La grafología criminal está en auge: las unidades policiales de élite y las divisiones de policía científica se sirven de sus éxitos para resolver las investigaciones. Tras los análisis de notas manuscritas de despedida en presuntos suicidios -dentro de la denominada autopsia psicológica-, se está incrementando la presentación de informes grafológicos en ámbitos tan diversos como los juzgados de familia, los casos de violencia de género o de desavenencias matrimoniales