Triste futuro para los infectados con las hepatitis B y C
Las hepatitis B y C poseen dos importantes características por las cuales deberían ser consideradas enfermedades comunes y aceptadas socialmente por la población, tal cual son aceptadas sin mayor temor de convivencia social una simple gripe, un resfriado, presión alta o el diabetes, pero lamentablemente estamos caminando rápidamente para el difícil camino del estigma con relación a las hepatitis y, como consecuencia la discriminación, siendo ése, tal vez, el mayor efecto adverso que un infectado puede sobrellevar.
Para hablar en las características por las cuales las hepatitis deberían ser abiertamente aceptas por la población en su convivencia social será necesario separar las hepatitis. En el caso de la hepatitis B existe una vacuna altamente efectiva, así, en la actualidad solamente se contagia con la hepatitis B quien bien así lo quiera, lo que debería colocar la hepatitis B como una enfermedad que no causase temor con relación a poder ser infectado. No podemos hablar en cura para quien ya está infectado con hepatitis B, pero los medicamentos actuales ofrecen un perfecto control de la enfermedad evitando en la gran mayoría de los casos desarrollar cirrosis o cáncer en el hígado.
En la hepatitis C no existe una vacuna para prevenir el contagio, pero por ser una enfermedad que se transmite por la sangre o por instrumentos infectados con sangre, los casos de nuevos infectados son estadísticamente de significancia reducida cuando comparado con el total de infectados existentes, haya visto que toda la sangre utilizada en transfusiones pasa por pruebas y que los instrumentos son desechables o correctamente esterilizados. La transmisión aún acontece, pero en grupos limitados y porcentualmente de pocos individuos con relación al total de la población infectada. Aproximadamente 60% de los infectados con hepatitis C que reciben tratamiento curan definitivamente y, en corto espacio de tiempo la cura superará los 80%, un panorama alentador.
Pero uno de los principales efectos arrasadores de las hepatitis B y C que afectan los infectados, tal vez un problema mayor que desarrollar cirrosis o cáncer en el hígado, puede ser el estigma, la discriminación y la segregación en su circulo familiar, social o de trabajo causado por la falta de información o por la divulgación de informaciones erradas o incompletas con relación a quien pueda estar infectado y los motivos por los cuales un individuo puede haber sido infectado.
Hace ya 12 a?os que estoy empe?ado no solamente en la divulgación de las hepatitis, pero también para intentar evitar que informaciones distorsionadas o equivocadas lleguen a la población, a los medios de comunicación, a nuestros gobernantes, pues debemos evitar que sea creada una idea totalmente errada de lo que realmente son las hepatitis, como ellas se transmiten, quien puede ser infectado y quien puede estar infectado. En salud no existe peor medicamento que la información incorrecta o incompleta, principalmente cuando la información afecta la calidad de vida del infectado.
Tristemente debo reconocer que a cada día estamos caminando en el sentido inverso a la buena y correcta información. Estimo que hasta estemos corriendo el riesgo de llegar al extremo de considerar los infectados por las hepatitis B y C como parías humanos, culpándolos por un pasado libertino, sin reglas sociales y, por eso, hoy son los únicos culpables por estar enfermos con una enfermedad de submundo. Si esa interpretación prevalece, acabarán los infectados con las hepatitis B y C excluidos de la convivencia social, de las oportunidades de trabajo digno o, hasta podrán ser segregados en guetos.
Para intentar explicar de manera más fácil y comprensible, pues el asunto es complejo, voy a colocar algunos ejemplos de situaciones que son vividas actualmente, haciendo al final el juicio para intentar encontrar quien es el culpable en cada una de las situaciones. Una lectura con calma puede explicar cual podrá ser el resultado de ése tipo de acciones y actitudes.
1 - ?Todo infectado con hepatitis C es usuario de drogas!
Estamos caminando para que la población crea que todos los infectados con hepatitis C utilizaron drogas ilícitas y que durante su vida se infectaron con múltiplas enfermedades sexualmente transmisibles o realizaron tatuajes despreocupadamente.
