El Semanal Digital - 2005-11-12
FRANCIA
Espa?a en alerta: los polvorines de la inmigración magrebí
J.Carvajal
"En principio, no es fácil que en Espa?a se dé un conflicto generalizado protagonizado por los inmigrantes magrebíes como está ocurriendo en Francia. No podemos olvidar que nuestros vecinos llevan muchos más a?os que nosotros recibiendo a ciudadanos marroquíes y argelinos que han ido constituyendo unos núcleos de población muy cerrados, que no ha habido forma de integrar y que, además, no son bien vistos en el mercado laboral, ya que tienen una fama generalizada de poco laboriosos".
Polvorines concretos
De esta manera, se expresa un experto policial espa?ol, quien, no obstante, precisa que hay puntos en la geografía espa?ola que se han convertido en auténticos polvorines sociales que, de vez en cuando, estallan aunque de manera controlada.
No obstante, precisan las mismas fuentes, en los últimos a?os, en parte gracias a una estrategia del Gobierno de José María Aznar que favoreció a iberoamericanos y europeos en perjuicio de marroquíes y argelinos, las áreas de riesgo se han reducido.
Actualmente, esos puntos calientes se reducen a tres: Catalu?a, la provincia de Alicante y los alrededores de Santo Domingo de la Calzada. El problema se ha reducido drásticamente en Almería, Murcia y Huelva.
Los magrebíes llegan a Espa?a o bien por los Pirineos o bien por vía aérea con visado turístico francés que consiguen en los consulados de sus respectivos países. Las representaciones diplomáticas francesas conceden más en Argelia que en Marruecos. No obstante, explican especialistas diplomáticos, estos países suelen exigir a la república que preside Chirac un importante volumen de visados en el marco de las rentables relaciones comerciales que mantienen las tres naciones.
Único país
Los que entran por La Junquera suelen responder siempre a un mismo perfil. Se trata de magrebíes integrantes de las bolsas de ilegales de Europa, fundamentalmente de Francia, aunque también de Holanda y Bélgica, que ante la imposibilidad de conseguir un empleo y de regularizar su situación, optan marcharse a Espa?a atraídos por la esperanza que les da el hecho de que en los últimos a?os se hayan llevado a cabo varios procesos extraordinarios de regularización, así como por una legislación mucho más flexible.
No podemos olvidar que Espa?a es el único país de nuestro entorno que regulariza ilegales en cualquier momento, ya que nuestra Ley de Extranjería mantiene una figura jurídica como la del arraigo, considerada anacrónica por muchos especialistas, de acuerdo con la cual, los ilegales, con tres a?os de empadronamiento en algún municipio de nuestro país, sin antecedentes penales y con oferta de trabajo, pueden regularizar su situación.
Catalu?a
Los magrebíes que entran en Espa?a por los Pirineos o por avión o barco tienden a establecerse en el arco mediterráneo. Varias razones explican esta tendencia. En primer lugar, la circunstancia de que la mayoría de sus compatriotas están asentados ahí. Por otra parte, la climatología, más parecida a la de sus lugares de origen. Y, además, la oferta laboral. El campo requiere una mano de obra menos especializada que en otros sectores, lo que lógicamente les hace más fácil el acceso al mercado de trabajo.
En otros momentos, sobre todo los marroquíes, consiguieron colocarse en una buena proporción en la hostelería, sobre todo en las grandes ciudades, pero poco a poco han sido sustituidos fundamentalmente por latinoamericanos, ya que no han respondido satisfactoriamente en líneas generales a las exigencias planteadas por las empresas.
Se calcula que actualmente viven en toda Catalu?a unos 200.000 magrebíes legales e ilegales fundamentalmente marroquíes. Existen unas 180 mezquitas y oratorios. Estos últimos en garajes y locales en malas condiciones que han suscitado más de un enfrentamiento con las comunidades de vecinos. Y sólo en esta Comunidad Autónoma se tiene constancia de que funcionan al menos 42 comunidades musulmanas. En la de Madrid, 32; en la de Andalucía, 28, y en la de Valencia, 11.
Las concentraciones de marroquíes en Catalu?a se dan principalmente en las comarcas de Vic, Cervera (Lérida); Vendrell, Reus y Tortosa (Tarragona); toda la costa de Gerona, en la que destaca especialmente Premiá de Mar; Granollers-Canovellas, Rubí-Tarrasa y Sabadell-Hospitalet.
Sin solución
El portavoz de la Confederación Espa?ola de Policía en materia de Inmigración, Rodrigo Gavilán, asevera tajantemente que el problema que padece Catalu?a "no tiene solución".
"El Cuerpo Nacional de Policía ?explica- se acaba de replegar. Hay provincias catalanas en los que no hay efectivos ni tan siquiera para expulsar a los reclusos extranjeros una vez que cumplen su condena. Por otro lado, hay una evidente desobediencia civil por parte de un elevadísimo número de ayuntamientos de Catalu?a que le niega a la Policía, única competente en esta materia, el acceso a los padrones municipales, por lo que se ha convertido en misión imposible identificar a los ilegales. Y, por último, el desguarnecimiento de los Pirineos".
Gavilán recuerda datos interesantes para entender la situación que se viven en Catalu?a. Según el Fondo Social Europeo, el 40 por ciento de la población magrebí europea se encuentra en paro. "Además, -a?ade- se trata de un colectivo con poco impulso laboral y altas expectativas de vida. El primer aspecto les dificulta enormemente el acceso al mercado laboral por lo que no pueden ver satisfechas sus aspiraciones y, consecuentemente, surge la frustración. Una frustración que les aboca a inclinarse por opciones religiosas radicales".
En Catalu?a, ya se han producido algunos enfrentamientos en Premiá de Mar, Sabadell, Hospitalet, Tarrasa y Rubí. En estos dos últimos municipios fueron especialmente violentos.
En este contexto, no podemos olvidar que en las últimas elecciones municipales surgió en esta zona un movimiento político ?Plataforma por Catalu?a- cuya principal reivindicación es la ordenación del fenómeno inmigratorio, que obtuvo representación en Vic, Manllen, Cervera, Vendrell y Premiá de Mar.
Crevillente
La Vega Baja de Alicante es otro de los puntos más calientes. Poblaciones como Elche, Orihuela y, sobre todo, Crevillente, padecen una especie de invasión marroquí caracterizada por la imposición y que ha sido muy violenta en esta última población.
Se han producido en el último a?o varios intentos de linchamiento de policías locales por parte de ilegales marroquíes, quienes en dos ocasiones han llegado a volcar vehículos de este cuerpo policial. De hecho, desde hace cinco a?os, permanece en esta localidad una unidad antidistubios de la Guardia Civil.
Finalmente, se ha convertido en un auténtico polvorín la denominada "zona esparraguerra", cuyo epicentro es Santo Domingo de la Calzada y que abarca a localidades navarras, riojanas y alavesa. En cambio, la presión ha disminuido notablemente en Murcia y Almería.