Las ''alegaciones verbales'' bastaban para retirar multas de la Policía Local de Lugo
23/01/2010 - Miguel Olarte / El Progreso (Lugo)
Las declaraciones ante la jueza de los cinco primeros policías locales de Lugo imputados por la retirada fraudulenta de multas ya dejan ver cuál será la principal vía de defensa de buena parte de ellos: la existencia de alegaciones verbales por parte los denunciados que derivaban en la anulación de la sanción. Esta vía de defensa se refuerza, hasta el momento, con otras dos: la supuesta responsabilidad del Ayuntamiento, que habría dado su conformidad al sistema de funcionamiento, y la presunta responsabilidad última del departamento de tramitación de sanciones, con el imputado Antonio Balea al frente.
Otros tres agentes imputados declararon este viernes en el juzgado de instrucción número tres. Dado que en esta ocasión cada uno de ellos estaba representado por un letrado diferente, sus respuestas no fueron en absoluto coincidentes. Sin embargo, sí hubo puntos en común; el principal de ellos las "alegaciones verbales".
El sistema, declararon, funcionaba así: un agente ponía una sanción, por ejemplo, por estar estacionado en un sitio prohibido, pero el conductor no estaba presente; ese mismo día o días después, el denunciado se presentaba en el cuartelillo de la Policía Local para hablar con el policía denunciante, o con cualquier otro si éste no estaba, y le contaba verbalmente sus alegaciones o le presentaba la autorización que le permitía estar estacionado allí; si el agente aceptaba dichas alegaciones, lo comunicaba al departamento de sanciones o él mismo escribía en la multa que no tenía inconveniente en retirarla.
Pero si el policía que escuchaba las supuestas alegaciones verbales no era el mismo que había puesto la denuncia, o bien llamaba a éste para explicárselo o bien se lo comunicaba directamente al departamento de sanciones, que las anulaba. Según uno de los interrogados este viernes, ésa es la explicación de los números de identificación de los agentes, o directamente del nombre, que aparece en los boletines anulados: corresponden a los que recibieron la explicaciones verbales de los denunciados.
Sin embargo, otro de los interrogados, al igual que los dos que declararon el jueves, negó saber por qué figuraban dichos datos en las sanciones retiradas, ya que ellos no tenían control alguno una vez que la unidad de tramitación de multas se hacía cargo de ellas, por lo que pudo ser cualquiera de los funcionarios de este servicio el que hizo las anotaciones. Es más, afirmó que pudo ser cualquier policía o persona ajena al cuerpo, ya que, según sus palabras, cualquiera podía entrar en el cuartelillo porque no había vigilancia.
Según las fuentes jurídicas consultadas, aceptar alegaciones verbales no es una práctica habitual en ninguna administración, si bien podrían incluso ser justificables en casos excepcionales. Pero incluso en ese supuesto, el agente denunciante debería haber incluido en su informe por escrito dichas alegaciones y copias de la documentación presentada, porque es su responsabilidad probar que esa alegación existe.
Multa a la jueza
Según explicaron fuentes que presenciaron el interrogatorio, uno de los momentos más curiosos de la toma de declaración de uno de los imputados llegó cuando éste explicaba a la jueza, Estela San José, a qué se refería con las alegaciones verbales. En ese momento, le recordó, con la fecha exacta, que ella misma había aparcado su coche en el lugar reservado para los juzgados sin tener la tarjeta de permiso visible. Por ello, le espetó ante el estupor de la magistrada, los agentes subieron a buscarla al juzgado antes de ponerle la multa, y la jueza pudo ense?ar su permiso y evitar la sanción.
Pero la sorpresa de la jueza debió de ser aún mayor cuando este mismo testigo, mientras explicaba los distintos sistemas que ha usado la Policía Local para tramitar las multas, aseguró que todo funcionaba mucho mejor antes y que ahora es "un desbarajuste", sobre todo desde que la jueza ordenó la entrada y registro de la sede del cuerpo policial.
Firma falsificada
Menos divertida resultó la situación para otro de los imputados que declaró este viernes, acusado de retirar cinco sanciones. Cuando la jueza se las mostró, en dos de ellas no pudo reconocer su firma y aseguró que otros la habían falsificado. Según algunas de las personas que lo presenciaron, la falsificación era evidente por lo burdo.
El acusado de coacciones lo niega
El delegado sindical de CC.OO en la Policía Local que fue acusado por el Concello de participar el jueves en un enfrentamiento con insultos con un administrativo de sanciones y de coaccionar al director general de la Policía Local negó este viernes la versión de los hechos ofrecida por el Ayuntamiento, que anunció que llevará el caso a los juzgados y que le abrirá un expediente administrativo.
Según la versión del Concello, este agente habría protagonizado los hechos junto a otro sindicalista, el presidente de la junta de personal del Ayuntamiento, que también negó el jueves los hechos.
Billy el Ni?o
Según la versión del delegado sindical de CC.OO., "no pasó nada de lo que dicen". Respecto al supuesto enfrentamiento con el director general en plena calle, aseguró que éste pensó que estaba hablando con él cuando en realidad se estaba dirigiendo a otros dos miembros de la junta de personal que estaban justo detrás. Y respecto al otro incidente, explicó que tanto él como su compa?ero lo único que hicieron fue recriminar al encargado de la unidad de sanciones que hubiese hecho llorar a una compa?era al comunicarle que estaba imputada por retirar multas. "Hubo un poco de follón y nada más", aseguró, "y ahora parece que quiero matar a alguien, como si yo fuese Billy el Ni?o".
Testigo
Por su parte, el portavoz del BNG, Xosé Anxo Lage, afirmó este viernes que él mismo fue testigo de cómo hace un mes ambos delegados sindicales "faltaban al respeto" a un compa?ero.