UFFFFF _Fumón_2 COMO ESTA EL PATIOOOOOO
Un error policial en Playa de las Américas hizo que lo que inicialmente fuese un homicidio por violencia de género se convirtiese luego en un accidente casero
La Policía se confundió e hizo que el juez decano mantuviese encerrado a un inocente
EDDC.NET | SANTA CRUZ DE TENERIFE
La comisaría de Playa de las Américas.
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Vamos a contar algo que nunca debió ocurrir, pero que finalmente ocurrió. Una cadena de errores policiales, unos más graves que otros, llevó a la delegación del Gobierno a dar una información falsa sobre un supuesto homicidio por violencia de género en el Sur de Tenerife, cometido sobre una mujer de nacionalidad británica, información que luego se mantuvo sin demasiadas variaciones para ocultar este despropósito policial, cuyo último responsable es el comisario de Playa de las Américas y sobre todo para proteger al juez decano, el cual, dejándose llevar por todo este disparate, mantuvo al principal sospechoso más de cinco días en los calabozos de comisaría y que apareciera como presunto autor de un delito que no cometió y que no llegó a más, porque la cordura y el Sindicato Unificado de Policía (SUP) estuvieron finos y a tiempo.
Y todo tiene su origen en un jefe de Policía Judicial, un power dentro de la comisaría, que hace y deshace y que tiene al comisario en sus manos. Cuando los agentes, mandados por esta persona, llegaron al domicilio de la víctima y vieron la sangre, los golpes e iniciaron las primeras gestiones, determinaron que era un homicidio y que la mujer había fallecido golpeada, involucrando en este diagnóstico al forense, que dijo inicialmente que podía haber pasado así y buscaron inmediatamente a la persona más cercana, que era su compa?ero sentimental, que tenía en sí todos los boletos para que le cayera un marrón. Y así fue, lo detuvieron. Y lo hicieron sin que los agentes de Policía Científica hiciesen todo su trabajo, que es además condición sine qua non para determinar que es lo que había pasado.
El jefe de Policía Judicial así se lo comunicó al juez del número 7, que es el decano, Nelsón Díaz Frías, que al ver que el detenido tenía historial de malos tratos y que no se habían tomado medidas cautelares y ante la posibilidad de que se hubiera cometido un fallo, mantuvo su detención más allá de las 72 horas permitidas, para que la Policía Nacional hiciese su trabajo. Y todo comenzó a desmoronarse. Cuando los de Científica comenzaron a mirar bien este asunto, se dieron cuenta que la hipótesis inicial, la de un jefe policial enloquecido y llevado a buscar méritos se iba derrumbando poco a poco. De entrada el bate de béisbol jamás existió, solamente en su imaginación y la delegación del Gobierno lo repitió una y otra vez y tampoco arma homicida, porque no hubo homicidio. Después se agarraron a un palo de golf, pero éste se reveló como de juguete y cuando se lo ense?aron al comisario de Las Américas, éste se escondió detrás de la mesa, al ver como se hundía la versión de su hombre de confianza.
Los agentes descubrieron que la víctima era alcohólica y que esa noche se había caído en la calle y se había hecho da?o, como corroboraron varios testigos y que dada su debilidad corporal, debió haber sufrido otra caída en su casa, lo que le provocaría la muerte de manera fulminante. Y eso fue lo que paso. La versión que contó el detenido, L.R, era verdad y de la buena. Él no estuvo, ella lo llamó para que le trajese bebida y él no fue y por la ma?ana cuando llegó con unos amigos y amigas se encontró con todo este asunto. Y nada más. El juez ante esta cadena de disparates policiales y para no verse perjudicado, lo dejó de manera inmediata en libertad, pero lo dejó imputado por si acaso, pero con la idea de archivar todo esto, ya que el informe definitivo confirmará la versión de la Científica, que es la válida.
Pero lo mejor viene ahora. Este asunto ha llevado a que los mandos de la comisaría Sur de Playa de las Américas, totalmente ajenos a los nuevos aires en la Jefatura Superior, se estén protegiendo unos a otros y que quieran cargarle el mochuelo al de la Científica que trató el caso y dejar al de Policía Judicial, especialista en estas historias, con las espaldas cubiertas y de paso cubrirle la espalda al juez decano que cometió este tremendo gambazo y eso que es un tío serio. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) que ha seguido de cerca este caso, comunicó este asunto a la jefa Superior de Policía que se interesó por todo esto y dio las consabidas instrucciones al comisario provincial.
?Y que pasó? Lo de siempre. Cuando el monarca que quiere cambios y reformas movió ficha, la maquinaria policial se puso en marcha y el provincial se desplazó hasta la comisaría de Playa de las Américas, se metió quince minutos en el despacho del comisario y de allí no salió. Y cuando lo hizo ni habló con nadie, ni pidió papeles y solamente dejó instruido la orden de abrir una información reservada. ?Eso es todo? Pues si. En Tenerife no hay interés en cambiar nada y cuando la nueva jefa, que quiere cambiar, quiere introducir eficacia y modernizar la anquilosada estructura policial, se da la espalda, todos los mandos hacen de su capa un sayo y juegan con sus ordenes, la interpretan a su manera y las hacen perder en medio de trámites, imposibilidades y otras zarandajas, diluyendo su efecto. Va a ser una guerra muy dura. Y hay mucho en juego. Y la delegada del Gobierno no ayuda nada al mantenerse siempre al margen de todos estos asuntos, tanto que su gabinete de comunicación, días después de saberse cosas, siguió con la historia del inexistente bate de béisbol y la prensa nacional contando a la inglesa como una víctima más de la violencia de género.