El resultado de ésa interpretación es fruto de diversas situaciones. Por un lado personas famosas que solamente tienen hepatitis C raramente quieren dar un testimonio, en general no quieren hablar públicamente que son portadores o ya curaron la hepatitis C por pensar que eso las puede perjudicar en su vida social o de trabajo.
Pero existen personas famosas que sí aparecen y dan testimonios informando que ellos están con hepatitis C, contando como aconteció el contagio. El problema es que la gran mayoría de esos famosos se contagio por el uso de drogas ilícitas. A cualquier periodista le gusta dar cobertura con amplio destaque cuando alguien famoso decide contar su historia y eso envuelve sexo y drogas, como aconteció con muchas estrellas internacionales como Keith Moon, Jimi Hendrix, Steven Tyler, el baterista Topper Headon del grupo Aerosmith's, Pamela Anderson, Jack Davenport, actor en Piratas del Caribe, Naomi Judd, David Crosby, etc..
Un anuncio publicitario alertando sobre la hepatitis C que está siendo vehiculado en la TV de Inglaterra y puede ser visto en:
http://www.healthcarerepublic.com/news/987634/Rock-stars-highlight-hepatitis-C-risks/ muestra claramente que si usted fue o continúa siendo usuario de drogas o hizo tatuajes, puede estar infectado con hepatitis C, mostrando todo tipo de instrumento para utilización de drogas.
Al mismo tiempo, también en Inglaterra, la BBC NEWS da destaque esta semana a una materia que lleva el nombre de "Mi estilo de vida me colocó en riesgo" donde la entrevistada es una mujer que admite que fue por culpa de su estilo de vida de alto riesgo, utilizando drogas inyectables y practicando sexo no seguro que resultaron en la contaminación con la hepatitis C. "Me gustaba ser muy rebelde, el uso de drogas fue elección personal y sexo fue una voluntad de mujer". "Asumí un monte de riesgos, de enfermedades sexualmente transmisibles, embarazo indeseado, metiéndome en situaciones peligrosas".
Materias de ése tipo no faltan en los periódicos y en las TVs y eso está aconteciendo no solamente en Inglaterra y sí en muchos países, prácticamente en el mundo todo. El resultado es que está se formando una opinión equivocada sobre quien puede tener hepatitis C debido a que solamente es la información de los infectados por el uso de drogas que están siendo divulgadas.
Ese tipo de información empezó a ser divulgada en los últimos cuatro o cinco a?os y, en los países donde más se divulga que el contagio aconteció por uso de drogas curiosamente se observa que el número de diagnósticos y de tratamientos está disminuyendo. La causa de ésa disminución todavía no fue establecida, pero no podemos descartar qué si una persona se guía por las informaciones más divulgadas ella va a se cuestionar sobre la necesidad de realizar la prueba, pues si nunca utilizó drogas ilícitas o si tuvo una vida sexual considerada normal, será prácticamente cierto qué no presenta posibilidades de haber contraído la hepatitis C. ?Entonces, para que hacer la prueba?
?Podemos entonces culpar los famosos qué por el uso de drogas ilícitas contrajeron hepatitis C por divulgar informaciones qué aumentan el estigma de la población con relación a todos los infectados con hepatitis C? Mi respuesta es un categórico NO. Los culpables son los anónimos y famosos infectados solamente con la hepatitis C que prefieren se quedar callados y que por miedo no asumen su condición.
2 - ?Solamente personas con HIV/AIDS tienen hepatitis C!
En el mundo todo el movimiento social del SIDA es más antiguo y mucho más bien estructurado y capacitado que el movimiento social de las hepatitis. Diversos motivos resultan en esa constatación por haber sido el hallazgo del SIDA anterior a la hepatitis C y, aún, porque el SIDA veinte a?os atrás mataba, lo que llevó los infectados a dar la cara y luchar por atención por parte de los gobiernos. Aconteció una movilización general, los gobiernos establecieron programas, los infectados formaron ONGs y pasa a acontecer una aparcería donde los líderes del movimiento pasan a coordinar los programas de HIV/AIDS de los gobiernos.
