22.000 pacientes examinados por posible contagio de VIH y hepatitis B y C
¿Podría ocurrir en España lo sucedido con el dentista inglés?
Hayda Ramos
La opacidad del sector no permite conocer el número de clínicas dentales en nuestro país. Las Administraciones tampoco parecen tener claro quién debe inspeccionar que se respeten las buenas praxis en ellas.
En los últimos años el sector se caracteriza por la enorme proliferación de profesionales, el intrusismo y el 'boom' protagonizado por franquicias y clínicas 'low cost'. / Flickr
Sospecha de contagios de VIH y hepatitis B y C en una clínica dental al norte de Inglaterra. La noticia se ha conocido recientemente, pero el centro en cuestión fue clausurado en junio por presuntas malas prácticas higiénicas. Ahora, unos 22.000 pacientes están siendo sometidos a los correspondientes análisis para confirmar o descartar infecciones. Esta es la decisión que han tomado las autoridades, que investigan la muerte de una joven para averiguar si hay alguna relación entre su fallecimiento y el tratamiento dental que recibió.
Ante esta noticia, que ha conmocionado esta semana al Reino Unido, nos hemos preguntado si algo así podría ocurrir en España. O mejor dicho: si en nuestro país se toman las medidas necesarias para tratar de evitar que algo así ocurra.
La primera pista nos la da el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que informa a GACETA.ES de que hay dos tipos de inspecciones: una a nivel laboral -depende del Ministerio de Empleo- y otra que supervisa todo lo referente a autorizaciones y medidas que garanticen la idoneidad de los servicios de salud. Esta última está transferida a las comunidades autónomas: cada una de ellas gestiona su propio territorio.
El número de clínicas dentales en España es una incógnita
En España, hay 31.022 dentistas colegiados. Y sí, para ejercer la profesión, colegiarse es obligatorio. El dato es del Consejo General de Colegios Oficiales de Odontólogos y Estomatólogos de España, que explica que la cifra se revisa anualmente. Ninguna de las fuentes consultadas por GACETA.ES ha sido capaz de precisar el número de clínicas dentales existentes en España.
En los últimos años el sector está caracterizado por la enorme proliferación de profesionales, el intrusismo y el boom protagonizado por franquicias y clínicas low cost. Grandes rasgos sobre los que acostumbra a planear un fantasma: ¿qué pasa con las facturas del dentista? "Como cualquier otro profesional o empresa, tiene la obligación de emitir factura. Otra cosa es que lo haga, pero la obligación existe y la tiene", exponen desde el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
Pero volvamos a lo sanitario, a nuestra seguridad. Y aquí, hablando con las Administraciones, también parece haber dos tipos de controles claramente diferenciados: los que se hacen antes de la apertura, precisamente para obtener la licencia; y los que deben velar, en el día a día, para que las clínicas mantengan las condiciones higiénico-sanitarias. Los primeros se cumplen, y son estrictos. En cuanto a los segundos, la información es notablemente más confusa. Nuestra salud está en juego.
Confusión sobre quién debe realizar los controles
Desde el Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de la I Región (COEM) lo tienen claro: "Claro que se hacen inspecciones; muchas y por sorpresa. De hecho, se lo recordamos continuamente a nuestros colegiados". ¿Y quién hace esas inspecciones? En Madrid, según la información proporcionada por esta fuente, "la Policía Ambiental y la Comunidad".
¿En qué consisten esos controles? ¿Cada cuánto tiempo se llevan a cabo? ¿Quién los realiza? A pesar de que GACETA.ES lo ha intentado insistentemente, la Comunidad de Madrid no ha podido facilitar esa información todavía. En un primer contacto, tampoco disponen de ella ni Cataluña, ni Galicia ni la Comunidad Valenciana, las otras comunidades consultadas por este diario. Seguimos esperando. Desde las oficinas de Prensa de las correspondientes consejerías de Sanidad, todos se comprometen a "buscar" la información, "hablar" con los departamentos encargados y aclarar nuestras dudas. Es decir, "están trabajando en ello" y es una información no disponible en una primera llamada.
Solo responde la Generalitat Valenciana, que, por correo electrónico, explica que "previa a la apertura de estos establecimientos sanitarios se realiza una inspección para poder acreditar las instalaciones y los profesionales que en ellas van a trabajar y ver que cumplen todos los requisitos que exige la normativa legal”. Además, "todos los años se elabora una Plan general de inspección que incluye al conjunto de servicios y centros sanitarios. Siguiendo el plan son visitados, entre otros centros, algunas clínicas odontológicas”. Por parte de la Administración, es todo lo que sabemos.
Vuelve a ser el COEM quien explica que, ante una inspección, "la documentación que se debe tener en la clínica es la que nos exigen las ordenanzas municipales y lo requerido en la licencia de funcionamiento de la comunidad". Es decir, licencia de funcionamiento en vigor, licencia de apertura, documentación que acredite la recogida de residuos y la inspección radiológica... En esos controles también se vigila la fecha de caducidad de materiales y medicamentos, así como que el material susceptible de ser usado en la boca esté embolsado y esterilizado.
De la teoría a la práctica: la responsabilidad se diluye
¿Y qué sucedería si se produjera un contagio? "Demostrar que ha sido en la clínica dental es muy difícil", según Carmen Flores, defensora del paciente. "De hecho, hasta ahora ningún proceso judicial ha salido adelante de forma favorable para el denunciante", explica Flores, que añade que "justo antes de la apertura sí hay mucho control, pero, una vez en marcha, hay muy poco. Tanto es así que yo he estado en alguna consulta en la que, por lo que se podía ver a simple vista, me he preguntado '¿cómo es posible que esté abierta?'".
Por ello, este organismo exige "que se ponga en marcha un mecanismo de control más exhaustivo", al mismo tiempo que advierte un aumento del número de denuncias en los últimos meses relacionadas, sobre todo, "con una mala praxis o por una ortodoncia mal puesta, por ejemplo, en muchos casos relacionadas con las franquicias o con las grandes ofertas que se están ofreciendo". Y vuelve a surgir aquí el asunto de las facturas: "Cuando hay un problema, lo primero que hacemos es preguntar por ella. Y es muy corriente que no se emita, lo que acarrea un doble problema: la proliferación de dinero negro y no poder demostrar que hemos estado allí".
Ante los problemas, soluciones
¿Qué podemos hacer entonces? "Más importante incluso que la clínica, es que nos cercioremos de que nuestro dentista esté colegiado, que es la garantía de que está cualificado para tratarnos. Hay mucho intrusismo", explican desde COEM.
También sugiere alguna solución la defensora del paciente: "No sabemos por qué la Seguridad Social no cubre este tipo de servicios. Ya hemos pedido en alguna ocasión que se ofrezcan en la Seguridad Social cobrando un porcentaje, un 40%, por ejemplo".
No obstante, como señala el doctor Florencio García Nieto, "la ley es muy dura, sobre todo pensando en la protección del paciente". De ahí que él recomiende a su equipo "tratar a todos los pacientes como si cada uno de ellos fuera el Rey". Asimismo, recuerda que hay pacientes que, por miedo a ser marginados, ocultan una enfermedad infectocontagiosa, pero lanza un necesario mensaje tranquilizador: "El protocolo y las normas son claros, así que, siempre que se respeten, el riesgo de contagio es ínfimo". Parece que solo estamos en manos del profesional cualificado y responsable. Sin menospreciar su buen hacer, la tranquilidad sería mayor si desde la Administración se hicieran inspecciones confirmando que los protocolos se cumplen.