INTERVIENEN LA BRIGADA JUDICIAL Y EL SEPRONA.
La policía busca al torturador de un perro que colgó el sacrificio en la red
Denuncia de Adana tras conocer el vídeo que colgó el autor en su blog, ya retirado. El individuo amenaza con matar y mutilar a otros 94 animales previa tortura.
16/02/2011 F. LEON
La Brigada Judicial de la Jefatura Superior de Policía y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil buscan en Badajoz al autor de un vídeo en el que muestra a lo largo de 19 minutos y 40 segundos cómo torturó --durante 11 horas--, mató y descuartizó a Schnauzi, un cachorro de raza lulú de Pomerania de unos dos meses, que colgó el 3 de febrero en su blog, que el pasado lunes ya habían retirado.
La denuncia la presentó el presidente de la Asociación para la Defensa de los Animales (Adana), Agustín Mansilla, el pasado viernes ante la comisaría de policía y el lunes siguiente ante el Seprona, cuyas oficinas de comunicación, de ambos cuerpos, confirmaron que investigan con el fin de conocer la dirección IP del ordenador desde el que se colgó el vídeo.
El propio autor del martirio del animal se vanagloriaba en su blog de su acción --"admirad mi peli"-- y amenazaba con matar a otros 94 perros, alertando a los vecinos de Badajoz que tengan animales para que tuvieran cuidado porque "voy a por el suyo en cuanto se descuiden".
Contaba también que el cachorro víctima de sus acciones "me lo ha reglado un tío", y a continuación explicaba su acción: "el método de tortura va como sigue: fractura de pata delantera derecha; mordaza con aislante; quemadura con cigarrillo en pata, oreja y hocico (para verificar reflejos); penetración rectal con elemento cortopunzante (no lo he gravado para que lo puedan ver los menores)".
Y continuaba: "Abuso psíquico (11 horas en total), incluye ingesta de sus propias defecaciones; muerte por axfisia lenta y dolorosa, tanto como ha aguantado; práctica del ´cristo´, esto es, fracturar sus omoplatos y pasar sus patas a su posición contraria".
El maltratador dice ser de Badajoz, e incluso da pistas sobre su ubicación, en torno a las calles Violeta, Buganvillas y Clavellinas, en Ciudad Jardín, si bien Mansilla cuestionó este punto, como al parecer las fuerzas de seguridad, aunque no obstante, mantienen la búsqueda. El torturador avisa a cuantos se han movilizado en la red en contra de estos hechos de que: "acá os espero con mi perra preñada de nueve saludables cachorros que verán la luz el fin de semana. Uno a uno los voy a matar".
Así lo recoge también, además de la web de Adana, el blog del grupo Anonymous, que se hacen eco del texto del blog ya retirado, en el que el autor reta a que lo detengan, en una mala copia de películas de asesinos en serie. "¿Queréis mi dirección? Esquina de la calle la Violeta y Buganvilla, costado noroccidente, detrás del Hospital Infantil, cuando queráis. Bienvenidos".
Este grupo ha analizado el lenguaje del autor del vídeo y considera que puede ser latinoamericano, aunque redactado en perfecto español. Señalan que se siente "muy seguro de sí mismo", que la dirección que da es falsa y que en una clínica veterinaria cercana, con la que ayer habló este medio, en efecto, no tiene información alguna al respecto, como la farmacia y otros establecimientos y vecinos de la zona consultados.
Una de ella, Marisol, afirmó no haber escuchado nada, como el responsable de una inmobiliaria cercana, o María Jesús, cartera en el barrio; ni Javier Conesa, de la calle La Hiedra. Tampoco un residente que es agente del Seprona había escuchado nada entre sus vecinos.
Sí detallan Anonymous y Adana la existencia de un pasillo con los números 17 y 18 en las puertas, el uso de botas, guantes quirúrgicos, una silla de ruedas; o que realiza películas ´snuff´ en el "cuarto feo" donde gravó el vídeo. Además, recuerdan que en noviembre del 2009 una mujer halló dos cachorros torturados en esa misma zona.
El vídeo, tomado por el propio autor en distintos momentos, a veces grabando con una mano al tiempo que con la otra maltrata al cachorro, muestra cómo lo quema con un mechero, le pisa la cabeza con unas botas negras, le pega con una barra y se sube encima de una barra que ha puesto sobre el cuello, así como el rabo cortado junto al de otro animal maltratado, mientras silba, hasta que el perro muere.