si una carta la firma un hipotetico gestor de servicios del ayuntamiento, todo queda, oficialmente, en una broma...
pero si la carta lleva el membrete de una asociacion legalmente constituida y con nombres y apellidos en su firma, la broma ya es menos broma, sobre todo, para el que firma, que puede llegar a ver lo que es tener algo de responsabilidad
es un ejemplillo, nada mas