Yo creo que lo más necesario, visto el percal, es tener mucha paciencia en las intervenciones, y donde no llega la Ley, no queramos llegar nosostros. Para ello uno tiene que desimplicarse totalmente de si la delincuencia o el incivismo sube o baja, si uno se merece esto o lo otro. Estricta aplicación de la Ley y no tener vergüenza de generar con ello situaciones injustas o dejar desamparado a nadie... lo que se puede se hace y lo que no, nada de nada. Y ande el carro por el pedregal, que mentes hay en Espa?a para solucionarlo todo, y no nosotros, que solo somos unos machacas, muchas veces mal pagados y siempre mal mirados.
Uno de los motivos que me llevan, pese a calentarme como todo cristiano ante situaciones difíciles de aguantar, es precisamente el pensar que no me corresponde a mi hacer justicia (si la hay en algún lugar), y que solo somos unos funcionarios cuya responsabilidad se reduce simplemente a no cometer ilegalidades en el ejercicio de nuestras funciones, sin importarnos ni un ápice el resultado de las mismas... y punto, porque todas esta desgracias siempre pasan por lo mismo, por quererer solucionar por nuestra cuenta problemas que no nos corresponde solucionar a nosostros y creer que tenemos algún tipo de obligación con la seguridad o tranquilidad de los demás, que no sea el estricto cumplimiento de nuestras funciones y de la Ley.
Un saludo.