La opinion de Malaga
TRIBUNALES
El acusado dice que el informe sobre Agüera no se hizo por seguridad
Tanto el procesado como el redactor del documento coincidieron en que su relación profesional era tensa
JOSÉ ANTONIO SAU. MÁLAGA El intendente de la Policía Local J. A. F. M., acusado de haber filtrado un informe sobre las actividades privadas de la ex edil del PP Rosa Agüera, aseguró ayer durante el juicio que se sigue por el caso que él nunca filtró el atestado a la prensa y afirmó: "Llevo 20 a?os en servicios de seguridad y eso no era un informe para mejorar la seguridad de la Agüera, era un relato de una serie de actividades en las que la Policía Local no debe meterse, ese documento debe ser un informe sobre el riesgo".
La Fiscalía pide para él tres a?os de cárcel y otros tantos de inhabilitación al considerarle responsable de haber filtrado a la prensa, en mayo de 2005, informes confidenciales en los que se relataba la vida privada de la concejal. Sin embargo, el juicio se ha aplazado hasta el 29 de noviembre al faltar dos testigos por declarar.
El acusado aclaró que cuando se hizo el informe, en marzo de 2005, él se encontraba de baja. Y reconoció que el mismo se le entregó el 30 de ese mes por parte de su autor, el entonces cabo Rafael Rubio, quien elaboró el atestado basándose en las declaraciones de varios escoltas de Agüera.
Tras hacerse con el informe, a las 9.00 horas de la ma?ana, lo metió en un cajón sin llave y salió a inspeccionar una unidad, volviendo a las 13.00 horas, cuando llegó a su despacho y firmó el documento. Además, relató cómo tenía una evidente enemistad con Rafael Rubio, sobre el que dijo que sus actuaciones fueron deficientes en el caso de unos militares británicos que fueron sorprendidos por la Policía Local en una playa de la capital y en el caso de una mujer maltratada a la que retrató, casos que se publicaron detalladamente en la prensa aquellos días.
Rafael Rubio, por su parte, explicó que elaboró el informe tras recibir las quejas del escolta, que quería cambiar de unidad, y que sacó dos copias del mismo, una que entregó al superintendente, Pascual Sánchez Bayton, y otra que se quedó él y que guardó en su armero. Además, defendió que el documento se confeccionó por seguridad. "Lo guardé en el armero porque allí no había caja de seguridad", recalcó. Es más, en la sede del Gemac había un armario que, según algunos agentes, tenía rota la cerradura y en el que se guardaban las llaves de los concejales. Este agente reconoció que su relación con el acusado no era la mejor. Una policía local aseguró haber escuchado a Rubio decir: "Lo voy a echar de la Policía Local".
Reunión. En cualquier caso, el intendente prohibió a Rubio seguir despachando los temas con Bayton y firmar documentos, y el mismo 4 de mayo hubo una reunión en el despacho de Carlos Rubio, entonces director de Seguridad del Consistorio, en la que participaron todos los que intervinieron en la tramitación del documento, a la que el acusado no acudió.