Pues hombre que hay gente en contra de la negociación es evidente. Supongo que no se habrán dado cuenta ahora que lo dices. Sin embargo, eseo no es lo que yo he estado negando; clar que poco importa, porque lo importante parece ser decir algo que pretenda anular la posición crítica. ?Que expongo opiniones de gentes que NO SE SIENTEN REPRESENTADAS POR QUIENES TENDRÍAN QUE REPRESENTARLES PORQUE LA ESTRATEGIA ES CONSTITUIRSE EN PARTIDO O PLATAFORMA POLÍTICA? No importa; se niega el criterio personal y sus opiniones se ponen en mi boca. ?Que comparto su poinión? No importa, a mí también se me despersonaliza y mi opinión es la de un partido. ?Que la AVT se querella contra todo lo que se mueve? No importa; está justificado porque levantar la voz contra quien se aprovecha del dolor de las victimas es ir contra miles de victimas. ?Que quienes se quejan son las propias victimas? No importa; se las ignora y volvemos a buscar a alguien en quien despersonalizarlas. ?Qué es una crítica? Una crítica, sin duda, es el apoyo a un partido político. Pobre argumentación, pero supongo que es el producto no se qué mecanismo de ceguera, que en tu caso, Paco, me desconcierta.
A lo mejor es que Daniel Portero, también pertenece al PSOE y es por eso por lo que dirigió una carta al ABC en la que se leía:
El pasado sábado día 13 de mayo se celebró en Madrid la asamblea que probablemente se ha desarrollado con mayor polémica de todas las realizadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Por primera vez en los 25 a?os de historia de la AVT, se presentaban al cargo de presidente de la junta directiva dos personas con las mismas posibilidades de ganar, José Alcaraz y Pablo Broseta. Alcaraz volvía a presentar su candidatura a la reelección, a pesar de haber indicado, cuando fue elegido por primera vez presidente en junio de 2004, que únicamente permanecería dos a?os al frente de la asociación. Y Broseta, desde Valencia, presentaba su candidatura porque no estaba de acuerdo con las formas de Alcaraz, aunque decía que sí coincidía en el fondo.
Sin embargo, y contrariamente a como se han celebrado otras asambleas de la AVT, el sábado asistieron más de 250 personas, con una representación de voto de casi 750 -un 20 por ciento de todos los asociados-. Es sabido que en muchas de las asambleas anteriores, a las que llevo asistiendo desde 2002, asisten poco más de 150 asociados, entre presentes y representados. En esta asamblea asistieron cuatro veces más asociados, pero nunca antes había observado tanta tensión dentro y fuera del recinto, con los ánimos crispados, miradas desafiantes entre algunos asociados e incluso algún peque?o altercado en las colas de entrada. Me entristecía pensar que toda la campa?a mediática de difamación y calumnias de los dos días anteriores contra el candidato Pablo Broseta hubiera calado con tanta efectividad como para crear una falsa idea de lo que en realidad representa Broseta. Alcaraz y algunos medios de comunicación, a los que antes consideraba más independientes y justos, se habían dedicado durante los días 11, 12 y 13 de mayo a insultar, difamar, calumniar e intoxicar la candidatura de Broseta para que los asociados acudieran a la asamblea a votar a Alcaraz. Según éstos, Broseta era el ?submarino?, el ?tapado? de Pérez Rubalcaba y de Peces-Barba. También se le acusaba de ser una persona que iba a favorecer la negociación con los terroristas de ETA y la excarcelación de los presos etarras.
