Mecanismo incontrolable alimentado por la violencia:
El objetivo de los llamados movimientos terroristas es hacerles ver a sus seguidores, al Gobierno de Israel y a los demás gobiernos árabes, que habrá que tenerlos en cuenta en las negociaciones. La violencia, empleada con fines concretos, como la destrucción de la OLP, la expulsión de los judíos, el despertar de Occidente a favor de la causa palestina, era ya de por sí condenable. Pero lo que ahora vemos es el uso de la violencia como estrategia de supervivencia política. Las divisiones internas de Hezbolá (Partido de Dios) y de Hamas son prueba de que al menos algunos sectores son partidarios de dejar las armas y tomar el camino de las negociaciones políticas. Entre quienes están a favor de las soluciones militares en Oriente Próximo, muy pocos creen que con la fuerza se conseguirán los objetivos en teoría alcanzables. Por otro lado, todos los sectores extremistas saben por experiencia que la violencia a veces produce precisamente el efecto contrario al deseado.
Contra Hezbolá, a diferencia de Hamas, se pueden tomar represalias atacando objetivos concretos. Pero las demás partes en conflicto, al igual que Israel, también cuentan con excusas para sus actuaciones. Afirmar que Siria no debería permitir los ataques de Hezbolá supone pasar por alto el complejo entramado de apoyos que el movimiento recibe de Siria e Irán. La postura intransigente de Irán se debe a los esfuerzos de Estados Unidos e Israel de aislar internacionalmente y castigar al régimen de Teherán. La intransigencia de Siria, menos acusada, se debe al temor de que no recobrará el territorio de los altos del Golán y de que puede verse aislada en el futuro por la creación de un espacio político y económico entre Israel, Palestina y Jordania. En cuanto a Hezbolá y Hamas, ambos se encuentran, a su manera, en estado de guerra. No pueden ser considerados como una simple patología. El movimiento se apoya en una importante base social y sus exigencias responden a razones históricas. Los objetivos de los distintos gobiernos y pueblos son tan distintos que cada cual ve su propia existencia en peligro.
[...] Tanto los palestinos como los israelíes son ahora conscientes de que no cuentan con poder suficiente para doblegar por la fuerza al adversario. La paz podría surgir de este reconocimiento de los propios límites de las partes en conflicto, de que no podrá haber una Gran Israel ni una Palestina árabe desde el Jordán hasta el mar, como tampoco se cumplirán los sue?os de Siria de dominar Oriente Próximo. Los islamistas no han de ser considerados como villanos, sino como movimientos que no acaban de darse cuenta de la imposibilidad de obtener una victoria clara. Mientras, el reconocimiento de que la fuerza no es la solución se combina con la creencia de que su uso es inevitable. (Martin Woollacott)
[...] Después de cada atentado, Israel ha practicado el ritual de sellar los territorios ocupados. Es tanto una compensación necesaria para la opinión pública israelí como un castigo colectivo para los palestinos. Pero hasta ahora, estas crisis han acabado con la reapertura de las fronteras porque Israel sabe que los palestinos no pueden tolerar un cierre indefinido, ni su propia gente el golpe interminable del terror. Pero esto se está convirtiendo en un círculo vicioso. Si se abren las fronteras, los terroristas suicidas pueden infiltrarse, pero cuanto más dura el cierre, más aumenta la reserva de terroristas, porque el terror se alimenta ni más ni menos que de la pobreza y las duras condiciones de vida fomentadas por ese cierre.
[...] Las encuestas indican que una enorme mayoría de palestinos se opone a los actos terroristas en gran parte por las penurias materiales que acarrean para la población. Pero, como de costumbre, el corazón palestino está en desacuerdo con la cabeza palestina y cada atentado va seguido de un increíble regocijo que va más allá de los familiares del último ?mártir?. En este clima, siempre habrá al menos una minoría de palestinos con la voluntad de continuar con el terror contra el que, según reconocen los principales analistas israelíes, no existe disuasión posible. (David Hirst)
[...] todo lo que va mal todavía puede ir a peor. Y eso es lo que está sucediendo en estos momentos: Sharón está empleándose a fondo con el argumento de que el terrorismo palestino impide cualquier proyecto de paz. Los palestinos, por su parte, ven en el Gobierno de Israel una especie de ángel exterminador dispuesto a hacer un holocausto a la inversa. A mi juicio, la clave del problema es que en 1917 se adoptó la opción étnica como guía de la política. Y en 1947 se fue aún más allá, dividiendo un país originario de judíos y árabes -que por siglos habían convivido pacíficamente- con el arbitrismo de separar razas y creencias. Mal sistema en ambos casos, porque los estados étnicos son lo peor para la protección de las minorías y de los derechos ciudadanos. Llegando en ocasiones, como ésta, a los integrismos. Se llamen de judíos ortodoxos en los asentamientos en el suelo de Cisjordania y Gaza, o de facciones terroristas como Al Fatah, Yihad Islámica, Hezbolá, etc. Con la particularidad, eso sí, de que la violencia de guerra judía se acciona en directo por un Estado y un Ejército. En tales condiciones, la solución a largo plazo no podrá pasar sino por una confederación de árabes y judíos en todo el territorio de la antigua Palestina. Renunciando a pretensiones teocráticas y de hegemonía racial, y restableciendo la concordia de otros tiempos. (Ramón Tamames)
