Cae una experta banda de butroneros con 48 antecedentes
La Policía les imputa cinco robos en joyerías de la región
CARLOS HIDALGO / MADRID
Día 09/02/2011 -
El Grupo Operativo de Apoyo de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de Madrid ha desarticulado a una de las bandas de butroneros más especializadas y activas de la región. Son cinco detenidos, bastante jóvenes y españoles, entre los que se encontraba una mujer de 22 años. Se les acusa de cinco robos (casi todos en joyerías) y uno más de un vehículo, que utilizaban en sus «palos».
El pasado mes de noviembre, la UDEV de la Jefatura Superior de Policía de Madrid daba pistoletazo de salida a la operación «Rin». En los despachos se habían acumulado en relativo poco tiempo cinco denuncias de joyerías y una oficina de Correos que apuntaban a que detrás de todos ellos estaba la misma banda.
Pese a su juventud —los arrestados nacieron entre 1977 y 1988—, los delincuentes habían cosechado un historial delictivo de varios folios: tres de ellos (Francisco Javier R. R., Benito S. M. y David D. G.) sumaban 48 antecedentes policiales, la mayoría por robos con fuerza, tipo penal en el que se engloban los butrones. Sus otros dos compinches, María R. E. y José María G. G. No estaban fichados.
La Policía les señala como autores de los butrones en una oficina de Correos de Pinto; y cinco joyerías, situadas en la calle de Silva (Centro), Camino de Vinateros (Moratalaz), el distrito de Hortaleza, San Fernando de Henares y Alcobendas.
Tenían sus labores dentro del clan perfectamente delimitadas. Uno de ellos era el conductor, otro el experto en material técnico, y los otros se encargaban de recabar información previa y labores de vigilancia en los puntos que iban a asaltar.
Siempre pegaban sus golpes de noche, para lo cual utilizaban en algunos casos inhibidores de frecuencia. Así, tras dejar sin funcionamiento los sistemas de alarmas y seguridad de los negocios, penetraban en ellos con guantes, gorros, pasamontañas y linternas. Tras hacer el butrón, reventaban las cajas fuertes. En el registro de uno de los sospechosos, los investigadores se incautaron de muchísimas herramientas, destornilladores, una llave hexagonal, picos, cizallas, alicates, tenazas, una bomba de oxígeno comprimido, dispositivos para una lanza térmica, dos inhibidores y «walkies talkies».
Además, tomaban muchas medidas de seguridad y realizaban trayectos aparentemente errantes en sus movimientos, para dificultar su seguimiento.