Quizá la solución no pueda ser a corto plazo. Quizá deberíamos empezar por sanear nuestra representación, formarla, capacitarla y concienciarla. Quizá después tengamos que luchar un tiempo para que empiecen a tomarnos en serio. Y quizá luego, con representantes dignos y capaces (la voluntad sola no basta), con un cuerpo de PM más unido, sin vendepatrias ni esquiroles horarios que solucionen las preocupaciones de la corporación y los serretas, seamos capaces de hacer frente en una negociación. A día de hoy, en mi opinión imposible.