[Conviene no olvidar] el número de muertos durante los cuatro a?os de intifada, en la que unos palestinos inexpertos con unos medios de lucha básicos se han enfrentado a un ejército entrenado y equipado con un armamento moderno y sofisticado. Pues bien, el resultado es de 4.000 muertos palestinos frente a 1.000 muertos israelíes (muchos de ellos civiles). Estos datos demuestran no sólo la sorprendente fuerza para resistir y la capacidad de sacrificio de los palestinos (lo que en mi opinión constituye la principal razón que ha empujado al Gobierno de Israel a decidir una retirada parcial y unilateral), sino también que el ejército israelí se refrena a sí mismo a la hora de emplear todo su potencial militar en sus enfrentamientos con la población palestina. Pero a pesar de todo, de vez en cuando se producen hechos de gran crueldad y carentes de sentido, como aquel caso espantoso (que ahora está siendo investigado por el ejército) de esa ni?a palestina que por error se acercó a un puesto militar en el sur de la franja de Gaza y el comandante del puesto, aunque en un momento dado del tiroteo vio que tan solo se trataba de una ni?a, no dio la orden de dejar de disparar e incluso se acercó a ella y quiso comprobar si estaba muerta disparándole veinte balas más. (Abraham B. Yehoshua, diciembre 2004)
Concepción realista de patria:
La retirada de Gaza no puede disociarse del deseo de anexión de Cisjordania. Israel está dispuesto a perder 7.500 colonos y 700 kilómetros cuadrados de territorio de Gaza a cambio de conservar los 400.000 colonos y los 5.000 kilómetros de Cisjordania. Y eso es lo que está sucediendo actualmete ante nuestros ojos... [La paz] es posible porque ha pasado el tiempo. No es que nuestra idea de territorio haya sido abolida, sino que se ha visto remodelada por la realidad del conflicto. Los palestinos han empezado a creer que se puede distinguir entre patria y Estado y a aceptar que su Estado no equivale exactamente a su patria. Hablemos claro, no es que ellos piensen que la parte del territorio en la que se ha instalado el Estado de Israel ya no sea su patria, sino que lo han aceptado. Y esta aceptación ha sido muy dolorosa. (Elias Sambar)
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Hamas:
Surgió a finales de 1987 como una creciente rama palestina de la Hermandad Musulmana. Varios elementos de Hamas han usado tanto los medios políticos como violentos, incluyendo el terrorismo, para conseguir su objetivo de establecer un Estado palestino islámico en el lugar de Israel. Débilmente estructurado, con algunos elementos que trabajan clandestinamente y otros de manera abierta en las mezquitas y en instituciones del servicio social para reclutar miembros, obtener dinero, organizar actividades y distribuir propaganda. La fuerza de Hamas está concentrada en la franja de Gaza y en algunas áreas de la Orilla Oeste. También está comprometido en pacíficas actividades políticas, como poner candidatos en las elecciones de la Cámara de Comercio de la Orilla Oeste. Los activistas de Hamas, especialmente los integrantes de la Brigada el Izz El-Din Al-Qassan, han dirigido muchos ataques, incluyendo una bomba suicida de gran alcance contra blancos civiles y militares de Israel. A principio de los noventa también atacaron a palestinos sospechosos de colaboración y rivales de Al-Fatah. No se conoce el número de sus combatientes. Cuenta, empero, con miles de simpatizantes. Opera principalmente en los territorios ocupados de Israel. En agosto de 1999, las autoridades de Jordania cerraron la oficina política del grupo en Amman, arrestaron a sus líderes y le prohibieron operar en territorio jordano. Recibe fondos de palestinos expatriados, así como de Irán y benefactores privados en Arabia Saudita y otros Estados árabes moderados. Realiza actividades para obtener fondos y para hacer proselitismo en Europa y Estados Unidos.
Organización Abu Nidal:
Es encabezada por Sabri Al-Banna. Fragmentada de la Organización para la Liberación de Palestina en 1974. Está formada por varios comités: el político, el militar y el financiero. Ha llevado a cabo ataques terroristas en 20 países, matando e hiriendo alrededor de 900 personas. Sus blancos incluyen a Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Israel, los palestinos moderados, la OLP y varios países árabes. Entre los ataques más importantes se incluyen los aeropuertos de Viena y Roma en diciembre de 1985; la sinagoga Neve Shalom en Estambul; el vuelo Pan Am 73, secuestrado en Karachi en septiembre de 1986, y el ataque a un barco turístico en la ciudad de Poros, Grecia, en julio de 1988. Sospechoso del asesinato del diputado de la OLP, Jefe Aby Iyad, y del jefe de seguridad de esta organización, Abu Hul, en Túnez en enero de 1991. ANO asesinó a un diplomático jordano en el Líbano en enero de 1994 y ha sido relacionado con el representante de la OLP en este lugar. No ha hecho ataques a blancos occidentales desde 1980. Cuenta con unos pocos cientos de miembros, más estructura de apoyo limitada en ultramar. Al-Banna fue situado en Irak en diciembre de 1998, donde un grupo mantiene su presencia. También opera en Líbano, incluyendo varios campos de palestinos refugiados. Las autoridades cerraron las operaciones de ANO en Libia y Egipto en 1999. Ha demostrado capacidad de operación en un área extensa, que incluye Asia y Europa. Ha recibido un apoyo considerable -entrenamiento, logística y financiamiento- de Irak y Siria (hasta 1987), además de apoyo cercano en operaciones selectivas.(Homero Campa)