Kim Kardashian va a reventar Internet con esta portada
Kim Kardashian está harta de su culo16.12.2014 - hace 6 horas
Nadie controla los ritmos de Internet como Kim Kardashian. Cuando todavía no nos habíamos recuperado de la portada luciendo culo en Paper Magazine, ahora la socialité más famosa del momento reniega de sus curvas y dice que quiere un cuerpo más normal. ¿En qué quedamos? ¿Vamos a conocer a una nueva Kim Kardashian sin culo? ¿Se ha asustado ella misma al verse en sus últimas fotografías? ¿Ha terminado la era del trasero?
Kim Kardashian, la reina de los realities, la mujer que mueve más dinero gracias a su imagen, la cara visible de una de las familias más populares de Estados Unidos, la mujer de Kanye West, la madre de North West, la propietaria del culo más impactante de la historia de la humanidad, sabe cómo mantenernos en vilo. Cada uno de los movimientos de la estrella se convierte en noticia, por muy nimio y absurdo que sea. El público quiere Kardashians y los quiere ya.
Hace pocos días, Kim desmentía, a través de un selfie, que hubiese iniciado los trámites de divorcio ante las ausencias recientes de Kanye West -que prefirió irse a París antes que pasar el día de acción de gracias con su mujer y su hija-, pero eso no es nada en comparación con sus últimas declaraciones. Atención: ¡Kim está harta de su culo y quiere uno nuevo! ¿Cómo se han quedado?
¿Podría quedarse Kim sin sus curvas?
Resulta que la socialité aprovechó el spin off del reality que están grabando sus hermanas -Kourtney & Khloe Take the Hamptons- para comentar que veía el culo de Khloé demasiado voluminoso y que debería perder unos kilos. Scott Disick, el marido de Kourtney, atónito, respondió que las Kardashian son famosas por sus culos y que si pierden esa parte del cuerpo, seguramente también perderán todo el dinero, y ahí es cuando saltaron todas las alarmas. “Me da igual, quiero un culo plano ahora”, sentenció Kim.
Imaginamos a centenares de telespectadores sufriendo un infarto al escuchar las palabras de la socialité -y a Kanye West firmando los papeles del divorcio-. ¿Qué podemos esperar de la vida si las Kardashian deciden volver a su tamaño de trasero normal? ¿Dónde irán a parar todos esos millones de dólares que la gente está invirtiendo en prótesis para igualar las redondeces de Kim? ¿Qué va a ser de la propia socialité?
No puede permitirse el lujo de perder el culo
“Quiero pensar que Dios lo hacía por alguna razón, que él estaba pensando: 'Kim, tú crees que estás buena, pero mira todo lo que puedo hacer contigo'”
Pero que no cunda el pánico. Si algo ha caracterizado a Kim Kardashian es la poca consistencia de sus declaraciones -no esperen un poco de coherencia, no la van a encontrar-. Hace poco más de una semana, la propia socialité declaraba que tenía que culpar a Dios por los kilos que había ganado durante su embarazo. “Quiero pensar que Dios lo hacía por alguna razón, que él estaba pensando: 'Kim, tú crees que estás buena, pero mira todo lo que puedo hacer contigo'”, confesó a la revista Elle. Pero lejos de acomplejarse, Kim se puso a hacer ejercicio y continuó luciendo sus ajustadísimos vestidos, por mucho que estuviera en una fase avanzada del embarazo. ¿En qué quedamos? ¿O castigo divino o truco de marketing? Todo no se puede tener -aunque en el caso de una Kardashian parece que sí-.
Ahora, tras hacer explotar Internet gracias a su enorme y espectacular trasero, Kim pretende deshacerse de él. No le costará mucho, ya que como demostró en su reality, la socialité no se ha operado el culo, sino que inyecta grasa corporal de otras zonas para mantenerlo más voluminoso.
Pero ¿está dispuesta a perder su seña de identidad? Debería pensar que, hasta su llegada, Jennifer López era la estrella con el culo más famoso del mundo, y ahora, ¿dónde está la pobre J.Lo? Kim Kardashian ni canta, ni actúa, ni baila, ni hace nada, ¡no puede permitirse el lujo de perder el culo! ¿De qué va a vivir la pequeña North? ¿Qué van a pensar sus 23 millones de seguidores en Instagram? Kim no nos puede hacer esto. No ahora que estamos tan cerca de Navidad. ¿Cómo vamos a afrontar el 2015 con estos disgustos?