus establos salían las borriquitas de leche tocando sus campanillas.
Dos ángeles tiran del yugo realizando surcos rectos elevando él sus preces
a su Altísimo predilecto.
Tocando su retirada el honrado farolero iba apagando faroles recibiendo el día nuevo.
Con su cesto a la cabeza que a candeal iba oliendo con riquísimas libretas repartiendo el panadero.
Con sus cestas ambulantes las churreras madrugantes iban vendiendo sus churros a todos los vi.arrdcrr~tcs.
El noble y honrado sereno guardián de las santas casas chuceando los portales
su farol iba apagando.
Al pobre vagabundo perro en llegando las ma?anas remiraban con mil ojos al lacero que acechaba.
Bella estampa ma?anera la mostraban los traperos con sus carros y borricos dejaban Madrid hecho un cielo.
En los albores del día salían todos los tranvías que las mulas arrastraban con encuartes en subidas.
Al toque de la campana de la parroquia cercana acudían. todos Pelos orando sus sardas /treces.
?Cómo bailan las rrrarrolas! día de Santiago el Verde a orillas del Manzanares cuando el sol claro amanece.
En Madrid hay una calle que la llaman Cuchilleros es la calle de los majos
las manolas y chisperos.
A orillas del Manzanares las lavanderas sufridas ponían su ropa en ?recuelo? apenas clarear el día.
Vendedoras calh;?eras madrugadoras rnul.crcs vendían sus rabanitos
y sus cardillos recientes.
Otras mujeres salían
que portaban un capacho repleto de lindas flores
de lilas de la Casa de Campo.
Requesón de Miraflores y queso de Villalón otras mujeres vendían pegándose un ?madrugón?.
En llegando Nochebuena se pedía el aguinaldo
y los pavos por las calles iban un poco ?amoscados?.
El día feliz de los ni?os eran los Santos Reyes que cabalgando en camellos venían del extremo Oriente.
En la plaza de Santa Cruz llegando la Navidad
había mulas y bueyes para adornar el Portal.
También en la misma plaza se ponían ambulantes
los que vendían turrones que traían de Alicante.
Con panderos y zambombas se echaba Madrid a la calle esperando Nochebru,rra
y al Ni?o porlc?r cvrnlrrr-le.
Mujeres muy de ma?ana eran las de Colmenar vendiendo sus ricos peces de Manzanares el Real.
De la presa Santillana era la mujer pecera
que en llegando la ma?ana su mercancía vendiera.
Mujeres en Fuencarral con garnacha y con albillo vendían sus ricas uvas voceando como grillos.
Los espárragos y fresas procedían de Aranjuez
que en llegando las ma?anas se vendían por doquier.
Alcolea se llamaba
el vendedor de avellanas
que daba un ?puitacn> de propina y en verdad sr las quilaba.
?Ganchos para la ropa! el vendedor voceaba
el que por tres ?perras? grandes un gancho le entregaba.
Seis ?perras? grandes costaba las toallas que vendía recorriendo todas las calles que en barrios bajos tenía.
?Paragüero! ?La?ador! con su hornillo de carbón lo mismo arreglaba lurrnriuas o la?aba un lavador.
Quedan muchos recuerdos de datos que relatar reconociendo el autor
que con estos sobra ya.
Toda esta mescolanza debe de perdurar
por bien de estos ?madriles? dignos de no olvidar.
Haciendo un penoso mutis me da pena dejar
ya que evocando recuerdos las lágrimas se saltan ya.
salu2