Tendencias de la mortalidad por suicidio en norte y sur de Europa en la década de los 90
Autores: Marta León Téllez, Carolina Muñoz Codoceo, Elena Pertusa Santos, Sara Romero Pérez.
Tutor: Juan Luis Gutiérrez Fisac.
Introducción
El estudio de la mortalidad es el instrumento más utilizado en la evaluación de las tendencias temporales y estudios geográficos de diferentes enfermedades por la universalidad de su registro y la estabilidad relativa a lo largo del tiempo de los criterios de clasificación y codificación.
El estudio sistemático de las tendencias temporales pone de manifiesto fenómenos que ayudan a comprender la etiopatogenia, nos hace plantearnos preguntas y constituye una actividad de vigilancia epidemiológica que permite alertar de la importancia futura de la mortalidad por ciertas causas, aportando elementos de decisión en la distribución de los recursos.
El suicidio supone la segunda causa de muerte entre los hombres de 15 a 24 años de la UE después de los accidentes de tráfico, y la tercera entre las mujeres de esa misma edad después de los accidentes de tráfico y el cáncer. En España supone la sexta causa en importancia en mortalidad masculina y la octava entre las mujeres (1).
Estas cifras no incluyen las tentativas de suicidio, que se estima que son 20 veces mayores que las de suicidio consumado. Aunque tradicionalmente las tasas más altas de suicidio se han dado en las personas de mayor edad, la mortalidad entre los jóvenes ha ido aumentando hasta tal punto que en un tercio de los países se la considera el grupo de mayor riesgo; esto sucede tanto en los países en desarrollo como en los desarrollados.
Los objetivos del trabajo son:
– Conocer el patrón de distribución geográfica y temporal de la mortalidad por suicidio en el norte y sur de Europa durante el período 1987-2000.
– Sugerir posibles explicaciones sobre las diferencias encontradas.
Material y métodos
Se estudian las muertes por suicidio en cuatro países europeos. La información sobre las defunciones y los datos de población de los cuatro países europeos escogidos como representativos del norte (Suecia y Finlandia) y del sur (España y Grecia) de Europa provienen de la base de datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se estudiaron los datos relativos a la edad de defunción, el sexo, el año y el país de residencia. Se estudia el código de la Clasificación Internacional de Enfermedades, novena revisión (CIE-9) E950-959, correspondiente al “Suicidio y lesiones autoinfligidas”.
Para cada país se estudian dos años, con un intervalo mínimo de diez años entre uno y otro, según la disponibilidad de datos publicados: Finlandia 1989 y 2000; Suecia 1988 y 1999; España 1987 y 1999; Grecia 1989 y 1999.
Se calculan las tasas de mortalidad por suicidio por 100000 habitantes en hombres y mujeres, por grupos decenales de edad, y la tasa ajustada siguiendo el método directo y utilizando como población estándar la población española del año 2000. La población estándar se obtiene del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Resultados
Como puede verse en la tabla 1, los países del norte de Europa tienen tasas de mortalidad por suicidio más altas que los países del sur, especialmente entre los varones. La tasa ajustada de Finlandia es aproximadamente el doble que la de Suecia, y la de España el doble que la de Grecia.
Entre las mujeres, se observa una tendencia descendente durante el periodo de estudio en todos los países (27% en Grecia, 15% en España, 21% en Suecia y 7% en Finlandia). En los hombres, la mortalidad ha aumentado un 7% en España, mientras que en Suecia y Finlandia disminuyó alrededor de un 27%.
Las figuras 1 y 2 presentan las tasas de mortalidad por edad en los países de estudio en hombres y mujeres respectivamente. Como puede verse, la mortalidad es mayor en todos los grupos de edad en el norte de Europa excepto en los varones de 75 y más años, cuya mayor tasa de mortalidad se observa en España. Estas diferencias entre norte y sur se reducen con la edad.
En general, la tasa de mortalidad por suicidio en los hombres aumenta con la edad, excepto en Finlandia, donde las mayores tasas se observan en el grupo de 35 a 44 años. Entre las mujeres, mientras que en el sur de Europa la mortalidad se incrementa con la edad, en Suecia y Finlandia las mayores tasas se observan en los grupos de 35 a 44 y 45 a 64 respectivamente.
En general, en los cuatro países, las tasas de mortalidad descendieron en el periodo de estudio en todos los grupos de edad, con especial relevancia entre los mayores de 75 años en Finlandia, donde la tasa se reduce a la mitad. Sin embargo, como puede verse en la tabla 2, la mortalidad por suicidio en las mujeres finlandesas ha aumentado un 24% entre los 15-24 años y un 16% entre 25-34 años. Igualmente, en España, las tasas de mortalidad en los varones aumentaron un 25%, un 38% y un 44% en los grupos de edad de 15 a 24, 25 a 34 y 35 a 44 respectivamente.
