Quien mueve las piernas mueve el corazón...
08/05/2012
El Correo
Dos ertzainas de Sestao caminan dos kilómetros hasta un piso robado porque no tenían coche
Un compañero se llevó olvidadas las llaves del vehículo de Inspecciones Oculares y el jefe de la comisaría no les dejó otro
El mal ambiente que se respira en la comisaría de la Ertzaintza en Sestao empieza a afectar al servicio. Dos ertzainas destinados en esta sede policial de la margen izquierda, que cubre las localidades de Sestao, Barakaldo y Trapagaran, tuvieron que recorrer dos kilómetros a pie, algo insólito en el día a día policial, hasta un domicilio que había sufrido un robo porque no tenían coche. Un compañero se había llevado olvidadas las llaves del vehículo del grupo de Inspecciones Oculares y el jefe de operaciones se negó a dejarles otro vehículo camuflado de Seguridad Ciudadana, según denuncia el sindicato Erne.
El incidente se produjo el pasado martes, festividad del 1 de mayo, a las diez menos diez de la noche. A esa hora saltó un aviso de que un piso de la calle Mariana Pineda de Sestao, situada a casi dos kilómetros de la sede policial, que está en las afueras, había sido objetivo de los ladrones. Se movilizó entonces a los agentes de Inspecciones Oculares para que acudieran en busca de pruebas que sirvieran para encauzar la investigación y poder detener a los sospechosos.
Con el maletín en la mano
Generalmente, hay dos juegos de llaves de cada vehículo, pero, al tratarse de un día festivo y en un horario fuera del de oficina, no había nadie en administración. Para solucionar el problema, el instructor jefe de investigación solicitó al responsable de la comisaría en ese momento, el jefe de operaciones del turno, que le cediera un vehículo sin distintivos de los que tiene Seguridad Ciudadana para realizar patrullas de paisano y otras funciones. Sin embargo, obtuvo una negativa como respuesta.
Los dos agentes especialistas acudieron al aviso andando y con el voluminoso maletín de inspecciones en la mano, lo que dilató notablemente su intervención en el lugar del delito, sostiene Erne. En su opinión, se trata de un caso «escandaloso». La demora podría haber retrasado también una posible localización de los autores, que se habían apoderado de un ordenador portátil y de joyas en el interior del piso.
Este nuevo episodio se inscribe en la polémica que rodea a la comisaría de Sestao. Los sindicatos Euspel, Sipe y Esan se han adherido a la convocatoria de una concentración frente a la sede policial para el próximo 17 de mayo. Protestarán por el envejecimiento de las instalaciones, que sufren «goteras y grietas», por la falta de aparcamiento y también «por el deterioro de las relaciones laborales y profesionales» en la plantilla. Concretamente, la próxima semana se presentará una denuncia por acoso contra un mando de la comisaría. Además, se quejan de que, mientras los agentes deben utilizar vehículos camuflados antiguos, «los jefes tienen cuatro coches nuevos para su uso personal».
El Departamento de Interior informó el pasado viernes de que se van a iniciar obras en la base policial. Entre otros trabajos, se acometerá la ampliación de los vestuarios y la mejora del sistema de calefacción y aire acondicionado.