Lo cierto, sin embargo, es que en la AVT, tras dos a?os de gestión de la junta directiva de José Alcaraz, muchas víctimas nos hemos sentido identificadas con los objetivos de la asociación, pero no tanto con las formas de llevar una asociación supra partidista que siempre se había mantenido independiente respecto a posturas políticas partidarias. La junta directiva anterior, dirigida por mi hermano Luis, logró salvar una asociación que estaba hundida económicamente, saneándola y dejándola con una tesorería de 540.000 euros en poco más de 11 meses de gestión intensa y a veces desagradable. La junta directiva de Luis Portero también reorganizó internamente la Asociación, dotándola de los mejores profesionales -la gran mayoría de los cuales siguen trabajando hoy para la AVT- e igualmente logró recuperar el prestigio y la imagen del pasado de una AVT deteriorada y acuciada por una serie de escándalos económicos que habían reducido a cero el protagonismo de la asociación con mayor número de víctimas del terrorismo de Espa?a.
Como ex miembro que soy de esa junta directiva, discrepo de muchas de las actuaciones de José Alcaraz, que antepone claramente intereses y actitudes personales al interés general de la asociación. No se puede utilizar la AVT para hacer partidismo cuando sus Estatutos lo prohíben expresamente. Es éticamente inaceptable que Alcaraz tenga a su esposa de responsable de los departamentos jurídico y social de la AVT y de presidenta de una asociación jienense de víctimas del terrorismo. Y es definitivamente un escándalo y contrario a los actuales Estatutos de la AVT que el actual jefe de prensa de la AVT, hijo de Gotzone Mora, sea militante de un partido político y tenga un contrato blindado por el que cobra aproximadamente 3.000 euros mensuales. Es escandaloso que Alcaraz haya mentido a los oyentes de bien de la cadena Cope para recaudar 560.000 euros para la AVT, aduciendo que el Gobierno había denegado arbitrariamente durante este a?o subvenciones del Ministerio de Trabajo (Alcaraz sabe que, con arreglo a la ley vigente, no se podía subvencionar a la AVT por tener aún pendiente de justificar las subvenciones de los a?os 2001 y 2002). Es, igualmente, un verdadero disparate que Alcaraz haya confundido las prioridades de la AVT, luchando y disparando más contra el Gobierno que contra los terroristas de ETA, contribuyendo así a polarizar todavía más el ya de por sí enconado debate político sobre la política antiterrorista. A las manifestaciones de la AVT no les ha faltado razón, pero resulta descabellado que Alcaraz haya descuidado la atención a las víctimas del terrorismo y la lucha en los tribunales de justicia contra ETA y todo su entramado, gastándose mucho más en esas concentraciones y manifestaciones contra el Gobierno que en programas de asistencia social o jurídica.
Broseta se presentaba con el aval de su familia -es hijo del que fuera senador de UCD asesinado por ETA en 1992 y por tanto muy difícilmente podría ser un ?tapado? del PSOE-, con la intención de buscar la unidad y el consenso de las distintas asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo para superar el actual clima de desunión que no es sino consecuencia de los personalismos de unos y otros. Estaba de acuerdo con Alcaraz en el fondo -en lograr acabar con el terrorismo con un escenario de vencedores (las víctimas) y vencidos (los terroristas)-, pero no en las formas partidarias de un Alcaraz que nunca aceptó que pudiera presentarse a las elecciones de la AVT otra candidatura limpia e independiente tan legítima como la suya. Las elecciones a la AVT de 2006 pasarán a la historia empa?adas por la crispación de una campa?a mediática fuertemente politizada.
Tras el terrible atentado del 11-M, algunos medios de comunicación denunciaron -no sin razón- la influyente campa?a de intoxicación mediática de los días previos a las elecciones generales de marzo de 2004, que provocó que muchos espa?oles cambiaran el sentido de su voto. Sé que lo que ahora voy a decir es fuerte pero, en mi opinión, se ha vuelto a repetir la historia durante los días previos a las elecciones de la AVT, con un Alcaraz que con la connivencia de algunos medios informativos manipularon la opinión de muchos asociados por temor a que pudiera perderse para la lucha antiterrorista a una persona igual de válida que cualquiera de los otros asociados que pertenecemos a la AVT.
Puedes seguir negando lo evidente, Paco, no entiendo por qué lo haces, pero como otras veces he dicho, la realidad es tozuda y acabarás viendo, aunque no lo reconozcas.
Salud y suerte.