Una vez, en algún lugar, mientras se pasaba revista de inicio a una remesa de polluelos aspirantes, con cara de tolis algunos, otros de inseguridad, otros de susto... un oficial entonces, ahora hermano de sangre, me dijo: "míralos, esos polluelos que ves ahí ahora, en poco tiempo serán águilas, y de nosotros depende que se conviertan en ello. Y para conseguirlo nosotros como veteranos debemos hacer bien nuestro trabajo, porque quién sabe si mañana nuestra vida no dependerá de lo que aquí hayan aprendido."
Lo que tampoco quita para que los novatos tengan muy presente que la veteranía es un grado. Éso tampoco hay que olvidarlo nunca. Así es el ciclo, y así debe seguir siendo.