«Robocop hizo mucho daño a nuestra imagen, porque no somos superpolicías»
David Abollo Rodríguez. Policía Local que rescató a un hombre en el Lérez
"Lo analizas en décimas de segundo y cuando te das cuenta ya estás en el agua"
Etiquetas: entrevista, Lérez, condecoración, homenaje, rescate, David Abollo
05/11/2014 - Santy Mosteiro (Pontevedra)
El heroico rescate de una persona que se había precipitado al río Lérez hace un año le valió el reconocimiento oficial de sus compañeros y de la Xunta. David Abollo asegura, con modestia, que se limitó a cumplir con su obligación y que, llegado el caso, volvería a lanzarse al agua. La única pena que le dejó aquel suceso fue el fallecimiento de la víctima días después
El 21 de noviembre de 2013 será una fecha difícil de olvidar para David Abollo Rodríguez. Su arrojo y su sentido del deber permitieron rescatar con vida a una persona que se había lanzado al Lérez desde el puente de A Barca. Este vigués de 38 años sopesó, en décimas de segundo, pros y contras antes de acabar zambulléndose en un río famoso por sus traicioneros remolinos.
¿Cuándo ingresó en la Policía Local de Pontevedra?
El 13 de enero hará nueve años.
¿Cómo recuerda el mediodía de aquel 21 de noviembre?
Eran las 14.20 horas, aproximadamente. Habíamos entrado de turno a las 14 horas y acababa de terminar el ‘briefing’ (reparto de cometidos). En ese momento se recibió un comunicado en la centralita alertando de que una persona se había precipitado al río. Mi compañero y yo salimos disparados hacia el lugar.
¿Fueron los primeros en llegar?
Sí, nos desplazamos en coche y nos pusimos allí en unos pocos minutos. Era un día frío pero soleado, por lo que había mucha luz. Antes de parar el vehículo, ya visualicé el cuerpo y estoy convencido de que vi cómo espiraba un poquito de aire, por lo que supe que estaba vivo.
Una vez que llegan a las escaleras que dan acceso al río, llega el momento de tomar una determinación en cuestión de segundos. No debe ser algo fácil...
En un segundo se te pasa de todo por la cabeza. Pero el uniforme se siente. Quien se siente policía es policía, pero no solo durante las ocho horas que dura un servicio. Después está la forma de ser de cada uno, que también influye.
¿Diría que fue un arrebato?
En absoluto. No fue un acto de ceguera, sino que se valoran y se meditan muchas cuestiones. Por ejemplo, meses antes de este suceso otro hombre se precipitó al río desde el mismo puente pero ese día había una marea increíble y el agua estaba llena de troncos. El cuerpo iba tan rápido que le dimos alcance en As Corvaceiras. Era imposible plantearse un rescate en el agua.
¿Qué elementos jugaron a favor de que decidiese lanzarse al agua?
Además de saber que había una persona en el río que podía estar con vida, también comprobé que no era un día de mucha marea y yo confiaba en mis condiciones físicas. Hago bastante deporte y nado unos cuatro kilómetros a la semana, por lo que me consideré capacitado para llegar hasta el cuerpo, que estaba a unos 60 metros, y regresar a la orilla. Todo esto lo analizas en décimas de segundo y cuando te das cuenta ya estás en el agua y dices: «Joder, en la que me he metido...!».
Cuando llegó a la altura del hombre, ¿fue laborioso el rescate?
Al alcanzarlo comprobé que estaba inconsciente. Un dato importante, porque si estuviese consciente habría aumentado el peligro. En este punto, apliqué las clases de salvamento que se enseñan en la Academia (hay una asignatura específica en la que durante seis meses nos aprietan bastante), lo agarré por la nuca, le di la vuelta (para dejar las vías respiratorias al aire) y lo remolqué. La verdad es que fue una tarea bastante complicada porque era una persona bastante voluminosa.
¿Cómo fue la llegada a la orilla?
A unos tres o cuatro metros, le cedí el cuerpo a los bomberos, que ya estaban en el agua con sus equipos de salvamento, y yo me salí porque estaba congelado. La verdad es que tenía un cúmulo de sensaciones: nervios, estrés, frío...
¿En algún momento se planteó desistir del rescate debido a las complicaciones?
No, en ninguno.
Ocho días después del suceso, la persona falleció. ¿Qué sensación le produjo la noticia?
Pena. Principalmente, pena, porque ya que había salido con vida del agua esperaba que pudiese remontar. Pero a mí me quedó la tranquilidad de saber que hice mi trabajo: no pude llegar antes, no pude sacarlo antes y el desenlace ya no dependía de mí.
Además de las distinciones derivadas de esta acción, usted ya obtuvo un reconocimiento oficial en 2010. ¿Por qué motivo?
Porque el Concello había valorado positivamente el trabajo que habíamos hecho el grupo de Educación Vial con los centros escolares. La verdad es que nos lo habíamos trabajado bastante, dándole una vuelta de tuerca a lo que ya venían haciendo otros compañeros desde hacía años (aprovechando que a nosotros nos dieron más margen económico y de medios) y eso permitió sentar las bases de lo que después fueron los Camiños Escolares. Hablo del año 2008. Estuve cinco años y disfruté muchísimo, pero ahora mismo ya no estoy vinculado a esa función.
Si se le volviese a presentar una situación similar, ¿reaccionaría del mismo modo?
Valoraría la situación y, si se diera el caso, actuaría igual.
¿Es conocedor de que el río Lérez tiene fama de traicionero por sus remolinos?
Soy de Vigo y no conocía mucho de su historia, pero sí es cierto que varios compañeros han destacado la peligrosidad del cauce por sus remolinos. Cada compañero que es de aquí tiene algún conocido que ha fallecido en el río.
La heroica acción protagonizada por David Abollo obtuvo el reconocimiento de sus compañeros, primero, y de la Xunta, anteayer, que le impuso la Medalla al Mérito de la Policía Local, en un acto celebrado en la Academia Galega de Seguridade Pública.
¿Qué se siente en estas situaciones tan especiales?
Es una sensación muy agradable. Me considero un buen policía y, en cierto modo, quedó demostrado en actos como el de aquel 21 de noviembre. Me siento muy contento y muy orgulloso, también porque al mismo tiempo se ve reflejado el trabajo que realizamos diariamente y que suele pasar más desapercibido.
¿Considera que puede ser un buen escaparate para que mejore la percepción que la opinión pública tiene de la Policía Local?
Por supuesto. Estoy seguro de que varios compañeros habrían hecho lo mismo que yo. Robocop hizo mucho daño a nuestra imagen y no somos superpolicías, pero la profesión y el sentido de la responsabilidad se llevan dentro.