La contratación de los antiguos líderes del movimiento social para coordinar los programas gubernamentales tiene sus pros y contras. En la ocasión se divulgaba que el SIDA era una epidemia que alcanzaba solamente hombres, así los programas objetivaban evitar la transmisión homosexual, poco se alertando a las mujeres sobre la posibilidad del contagio. Las mujeres fueron prácticamente ignoradas y el resultado es que actualmente en algunos países el número de mujeres con SIDA es superior al de hombres.
No solamente aconteció el error estratégico de no discutir el asunto fuera de los grupos homosexuales, como también los programas se concentraron en el SIDA dando menor atención a otras enfermedades sexualmente transmisibles o de contaminación por la sangre, resultando en un efectivo control de la transmisión del SIDA, pero no logrando resultados en las otras enfermedades, hasta algunas de ellas tuvieron aumento en el número de casos.
La falta de dialogo con otros involucrados hizo que la transmisión de enfermedades entre usuarios de drogas inyectables fuese un suceso con relación al SIDA. Estudios muestran que en los grupos de usuarios de drogas inyectables la contaminación por el HIV/AIDS es de solamente 3,4%, ya en los mismos grupos la infección con la hepatitis C llega a los 41,8%. (British Medical Journal, doi:10.1136/bmj.38286.841227.7C -published 12 November 2004).
Al no consultar especialistas en otras enfermedades fue ignorado que el virus de la hepatitis C permanece activo por hasta 72 horas en una muestra de sangre con alta carga vírica. El virus del SIDA muere en minutos. Al no discutir de forma amplia el asunto, el resultado fue el control de la transmisión del HIV/AIDS entre los usuarios de drogas, pero la mayoría acabó infectada con hepatitis C.
Esos errores son cosa del pasado y no adelanta buscar los culpables, lo importante es que no se repitan y pensemos en lo que hacer de aquí para frente. Lamentablemente no es lo que podemos observar.
ONGs americanas denuncian que en Estados Unidos el dinero federal para cuidar de la hepatitis C representa solamente 2% del dinero destinado a los programas de HIV/AIDS y, que la culpa de eso es que los programas de hepatitis son coordinados por personas con HIV/AIDS co-infectadas con hepatitis C, así, todos los esfuerzos están dirigidos para los co-infectados y muy poco es realizado para los que están infectados solamente con hepatitis C.
En Brasil la situación no es muy diferente. Las directrices de tratamiento y los números demuestran eso de manera fiel y contundente, de forma incuestionable. Por ejemplo, un co-infectado HIV/HCV tiene derecho a todo dentro del consenso 34/2007 que regula el tratamiento en el sistema público de salud, sin importar el genotipo ni el grado de fibrosis. Ya quien tiene solamente hepatitis C deberá aguardar empeorar su estado de salud hasta llegar a una fibrosis F2 para recibir tratamiento y, si están infectados con los genotipos 2 o 3 estarán condenados a ser tratados con el ultrapasado interferón convencional.
Con relación a los números es solo citar que de los 600.000 infectados con HIV/AIDS, 200.000 reciben tratamiento gratuitamente del gobierno, así, 1 de cada 3 infectados está recibiendo tratamiento. Ya en la hepatitis C existen entre 3 y 4 millones de infectados de los cuales aproximadamente 10.000 reciben tratamiento a cada a?o, la relación resulta en que aproximadamente 1 de cada 350 infectados recibe tratamiento gratuitamente.
Es necesario se discutir como los gobiernos están realizando las estrategias con relación a la hepatitis C antes que el problema llegue a un punto irreversible.
