Vanesa, la agente fallecida, acababa de ser madre
Es una de esas historias que a nadie dejan indiferente. Una mala jugada del destino. Muy mala. La peor. Vanesa L.C., la agente de policía fallecida hoy en el atraco a una sucursal bancaria de Abanca en Vigo, tenía 36 años y acababa de incorporarse de una baja maternal. A pesar de que hechos como el ocurrido hoy, un atraco que termina en un tiroteo con dos víctimas mortales y varios heridos, no eran lo habitual en su rutina de trabajo, había solicitado no continuar en el grupo en el que trabajaba hasta hoy, la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) del Cuerpo de Policía Nacional, para incorporarse a un destino quizás menos peligroso.
La labor de estos grupos operativos pasan por la prevención de la delincuencia; actuaciones singulares ante un eventual crecimiento de determinadas actividades delictivas; despliegues como consecuencia de la detección de "puntos negros"; mantenimiento del orden público y la seguridad ciudadana; dispositivos de seguridad en concentraciones, manifestaciones, espectáculos públicos, eventos sociales pacíficos u otras concentraciones de masas; colaboración con otras unidades e instituciones o intervención en cualquier situación que requiera una actuación inmediata, hechos imprevistos de gravedad... como podría ser el atraco de hoy.
En total, en torno a 2.0000 agentes forman partes de estos grupos repartidos por prácticamente todo el territorio nacional.
