:ft:La Policía detiene a un 'sin techo' por supuestos malos tratos a uno de sus perros
Lo denunció una vecina de los Goya que dijo haber visto como lo lanzaba con violencia a una fuente con agua fría
J. E. P./JAÉN
Dice llamarse Mario M. y ser italiano, de Bolonia. Lo único que tiene en este mundo son sus perros. Dos que ha recogido de la calle y otro que le entregó un matrimonio. La Policía Nacional lo detuvo el domingo, precisamente después de que una vecina de la zona de los Goya lo denunciase por supuestos malos tratos a uno de estos animales. Según declaró la mujer, el hombre que dice llamarse Mario -un 'sin techo'- golpeó al animal, lo levantó por encima de su cabeza y lo arrojó con violencia a una fuente. Una fuente que, además, -y siempre según dijo la mujer para dejar claro el sufrimiento del animal- no tenía agua caliente. Ni siquiera templada. Fría. Eso que el domingo, cuando ocurrieron los hechos, la temperatura en la calle era superior a los treinta grados.
La Policía Nacional no se anduvo con chiquitas tras la denuncia. Buscó al hombre que dice llamarse Mario y lo metió en el calabozo. De nada valieron los lamentos del mendigo, que dijo no tener agua caliente ni para él. Que negó en todo momento que hubiese maltratado a animal alguno. Y de que desde que pisó Comisaría se mostró preocupado porque sus perros quedaban desamparados.
Al juez
Ayer llevaron al hombre que dice llamarse Mario ante el juez, que lo puso en libertad con cargos tras escucharlo. La Policía ha descubierto que Mario, en otro tiempo y en otro lugar, se llamaba Barkin R., y que era marroquí. O ni siquiera, porque pudiera ser que fuese un nacionalizado palestino. Lo cierto es que habla con más acento árabe que el propio de Bolonia, cuna de la primera universidad europea.
El caso queda ahora a expensas de que encuentren a la 'víctima'. Tras la detención del supuesto agresor, ni la empresa de la perrera ni ninguna protectora de animales se hicieron cargo de los perros. Era domingo y estaban cerrados. Al parecer un particular se hizo cargo de can. Ahora lo buscarán y lo examinará un veterinario. Si hay lesiones, las penas que contempla la ley van de tres meses a un a?o de cárcel.
El hombre que dice llamarse Mario llegó a Jaén huyendo. En su petate -donde abundaba la comida de perro más que la comercializada para hombres- llevaba partes hospitalarios de ingresos por lesiones sufridas en Ceuta y Algeciras. Como otros muchos mendigos, había sufrido palizas en la calle. Sin que ningún vecino llamase a la Policía para que los agresores fuesen castigados. Por eso, cuando el próximo día 15 tenga que presentarse en el juzgado a firmar -según decretó ayer el titular del de Instrucción 2 de Jaén- lo más fácil es que Mario, o Barkin, o como se llame ande libre por el mundo. Con sus perros.