Discusión
Según la tendencia publicada por la OMS, en los últimos 30 años las tasas de suicidio a nivel global durante el periodo 1970-1996 parecen mantenerse estables (5). Sin embargo, bajo esta estabilidad es probable que se escondan importantes diferencias en cuanto a sexo, edad y localización geográfica en los distintos países.
Como se ha comentado en este trabajo, las tasas de mortalidad por suicidio son más altas en hombres que en mujeres. Algunos estudios sugieren que el suicidio consumado es más frecuente en los varones, sin embargo las mujeres realizan tres veces más intentos de suicidio. La utilización de métodos más violentos se da con mayor frecuencia en el sexo masculino. Por otro lado el diagnóstico psiquiátrio más frecuente en víctimas de suicidio (47-77%) es la depresión, trastorno en el que parece claro el predominio en las mujeres (proporción de 2:1 a 3:1), sin embargo hay que destacar también la mayor dificultad que comporta la identificación de los cuadros depresivos en los varones, mucho más reacios a acudir a los dispositivos sanitarios, y con una mayor tendencia a que estos trastornos se presenten enmascarados por el alcoholismo y por ciertos trastornos de la conducta.
Una posible explicación del aumento observado de la mortalidad por suicidio entre los varones jóvenes podría ser la epidemia de SIDA y de adicción a drogas por vía parenteral (ADVP) que se observó en España entre las décadas de los años ochenta y noventa. Tanto el SIDA como la ADVP fueron mucho más frecuentes entre los varones que entre las mujeres, y en ambas condiciones el suicidio es una de las principales causas de muerte.
Por otro lado, el incremento de la mortalidad por suicidio entre los varones jóvenes podría deberse también al aumento durante estos últimos años de la inmigración de causa económica, mayoritariamente de varones. Diversos problemas de adaptación e integración y de desempleo o empleo precario, podrían ser algunos de los principales factores de la alta tasa de suicidio en los inmigrantes, cuestión que debería ser investigada más a fondo.
La justificación de tasas de mortalidad de mayor magnitud en los países del norte de Europa, puede deberse a aspectos de religión, ya que la ética de la iglesia católica (mayoritaria en países del sur) considera el suicidio como “pecado”. También podríamos sugerir la diferente estructura socio-familiar siendo ésta de carácter más conservador en el sur, manteniéndose un fuerte apoyo familiar y de amigos que podría en cierta manera “prevenir” comportamientos suicidas.
Trabajando con suicidio hay que asumir un cierto subregistro de las defunciones, debido a la tendencia a ocultar el hecho por parte de los familiares y a la apariencia de accidentes que muchos de ellos tienen (sesgo de publicación). No obstante el estudio de la mortalidad nos permite una aproximación a su magnitud y observar su tendencia en el tiempo.
Conclusiones
- La mortalidad por suicidio es mayor en el norte que en el sur de Europa en hombres y mujeres de cualquier grupo de edad, con la única excepción de los hombres de 75 y más años, cuya mayor mortalidad se observa en España.
- Se observa una tendencia descendente en la tasa ajustada de mortalidad por suicidio tanto en hombres como en mujeres en los cuatro países estudiados, excepto en los varones españoles.
- No hay diferencias entre el norte y el sur de Europa en el patrón de mortalidad según el sexo, siendo la mortalidad por suicidio mayor en los hombres que en las mujeres.
- La mortalidad por suicidio aumenta con la edad de forma progresiva, excepto en Finlandia y Suecia, donde se observan las mayores tasas en las edades medias de la vida.
- La mortalidad por suicidio descendió en el periodo de estudio en todos los grupos de edad excepto en los varones españoles de 15 a 44 años de edad y en las mujeres finlandesas de 15 a 34.
Bibliografía
1. López-Abente G, Pollán M, Aragonés N, Pérez B. “Efecto de la edad, de la cohorte de nacimiento y del período de muerte”. Tendencias de la mortalidad en España, 1952-1996.
2. Ayuso J. L., Salvador L. “Urgencias psiquiátricas”. En: Manual de psiquiatria. Ed. McGraw-Hill Interamericana (Madrid-España), 1992 pp. 651-654.
3. The World Health Organization. World Health Statistics Annual ;1991.
4. Web page:http:// www3.who.int/whosis/menu.cmf
5. Web page :http://
www.euro.int/mentalhealth6. Vega-Piñedo M., et al. “El suicidio”. Salud global 2002 4: 1-15.