Cosas de policías
15/jun/13 01:31
Dos noticias de distinto signo, con policías como protagonistas. La primera, bufa: la Policía Municipal de La Laguna retira, en grúa, un coche fúnebre mal aparcado y con el muerto dentro. No sabemos si al conductor le sobrevino un apretón y fue a soltar lastre, dejando el coche de aquella guisa, pero sí sabemos que el difunto fue a parar, en volandas, al depósito municipal.
El celo policial fue, esta vez, demasiado lejos, pero los agentes no serán condecorados por esto; más bien severamente amonestados para que, la próxima vez, respeten a los muertos y miren bien si el coche fúnebre está ocupado o libre como un taxi. Y a la vista de ello, actuar.
La noticia ha dado la vuelta al mundo, a través de las redes sociales y de las agencias de noticias. Yo la vi, incluso, traducida al polaco. La Laguna tiene esas voladas. ¿O es que ustedes no recuerdan cuando el Ayuntamiento presidido por Pedro González , gran pintor y mejor persona, acordó por mayoría enviar un telegrama a Leónidas Breznev , felicitándolo por el aniversario de la revolución bolchevique? Aquello fue la monda.
Leo otra noticia de estos días; que una turista británica no olvidará, por cierto, y que fue protagonizada por tres policías locales del Puerto de la Cruz. Resulta que la señora perdió su bolso, con 600 euros dentro, en un hotel que no era el suyo, pues se ve que la guagua que la trasladaba hizo varias paradas antes de recalar en el Las Vegas, que era el destino final de la mujer, de 72 años.
Los agentes preguntaron y preguntaron hasta dar con el itinerario de la guagua, buscaron en varios hoteles a la propietaria de lo extraviado y lograron encontrarla en el hotel Las Vegas y entregarle su bolso con su contenido intacto.
Este gesto, sobre todo la molestia de seguir el rastro de la turista británica para evitarle serios problemas derivados de la pérdida de su bolso, le valdrá a los policías una recompensa. Yo creo que muy merecida.
Dos actuaciones distintas. Una muy patosa de guardias despistados que se llevaron al muerto al depósito municipal y la otra muy concienzuda y profesional, que terminó con una turista feliz que siempre hablará bien de Tenerife y de su policía. Hay muchas formas de hacer patria, una de ellas trabajando bien por los demás, con competencia y con sentido común. A veces, los pequeños detalles son grandes detalles. Y otras, el no fijarse provoca situaciones bufas como la que hemos contado aquí. En fin, que tampoco vamos a cargar las tintas con el coche fúnebre multado ni con la felicidad de la señora inglesa. Pero así ocurrieron las cosas y así se las hemos contado.