05/08/2011 - laSexta|Noticias
Jack el Destripador era policía
Tras muchos años de estudio, un grafólogo ha llegado a la conclusión de que bajo el pseudónimo del asesino más famoso de la historia se escondía el inspector de Scotland Yard Frederick George Abberline.
En "Jack el Destripador. El asesino más inteligente de la historia", José Luis Abad y Benítez explica que ha llegado a esta conclusión tras analizar la letra de cartas escritas por el inspector que investigó todos los crímenes del célebre Destripador.
Abad estudió la escritura de las memorias del inspector y del diario que se atribuye a un algodonero de la ciudad inglesa de Liverpool, pero que a juicio del autor de este libro es obra de Abberline, que falleció con 86 años y era muy inteligente.
Los siete asesinatos que se atribuyen a Jack el Destripador se cometieron durante diez semanas del otoño de 1888 y las víctimas eran prostitutas a las que mutilaba, sobre todo a la última, Mary Jane Kelly.
José Luis Abad, de 84 años, indicó que es imposible saber cuántos asesinatos cometió Jack el Destripador y destacó que la firma de Abberline en sus memorias fue lo que le llevó a la conclusión de que era el mítico criminal.
El autor de la obra contrastó la rúbrica con la letra del diario que se atribuye al algodonero de Liverpool, y en el que se citan en 24 ocasiones el nombre del inspector.
José Luis Abad concluyó el libro en 2005 y ha resumido mucho los datos que tiene porque de lo contrario cree que no tendría tiempo de terminarlo y no quiere llevarse el secreto a la tumba.
Hijo bastardo de la realeza
La motivación para cometer los crímenes, a juicio de José Luis Abad, era asesinar a su madre en el cuerpo de las prostitutas, pues indica que era hijo ilegítimo de un hombre de la realeza.
Abberline era ilegítimo y la reina Victoria I sabía quién era el padre biológico, pero ignoraba que el inspector era Jack el Destripador.
En el libro, José Luis Abad explica que presenta 454 muestras entre indubitadas (auténticas) y dubitadas, aunque "en reserva" hay unas mil más para comprobar su teoría de que el inspector de Scotland Yard Frederick George Abberline era Jack el Destripador.
Abad opina que Jack el Destripador tenía una inteligencia superior y el libro, que el autor terminó el pasado mes, concluye con la leyenda "La escritura no miente", del precursor de la grafología emocional objetiva, Rafael Schermann