Colonia Jardín
Lo drogan con burundanga y le roban 6.000 euros de la cuenta El hombre, de 82 años, fue secuestrado por dos personas que lo llevaron a una sucursal de su banco
LAURA MOSCOSO Madrid
Actualizado: 13/07/2014 00:42 horas
Epifanio Perdices Ortega salió de su casa como hace todos los días cercanas las 10 de la mañana. El hombre de 82 años se dirigía al Centro de Jubilados del barrio de Colonia Jardín a jugar cartas y buscar conversación con amigos, pero no llegó.
Cuando caminaba por la calle Villaviciosa fue interceptado por un coche con dos hombres a bordo que se le acercaron y lo metieron en el vehículo. Lo llevaron hasta Pozuelo de Alarcón a una sucursal del banco donde tiene cuenta Epifanio. Allí el anciano retiró 6.000 euros en efectivo que le entregó a los dos hombres. Estos se marcharon y Epifanio tuvo que volver andando a su casa.
En la residencia lo esperaba su hijo Álvaro, extrañado de que pasadas las 15.00 horas su padre no estuviera de vuelta. Álvaro notó a su padre enrojecido y confundido, y aunque a esa edad a Epifanio «se le lían un poquito las cosas», el despiste no era normal.
Fue entonces cuando el padre le contó al hijo lo poco que recordaba sobre lo sucedido. Cuando Álvaro le preguntó por qué había hecho aquello, Epifanio solo pudo contestar: «Me lo estaban pidiendo, ¿qué quieres que hiciera?».
No fue hasta la noche cuando fueron al Hospital Clínico y los médicos lo examinaron que ambos se enteraron que Epifanio había sido intoxicado con burundanga, una droga que atonta a quien la ingiere y se pierde la voluntad. El anciano no recuerda cómo lo drogaron.
«Te convierte en una especie de cordero», comenta Álvaro sobre el estado en que la droga dejó a su padre durante el viernes y el sábado cuando estuvo internado en el hospital recibiendo suero y bajo observación.
Denuncia
Padre e hijo fueron a la Comisaría de Distrito de Madrid-Latina a denunciar lo sucedido y, a pesar de las lagunas de la memoria de Epifanio, el hombre asegura que los individuos que lo montaron en el coche rondaban los 40 años y eran españoles.
Su hijo Álvaro ha hecho una ampliación de la denuncia esperando que los agentes intervengan para solicitar los vídeos de las cámaras de seguridad de la sucursal de Pozuelo, pero no ha recibido respuesta una semana después del suceso.
«Ahora tengo un problema con el banco», dice Álvaro que es titular de la cuenta de su padre. Desde hace años tiene una anotación en el sistema bancario para que a su padre no se le pueda despachar más de 100 euros y ahora la preocupación es la restitución del dinero.
El día de la intoxicación, Epifanio retiró 60 veces más la cantidad autorizada y lo hizo en una sucursal distinta de la que es cliente. Su hijo indagó con la ex directora de su sucursal habitual y ésta le confirmó que la anotación había sido removida del sistema, pero no le pudo decir por qué. Álvaro ha quedado a la espera de una investigación interna del banco.
«Quiero hacer un poco de ruido porque estoy en mi derecho», dice el hijo de Epifanio mientras cuenta que ha enviado una «reclamación por fallo y error de procedimiento interno» a la sucursal de Pozuelo de Alarcón ubicada en la calle Europa, 2.
Una sustancia tóxica
La burundanga es una sustancia tóxica que altera el sistema nervioso central de quien la ingiere. Los efectos más comunes de este estupefaciente son la pérdida de voluntad del intoxicado y amnesia temporal. Es una droga que se utiliza generalmente para cometer robos y violaciones. En muchos de los crímenes denunciados las víctimas habían sido drogadas en lugares públicos muy transitados.
Así sucedió en el caso reseñado en la prensa en 2012, donde un hombre con síndrome acondroplasia -enanismo- fue arrestado por haber violado a varias mujeres después de haberlas intoxicado con burundanga.
El hombre se acercaba a las víctimas presentándose como un chamán y les entregaba periódicos rociado con la sustancia tóxica. Las mujeres, entonces, procedían a acompañar al individuo a su residencia, donde éste abusaba de ellas.