?Podemos entonces culpar los co-infectados con HIV/AIDS y hepatitis C por haber tomado cuenta de los programas de hepatitis? Mi respuesta es un categórico NO, pienso inclusive que debemos aplaudir para ellos, pues fueron los primeros que dieron la cara asumiendo la lucha social sin miedo de aparecer, después estudiaron como funciona el sistema público de salud y como hacer el control social de los gobernantes, pasando entonces a reivindicar recursos y políticas públicas. Eso resultó en ser convidados para asumir programas de SIDA y ahora de hepatitis. Si la invitación fue realizada para aprovechar el conocimiento o para los "cooptar" ya que eran responsables de denuncias, acciones judiciales y exposición del problema en los medios de comunicación, no viene al caso de ser discutido en este momento. Queda evidente que si ellos están cuidando más de la co-infección HIV/HCV en detrimento de los solamente infectados con hepatitis C eso es resultado de que cada uno debe cuidar de su jardín, de los problemas que alcanzan su grupo en primer lugar, pues es allí que aprieta el zapato.
Si los programas de hepatitis no están siendo conducidos por infectados solamente por hepatitis, la culpa es la falta de interés y de capacitación de los grupos de pacientes, los cuales son tímidos en sus reivindicaciones, poco capacitados y prefieren ser "amigos" del gobernante que estar denunciando la falta de atenciones.
3 - ?Personas con hepatitis B o C son altamente peligrosas!
Es solo hacer una lectura de cualquier llamado de concurso público para admisión en cualquier repartición del gobierno brasile?o, incluso en el propio ministerio de la salud. Entre los exámenes solicitados se encuentran los de las hepatitis B y C, pero no son exigidos exámenes para saber si el candidato tiene HIV/AIDS, sífilis, clamidia, gonorrea, HTLV, etc..
Cualquier individuo que tomar conocimiento de lo exigido en la llamada va a interpretar qué las hepatitis B y C son las dos enfermedades más peligrosas del planeta, mucho más que el HIV/AIDS, sífilis, clamidia, gonorrea, HTLV, pues solamente las pruebas de las hepatitis B y C son solicitadas.
Si el propio ministerio de la salud hace esa exigencia, podemos entonces evaluar el tama?o del descaso que los gestores están teniendo con las hepatitis.
?Podemos entonces culpar el gobierno y en especial el ministerio de la salud por eso? Mi respuesta, sin miedo de estar haciendo nuevos enemigos, es un rotundo y sonoro SI.
4 - ?La hepatitis B no es un problema!
Por lo menos, por los criterios de vacunación establecidos por el ministerio de la salud de Brasil no parece ser un problema que pueda alcanzar toda la población. Criterios esos incompresibles ya que la vacuna cuesta muy poco y es fabricada por los laboratorios oficiales, motivos por los cuales ampliar la vacunación no sería un gasto muy alto.
No deberían existir enfermedades que poseen vacunas efectivas, pues vacunando la población la enfermedad desaparece o se transforma en un asunto de muy pocos casos, fáciles de controlar, tal cual acontece con las bien sucedidas campa?as de vacunación en la parálisis, fiebre amarilla, rubéola, tos convulsa, difteria, sarampión y papera.
Países vecinos como Perú y Venezuela, bien más pobres y con menor estructura sanitaria, ya en 2009 y 2010 están vacunando 80% de la población para prevenir la hepatitis B. Con certeza la hepatitis B será controlada y en algunos a?os estará eliminada. Cuba vacuno toda la población y acabo con nuevos casos de hepatitis B. ?Porque no seguir los buenos ejemplos de nuestros vecinos?
No debemos olvidar que existen dos millones de infectados crónicamente con hepatitis B en Brasil, siendo por eso la hepatitis B la mayor enfermedad sexualmente transmisible, la que infecta un mayor número de personas. Peor aún, la transmisión sexual de la hepatitis B pasa con una facilidad hasta 100 veces mayor que el SIDA. Toda persona en edad sexual activa está sujeta a ser infectada con hepatitis B, por tanto, el problema de alcanzar todo la población existe y así debería ser interpretado.
