Ni había fetos en la basura ni datos personales al acceso de cualquiera
La Guardia Civil faltó a la verdad sobre el caso Isadora
ELPLURAL.COM
La Guardia Civil acusó en falso a la clínica Isadora. Así se desprende de los informes de Protección de Datos, que ha archivado la investigación sobre el caso sosteniendo que la información personal sobre las mujeres que decidieron abortar se encontraban en bidones cerrados y opacos, y no en contenedores de basura alojados en las calles de Madrid. Se echa por tierra, por tanto, la tesis que defendía que la información sobre estas mujeres estaba a disposición del primer viandante que pasase frente a la clínica, tal y como manifestó la Guardia Civil.
Noticias relacionadasABC trata de justificar la acción de la Guardia Civil contra la clínica Isadora La Guardia Civil animó a las pacientes a denunciar a la clínica Isadora Los imputados de la clínica Isadora se niegan a declarar En ningún momento la clínica Isadora arrojó a los contenedores de basura los datos de mujeres que habían decidido abortar en sus instalaciones. Tal y como recoge El País, Protección de Datos ha negado que dichos datos fueran accesibles al encontrarse en contenedores poco seguros. En realidad, los datos que manejó la Guardia Civil se encontraban en un bidón hermético, al igual que los fetos (que no sobrepasaban las 22 semanas de gestación). Todos estos residuos iban a ser incinerados por la empresa encargada de su gestión, pero aún así la Guardia Civil extendió la alarma entre los ciudadanos.
Arranca la polémica
La polémica surgió después de que la Guardia Civil acudiese a la clínica Isadora y encontrase varios contenedores sellados que iban a ser recogidos por la empresa encargada de su destrucción. Pese a que estaban sellados, la Guardia Civil se llevó a los juzgados los bidones. El juez de guardia que los atendió archivó el caso al considerar que no había razones para poner en marcha la causa. Es más le conminó a que se abstuvieran de "elucubrar sobre abortos ilegales".
Bidones abiertos
Los agentes acudieron a la Comunidad de Madrid con los bidones, desde donde les acompa?ó un técnico sanitario hasta los juzgados de Alcobendas. De allí les remitieron nuevamente a Madrid, donde un juez que no conocía lo ocurrido abrió diligencias ante la posibilidad de que se hubieran producido irregularidades en los abortos. Los bidones ya habían sido abiertos en Alcobendas.
El problema
Toda esta situación generada por la Guardia Civil propició el que algunas mujeres decidiesen denunciar a la clínica Isadora, conociendo tan sólo la versión de los agentes. Pero también se generó un segundo problema. Los agentes rompieron la intimidad de las mujeres que habían acudido a abortar citándolas para que prestasen declaración, y algunas de ellas se encontraron con que familiares y amigos que desconocían su caso se enteraban de la decisión que habían tomado ante la falta de discrección de la Guardia Civil.
http://www.elplural.com/macrovida/detail.php?id=20708Salud y suerte.