«Si me ocurre a mí no lo cuento» BALAS CONTADAS
Día 06/02/2011
Los agentes municipales usan proyectiles de 9 milímetros
Los agentes de Policía Local tiene la munición tasada: cien proyectiles al año y no pueden tener fusil. En cambio, se da la paradoja de que los cazadores utilizan cargas más potentes y pueden comprar entre mil y cinco mil balas al año según el tipo de arma.
La Policía Local tiene vedado el uso de armas largas. Usan revólveres de seis cartuchos y las balas son siempre de 9 milímetros. En el mercado negro, los infractores adquieren todo lo que desean y lo manipulan para causar más daño.
Se enfrentan a bandas con kalashnikovs y fusiles de asalto Pruebas reales
Las prácticas se realizan en una gelatina especial con una resistencia y densidad similar a la del cuerpo humano Los delincuentes siempre van por delante de la Policía. Ésta, cada vez más, se enfrenta a miembros de peligrosas bandas organizadas que usan kalashnikov, fusiles de asalto y revólveres. Es un combate desigual en el que se sienten limitados. De ahí, la necesidad de utilizar armas largas, de la formación y la unificación de criterios, indicó Juan Santadreu, responsable del departamento de Armas de Tiro en Llucmaior. Una opinión que es compartida por sus compañeros.
«Viví una situación límite. Fue en 2007 y de no tener los conocimientos adecuados no habría salido vivo de ell. Así lo explica un agente municipal gaditano. Fue arrastrado por un individuo al que trató de identificar por circular a velocidad excesiva. Éste huyó dejando la puerta abierta y arrastrando al policía 50 metros marcha atrás; por suerte pudo aferrarse a duras penas a la ventanilla para no acabar en los bajos del vehículo. En su camino, impactó con diez coches aparcados. Sufrió unas lesiones gravísimas. Al final, su pericia hizo que pudiera sacar su arma reglamentaria y disparar al conductor, quien se dio a la fuga. Era un delincuente con múltiples antecedentes y con una orden de busca y captura internacional. «Menos mal que te ha ocurrido a tí, yo no lo habría contado», le dijo un compañero. ¿El motivo? Haber sabido usar su arma con cabeza. El tribunal médico dictó su incapacidad permanente parcial. El año pasado él, todo un experto en tiro defensivo, fue uno de los alumnos del primer curso de instrucción de la Academia regional de Policía Local. «Es muy bueno, emplea técnicas sencillas, nada complejas para salir airoso lo antes posible de cualquier enfrentamiento o situación de peligro teniendo en cuenta los cambios fisiológicos que el organismo experimenta en una situación de estrés».