Mi opinión es que este conflicto se inició por la aplicación salvaje y lesiva del real decreto, dandonos una vuelta de tuerca con el fin de limpiarnos días de descanso, con el objetivo último de forzar una situación de necesidad que nos abocara a la venta de festivos por días... como esto último no lo han logrado todavia tenemos esperanza, pero es necesario unificar propuestas y defenderlas colectivamente. No puede ser que cada compañero pretenda defender una propia cosida a medida de su situación personal porque al final será un caos de propuestas que la corporación percibirá como desunión y debilidad y que debilitará nuestra posición.
Pero volviendo al principio creo que lo que correspondería defender es la aplicación racional del real decreto en tres aspectos fundamentales:
1. Ampliación de media hora de nuestra jornada, con turnos perfectamente solapados, dotando de manera efectiva y real presencia policial 24 horas al día, modificando la situación actual de un turno de solape peligrosamente insuficiente. Esta media hora supondría 13 días más de libre disposición.
2. Cuantificación retributiva del exceso de 102 horas de más trabajadas y voluntariedad para que cada componente decida su cobro o disfrute, lo que supone otros 13 días más. La voluntariedad garantizaría de facto, la actualización presente y futura de ese importe.
3. Como es evidente el interes de la corporación por nuestros festivos, una vez se diesen los puntos anteriores sí se podría optar por la venta de los mismos por 17 días, pero condicionando esta venta con el cobro del exceso de las 102 horas. Es decir que el componente que opte por disfrutar no puede vender festivos para no acumular un exceso de días que vaciaría las unidades entre diario.
Está sería una postura de minimos, claramente defendible porque no se nos regala absolutamente nada y donde se aplica de forma natural el real decreto. El ayuntamiento conseguiría festivos siempre que el importe abonado en el exceso de las 102 horas sea racional. Y en cualquier caso sería la ley oferta y demanda la que debería marcar cuanto valen nuestros fines de semana y nuestras 102 horas.