Los sindicatos convocan la primera ‘huelga a la japonesa’ de la Ertzaintza
Desde el lunes, serán tan puntillosos en sus actuaciones que esperan colapsar el servicio
La mayoría sindical de la Ertzaintza (Erne, Esan, Sipe y Euspel) promoverá a partir del próximo lunes 14 de mayo una huelga a la japonesa, la primera de estas características en los 30 años de historia del cuerpo. Afectará a prácticamente todas las unidades en protesta por los recortes en el sueldo y en otras condiciones laborales que se han venido aplicando desde 2010 como al conjunto de funcionarios.
La iniciativa consiste en que los agentes, que no tienen reconocido el derecho a huelga, completen cada una de las tareas encomendadas de una forma tan puntillosa, sin pasar por alto nada de lo estipulado en los protocolos operativos, que sea imposible que se atiendan todas las intervenciones programadas durante el día. «Seremos absolutamente escrupulosos con la calidad de nuestro trabajo. Queremos tumbar el sistema de productividad por objetivos», explicó ayer un portavoz del sindicato Erne, que avanzó en conversación con este periódico que la convocatoria es «indefinida» y que se suma a otras protestas ya en marcha, como la huelga encubierta de multas de Tráfico que arrancó la pasada semana.
¿Cómo puede afectar esta huelga a la japonesa al servicio? Los convocantes aportaron algunos ejemplos. En caso de accidente de tráfico, las patrullas de la Ertzaintza, en muchas ocasiones, se marchaban y dejaban en manos de los implicados la formalización del parte amistoso. Ahora, «se acercarán al ciudadano, le saludarán, le preguntarán qué tal está, señalizarán el lugar con un montón de conos y otros indicadores, le ayudarán con el parte y se quedarán hasta que esté todo resuelto».
En el supuesto de un agente que esté recogiendo denuncias,
rellenará hasta la última coma del formulario, haya la cola que haya y genere el retraso que genere. Los ertzainas de paisano, escoltas o personal de investigación, por su parte, no rebasarán nunca los límites de velocidad en carretera aunque tengan autorización para ello como los uniformados y se lo requieran sus mandos. Si todo esto se sigue a rajatabla, aventuran los convocantes, el sistema se colapsará.
Y es que la Ertzaintza trabaja con un sistema de tareas preestablecidas y muy tasadas que es herencia del anterior Egunsentia. Antes de cada turno o bien durante la patrulla mediante los ordenadores de a bordo, los agentes reciben una serie de indicaciones horarias que no se pueden saltar excepto en casos de emergencia. Este sistema no llega al extremo del de la Guardia Civil, que fija hasta el mínimo de multas que se tienen que interponer. También en algunos zonas de España las unidades de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía han recibido instrucción para detener a una cantidad mínima de extranjeros indocumentados. La campaña, bautizada como Egunsentia a la japonesa, ha sido pactada por los sindicatos Erne, Esan, Sipe y Euspel. De esta unidad de acción sindical se ha caído ya ELA, segunda central por afiliados y representatividad en la Policía vasca. Tampoco secunda las movilizaciones CCOO. Hasta la fecha, ELA se había sumado al cuarteto de sindicatos corporativos en varias ocasiones pero, como adelantó este periódico en su edición del domingo, las otras cuatro centrales decidieron romper relaciones con ELA como consecuencia de la filtración de un escrito interno. En él, se tildaba de «payasos», «arrastrados» o «palmeros» a miembros de Esan y Sipe.