lucha contra la venta ilegal en LA COSTA DAURADA
El 'top manta' decae en Tarragona por la presión policial y la crisis
En la Costa Daurada no se ve ni un 10% de los manteros habituales otros años
El turismo español, la principal clientela, ha bajado, y los rusos no compran falsificaciones
Miércoles, 28 de agosto del 2013
RAFAEL MORALES
TARRAGONA
después de tres veranos de conflicto, en este la venta ilegal del top manta ha llegado a una «situación sostenible» en los municipios de la Costa Daurada. La presión policial y la crisis han ahuyentado al grueso de los manteros, que este año no han llegado en masa, como venía pasando, para ocupar los paseos marítimos de las poblaciones costeras y desatar las protestas de los comerciantes. «Hasta ahora no hemos tenido incidentes de relevancia como los que habían ocurrido en los últimos años», explica Jaume Giné, intendente jefe de los Mossos d'Esqua- dra en Tarragona.
zoom Manteros en la playa de Calafell, esperando a que se marche una patrulla de agentes, el verano pasado.
Manteros en la playa de Calafell, esperando a que se marche una patrulla de agentes, el verano pasado. ARCHIVO / JOAN REVILLAS
En una actuación conjunta de los diferentes cuerpos policiales, el dispositivo contra el top manta ha vuelto a aplicarse este año desde el inicio de la Semana Santa. La presencia policial en las estaciones de Cambrils, Calafell, Sant Vicenç de Calders (El Vendrell) y otras poblaciones de la costa tarraconense ha servido para disuadir a los manteros que habitualmente llegaban en tren desde primera hora de la mañana.
SIN ENFRENTAMIENTOS / Tampoco se han reproducido los enfrentamientos que hubo en el 2011 y el 2012, en los que la habitual actitud tranquila de los manteros se transformó hasta plantar cara a las policías locales y a los Mossos. El año pasado, por ejemplo, se produjeron varios choques entre mossos y manteros en puntos como el límite entre Salou y Cambrils, donde se concentraban los vendedores para pasar de un municipio a otro y eludir a la policía local.
«La presión policial y la coyuntura social están influyendo», asegura Giné para explicar la notable disminución de los manteros este año. «No están teniendo tantos clientes como antes», añade Giné en alusión al descenso del turismo español, uno de los principales compradores en el top manta, y a que los rusos, el turismo más emergente, compran artículos de marca no falsificados. Las fuerzas policiales han detectado además que el top manta se ha ido desplazando hacia Castellón y Alicante por el sur y hacia poblaciones al norte, como Sitges, donde antes no era tan habitual.
APENAS UNAS DECENAS / La cuestión es que de los 300 manteros que eran habituales en las zonas turísticas de Cambrils, el núcleo marítimo de El Vendrell o el de Calafell, se ha pasado a concentraciones de entre 20 y 30 en los mismos lugares. Menos de un 10%. Y nada parecido a la situación del 2010, cuando los ayuntamientos de El Vendrell y Calafell optaron por delimitar sendas zonas francas para alejar a los manteros de las áreas más turísticas, aunque el remedio fue peor que la enfermedad. «Es prácticamente imposible erradicar el fenómeno totalmente, pero estamos llegando a una situación sostenible», destaca Giné.
«Este año no hemos tenido ningún problema», explican fuentes del Ayuntamiento de El Vendrell. «Excepto alguna punta de unos 20 manteros en algún fin de semana, hay muy poca presencia» de vendedores, asegura asimismo Francisco Clavero, concejal de Seguridad Ciudadana de Calafell. En Cambrils esperan a hacer balance al final del verano.
En esta última población, algunas quejas de los comerciantes llevaron a realizar una amplia operación policial el 8 de agosto. En colaboración con los Mossos y la Policía Nacional, la policía local decomisó más de 1.400 artículos destinados a la venta ilegal, y se llevó a cabo la identificación de 10 vendedores subsaharianos.