«Mi bebé ha nacido por segunda vez»
Un crío de 16 meses sin apenas respiración, un padre roto por la situación, una ambulancia que no llega y dos policías locales imprescindibles para lograr la supervivencia del pequeño
JOSÉ R. VILLALBA
Miércoles, 15 septiembre 2021, 12:53
Un padre roto porque su bebé de 16 meses no reacciona después de practicar una maniobra de Reanimación Cardio Pulmonar –RCP– al pequeño, apenas pasaban tres minutos de las 21.30 del pasado 7 de septiembre en el parque comercial Granaita. La zona estaba bastante concurrida.
«Nos encontramos al padre con el pequeño en los brazos y con el rostro descompuesto. Valoramos la situación en cuestión de segundos, decidimos no esperar a la ambulancia y montamos al bebé en el coche junto al padre para llevarlo al hospital». Las palabras son de Rafael, el policía local de Pulianas, que junto a Diego, el otro agente del mismo cuerpo, fueron muy importantes para salvar la vida de un pequeño de 16 meses que se encontraba inconsciente y sin apenas respiración.
Los profesionales sanitarios del Hospital Materno Infantil fueron los artífices de que el crío sobreviviera, pero sin la celeridad de la actuación policial poco o nada se hubiera podido hacer.
IDEAL habló ayer con estos dos policías locales de Pulianas para tratar de reconstruir aquellos momentos, con sus dos caras: la angustia de no saber si iban a llegar a tiempo al hospital para ingresar al pequeño con vida y la satisfacción del trabajo bien hecho. «Fuimos los primeros en llegar y no esperamos a nadie.
Pusimos rumbo al Materno Infantil por la Avenida de Joaquina Eguaras, parecía que estábamos haciendo un rallye por la velocidad a la que íbamos. Sabíamos que la vida del crío era cuestión de minutos o de segundos, de llegar a tiempo al hospital», advierte Diego. El trayecto se hizo largo pese al corto espacio de tiempo empleado en recorrerlo.
«El padre iba montado en el asiento de atrás con el pequeño. Yo iba hablando por teléfono con un médico del 061 para informar de cómo evolucionaba el bebé, si tenía pulso, si respiraba o si iba consciente; cuando llegamos al Materno Infantil, había un equipo de profesionales sanitarios esperando la llegada del bebé».
Rafael y Diego se quedaron esperaron hasta que un médico les informó de que el bebé había ingresado con vida. «Mi compañero y yo nos dimos un fuerte abrazo. Fue muy emotivo porque en ese momento descargamos toda la adrenalina acumulada», explica Rafael.
La sorpresa de los dos agentes fue la despedida recibida en la puerta del Materno Infantil cuando se marcharon en el coche. «Allí salieron un montón de personas y empezaron a aplaudirnos. Nos quedamos de piedra porque nunca te esperas una señal de agradecimiento tan grande».
El padre del bebé aseguró ayer a IDEAL que estará «eternamente agradecido a la pareja de policías locales de Pulianas», al personal de vigilancia privada del parque comercial Granaita y a muchos particulares que se volcaron con ellos.
Habla el padre
«Somos de Guadix y habíamos decidido quedarnos a cenar en el parque comercial. Estábamos mi mujer, yo, mi hijo mayor Carlos y el pequeño. Todo sucedió muy rápido, mi hijo pequeño comenzó a convulsionar, perdió el conocimiento y apenas respiraba.
Yo le hice maniobras de reanimación, pedimos una ambulancia y nos dijeron que no había en ese momento, por eso cuando aparecieron los policías locales vimos el cielo abierto». José Antonio, el progenitor del bebé, asegura que ha visto «nacer por segunda vez» a su bebé y subraya que momentos tan duros como los vividos el pasado 7 de septiembre «no los podrá olvidar nunca».
El pequeño comenzó a dar señales de vida cuando los facultativos del servicio de Urgencias del Hospital Materno Infantil le comenzaron a proporcionar medicamentos al bebé por vía intravenosa. «Tardó unos seis o siete minutos en comenzar a llorar desde que ingresó por la puerta. En ese momento vi la luz. Yo fui todo el camino rezándole a la Virgen de la Piedad para que no le pasara nada». Todo salió bien.
El bebé tenía un cuadro febril que le hizo convulsionar y perder la conciencia. «Estuvo ingresado casi 24 horas y en estos momentos le estamos administrando antibióticos, pero se ha recuperado muy bien».
Un par de zapatos nuevos
Los servicios de vigilancia privada del parque comercial Granaita trasladaron a la madre del bebé y al otro hijo del matrimonio hasta el hospital. «Todo el mundo se portó muy bien. Mi hijo Carlos perdió uno de los dos zapatos en el trasiego del momento y hubo un ciudadano que se metió en una tienda para comprarle un par de zapatillas para que el crío fuera con calzado en los dos pies».
Los dos policías locales, con más de 16 años de servicio a sus espaldas cada uno, aseguran que han sido requeridos para servicios complicados en muchas ocasiones, pero ninguno como este.
«Cuando escuchas por la radio que se trata de un bebé y que tiene complicaciones serias, lo dejas todo. En ese momento, pasas de cero a doscientas revoluciones.La suerte se alineó con nosotros ese día y quiso que todo saliera bien», subraya Diego, uno de los dos agentes de Pulianas.
El padre del bebé recuerda aquellos momentos con muchísima angustia, mientras agradece una y otra vez, durante la conversación, la acción de los dos agentes, de los profesionales sanitarios del Hospital Materno Infantil y de todos aquellos que pusieron su granito de arena para que el pequeño lograra superar el problema de salud.
Los dos policías locales de Pulianas suelen llamar ahora al padre del bebé para saber cómo evoluciona el crío. «Ojalá nunca más nos encontremos con un servicio tan duro como este».