La vacuna para hepatitis B es aplicada gratuitamente en el sistema publico brasile?o en ni?os y adolescentes de hasta 19 a?os de edad y para algunos grupos especiales, como víctimas de abuso sexual, víctimas de accidentes con material biológico positivo o fuertemente sospecho de infección por hepatitis B (VHB), comunicadores sexuales de portadores del VHB, profesionales de salud, hepatopatias crónicas y portadores de hepatitis C, donadores de sangre, trasplantados de órganos sólidos o de médula ósea, donadores de órganos sólidos o de médula ósea, potenciales receptores de múltiplas transfusiones de sangre o poli transfundidos, nefropatías crónicas/dializados/síndrome nefrótica, convivencia domiciliar continuo con personas portadoras de VHB, asplenia anatómica o funcional y enfermedades relacionadas, fibrosis cística (mucoviscidose), enfermedad auto inmune, inmuno deprimidos, poblaciones indígenas, usuarios de drogas inyectables o inaladas, personas reclusas (presidios, hospitales psiquiátricos, instituciones de menores, fuerzas armadas etc.), carceleros de comisarías y penitenciarías, hombres que hacen sexo con hombres, profesionales del sexo, recolectores de basura hospitalar y domiciliar, bomberos, policías militares, civiles y camineros, profesionales involucrados en actividad de rescate.
En este momento la vacunación gratuita está siendo ampliada, pasando a incluir embarazadas, después del primer trimestre de gestación, lesbianas, bisexuales y transgéneros, manicuras, pedicuras y podólogos, poblaciones de asentamientos y campamentos, portadores de Enfermedades Sexualmente Transmisibles (DST), camioneros, enfermedades de la sangre y hemofílicos
Aplaudo la actitud de la ampliación de los grupos de riesgo, evidentemente un resultado de la incorporación de la hepatitis B en el programa DST/AIDS, pero están olvidando que si adultos están se infectando por vía sexual con SIDA, también adultos con vida sexual activa están se infectando con hepatitis B. Llegó la hora de evaluar la ampliación de la faja de edad, fabricar más vacunas y hacer una campa?a amplia, pues insisto que la hepatitis B es un grave problema, ya que una vez infectado no existe aún la cura.
Con relación a programas del gobierno continuo a insistir para visitar la página con informaciones sobre enfermedades sexualmente transmisibles del Programa DST/SIDA/Hepatitis que se encuentra el
www.aids.gov.br/data/Pages/LUMIS8B526207PTBRIE.htm donde podrán verificar que absurdamente la hepatitis B no está siquiera relacionada como una enfermedad sexualmente transmisible y ninguna información es dada sobre cuidados o formas de prevención.
Durante las charlas, personas arriba de los 19 a?os sin dinero para aplicar la vacuna en clínicas particulares me preguntan si es posible recibir la vacuna gratuitamente, pues están con miedo de un posible contagio. Respondo preguntando se saben si su compa?ero(a) está infectado con hepatitis B, lo que evidentemente desconocen, entonces recuerdo a ellos que la vacuna es aplicada gratuitamente a personas de cualquier edad que sean "comunicadores sexuales de portadores de hepatitis B". En resumen, si usted sospecha que está saliendo con alguien sospechoso de estar infectado con hepatitis B, lo mejor e informar eso en el hospital y así recibir la vacuna gratuitamente.
Una situación mucho más ética y benéfica para toda la sociedad es la persona pasar a ser un donador de sangre, para lo cual antes de donar es necesario que la persona tome la vacuna. En esta condición también la vacuna es aplicada gratuitamente ya que los donadores de sangre de cualquier edad están incluidos en los grupos beneficiados.
?Podemos entonces culpar el ministerio de la salud por eso? Mi respuesta es SI.
FINALIZANDO:
Sé que la visión de un gestor público es muy diferente de la que ve o siente un individuo o la familia de un infectado con hepatitis B o C, con tiempos, ansiedades y panoramas diferentes, pero los puntos arriba colocados relatan situaciones reales, nada de eso es ficción o crónica de un romance.
Mi interpretación no es una teoría conspiratoria ni fruto de una mente paranoica. Pueden existir interpretaciones diferentes, las cuales democráticamente respeto y me coloco a disposición para escuchar y discutir. Mi interpretación no es una verdad absoluta.
Carlos Varaldo
Grupo Optimismo
http://www.hepato.com/p_geral/triste_futuro_2010_03_15.html#esp