Un coche de la DGT pasa 3 meses en un taller porque nadie paga la reparación
Dos guardias civiles se lo llevaron por la fuerza y a día de hoy la factura de 40 euros sigue pendiente
IGNACIO CABANES. VALENCIA. Uno de los vehículos que la Dirección General de Tráfico (DGT) cede a los distintos ayuntamientos de Valencia para que sus respectivas policías locales lo utilicen en los controles de alcoholemia ha permanecido tres meses parado en un taller de Sedaví porque nadie se hacía cargo del coste de la reparación, según ha podido saber este periódico. Cuarenta euros, ésa era la irrisoria cantidad por la que el vehículo ha estado inmovilizado durante todo este tiempo.
Según fuentes del citado taller, la DGT "se lavó las manos" y todavía no ha pagado el importe de la factura, argumentando que debería ser el ayuntamiento que en ese momento hacía uso del vehículo quien tiene que responder al gasto. Por su parte, el consistorio de Alfafar -que fue el que llevó el coche al taller- alegó al mecánico que no era problema suyo y que el vehículo pertenece a la DGT. A día de hoy nadie ha abonado los 40 euros, precio de la tarjeta con el código de llaves que hacía falta para reiniciar el coche.
El vehículo en cuestión, modelo Fiat Ulysse, ya no está en el taller. Dos agentes de la Guardia Civil se lo llevaron por la fuerza hace unas semanas sin orden judicial alguna ni abonar la factura, según fuentes de este taller de Sedaví. "Enviaron a dos armarios roperos, como para decirles que no", apuntaba un trabajador. "Les expliqué que había una factura pendiente, pero se pusieron serios y dijeron que tenían órdenes de arriba de llevarse el coche", añadió este mecánico.
Fallo en el mando de luces
Todo comenzó el pasado mes de julio cuando la Policía Local de Alfafar, que en ese momento estaba haciendo uso del vehículo cedido por la DGT, llevó el coche a un taller de Sedaví. El motivo era una campaña que la propia empresa del vehículo Fiat había comunicado a sus clientes por un fallo en el mando de luces.
Esta reparación no tenía coste alguno ya que entraba dentro de la garantía de la empresa, tras detectar un problema en las luces en una remesa de coches. No obstante, después de solventar este pequeño fallo el vehículo debía ser reconfigurado y para ello era necesaria una tarjeta con el código de las llaves.
Cuando en el taller preguntaron al Ayuntamiento de Alfafar dónde estaba dicha tarjeta éstos expusieron que no tenían ni idea. Después de 20 días sin que apareciera la citada tarjeta responsables del taller telefonearon nuevamente a Alfafar para pedir permiso y solicitar el código de llaves, informando que su coste era de unos 40 euros.
Sin embargo, una vez finalizado el trabajo y con el coche puesto a punto los responsables del taller se llevaron un inesperada sorpresa, nadie quería hacerse cargo del pago de la tarjeta.
Este vehículo, cedido por la DGT mediante convenio, es compartido por los ayuntamientos de Benetússer, Alfafar, Sedaví y Massanassa. Las policías de varios de estos municipios se interesaron por el coche ya que lo necesitaban para realizar controles. No obstante, en el taller, como es obvio, se negaron a entregarlo hasta que alguien abonara los 40 euros.
Así permaneció durante tres meses hasta que a finales de octubre dos agentes de la Benemérita acudieron al taller a llevárselo sí o sí, ante la incredulidad de los trabajadores.
1.620 euros por la demora
El hecho todavía podía ser más grave si los dueños del negocio hubieran aplicado la normativa que permite desde el pasado 20 de mayo dar de baja un vehículo que permanezca más de dos meses abandonado en un taller. Además, los responsables apuntaron que perfectamente se les podría cobrar los gastos por demora de recogida -18 euros el día-, ya que durante los tres meses el coche estuvo dentro del local ocupando espacio. La factura en ese caso hubiera sido de unos 1.620 euros.