“Lo mejor que puede pasarle a la Policía, es que sus sindicatos principales desaparezcan”
Entrevistamos al policía nacional Alejandro León a raíz del expediente disciplinario que acaban de notificarle
Por Beatriz Talegón - 13/02/2018 0
Nació en madrid. En 1980. Tiene dos hijos. Toca el bajo y le apasiona la fórmula uno. A Alejandro León le encanta el boxeo.
La cabeza le va rápido. Y sus principios le mueven aún todavía más.
Directo, mordaz, sin pelos en la lengua. Un tipo legal. Un tío incómodo. No le importa incordiar: si es a los que merecen que alguien les cante la gallina.
Siempre le gustó la idea de ser policía. Porque en el fondo, quizás, ese lado inocente, de buena gente, le hacía pensar que los polis siempre eran los buenos y que casi siempre cazaban a los malos.
Adora a su madre. Y su voz solamente tiembla en dos ocasiones: cuando se le pone un nudo en la garganta al sentirse culpable por ver sufrir a su mujer a causa de sus luchas y cuando siente que se mueven sentimientos sinceros hacia él. El agradecimiento le puede, le supera. Se emociona al ver la inmensa cantidad de apoyos que está recibiendo: de cariño, de ayuda y solidaridad. Le tiemblan las piernas al pensar que le admiran y le estiman personas anónimas, compañeros de la policía, colegas de izquierdas y colegas de derechas, hasta algunos mossos le trasladan su apoyo y solidaridad.
Habla, sin miedo y con prisa. Porque ha vivido de todo y mucho. Y se ha estampado contra unos cuantos muros. Y aunque sigue tropezando con ellos, todo lo asalta con esa frase que ahora le dicen por la calle y en las manifestaciones de JUSAPOL: “los problemas, pa ti”.
Ayer acudió a declarar porque la semana pasada le notificaron que se abría un expediente sancionador por sus declaraciones críticas en su canal de youtube hacia el ministro de interior, Zoido.
Al salir de la comisaría, megáfono en mano, señaló a quien estaba detrás de ese expediente. Y gritó más fuerte que nunca. Esto no termina aquí.
– ¿Quién es Alejandro?
Alejandro es una persona muy humana, con corazón, sonriente, alegre, feliz. Que intenta ayudar a todo ciudadano, y mucho más si es su vecino. Padre de familia que quiere mucho a su mujer, a sus hijos y a su madre.
Además, es policía nacional, en la comisaría de Móstoles, donde trabaja en el área de seguridad ciudadana.
– ¿ Y quien es Jandro?
Es un personaje que interpreto: alocado, que habla mal, nervioso, pero que no sabe mentir. Dice verdades, aunque duelan. Siempre sonríe y además nunca le afectan los problemas: tiene una frase mágica “los problemas pa ti, que yo me voy a echar un vicio a la recreativa”.
– Por qué nace Jandro
En una intervención, sufrí una baja. Me reconocieron después de una intervención y me pegaron una paliza. Estuve de baja un tiempo y me compré una máquina recreativa. Hice un video para hablar de la máquina, por probar, por ver de qué iba. Sin imaginarlo tuvo mucha aceptación y así comenzó mi actividad como “youtuber”.
Hice un video en el que denunciaba la situación de los CIES. Y se hizo viral. (
https://www.youtube.com/watch?v=HHzmYFjFjfU&vl=es)
Entonces me pareció interesante hablar de problemas sociales, y al principio lo llame al canal “Friki-Social”. Después se ha transformado en lo que conocemos.
Se ha convertido en diversidad de cosas: un superhéroe, un antihéroe, humor con mi mujer, críticas sociales, vídeoblogs sobre el día a día, es un canal de tipo “random”. Siempre tiene humor y crítica social, esa es su esencia.
-¿Cómo Alejandro decide ser policía?
La policía antiguamente media 1,70. Yo mido 1,67. Me enteré de que bajaron el límite de altura en el año 2008 y así fue como pude entrar.
Antes, he sido un trabajador toda mi vida. He sido conductor de autobús, he trabajado en un estanco, he sido butanero, figurante en series y películas de televisión, mozo de almacén…
Y un día, hablando con unos policías, me comentaron que se había bajado el límite de estatura. Fui a preguntar y me apunté. Tenía 29 años, justo antes del límite, pues en ese momento, a partir de los 30 ya no podías entrar. Al límite del límite. Y lo intenté. Aprobé a la primera, y estuve en la academia de Ávila y de allí, directo para Móstoles; del tirón.
Después de diez años, qué conclusiones sacas de tu trabajo?
Mi trabajo es totalmente vocacional. Si alguien no tiene vocación y se encuentra con la enorme politización y que todo responde a estadísticas, se amarga.
Cuando yo entré, descubrí que no podía hacer lo que realmente quería: servir al ciudadano. Y si no me rindo es, precisamente, por mi vocación.
– A qué te refieres
Para cobrar a fin de año productividad, la policía marca una estadística. Desgraciadamente funciona así. Entras con una vocación: das tu vida por ayudar. Estas a tope cuando llegas. Cuando juras, te dan la placa, estás deseando entregarte en cuerpo y alma al trabajo. Pero te encuentras con “la estadística”. Esa cifra que te marca la Dirección general de la policía. De pronto llega un día y te das cuenta: fulano de tal ha hecho 8 actas y tú 16, así que estas dejando en evidencia a algún compañero -los denominados “caimanes” (
https://www.youtube.com/watch?v=70cIO-NFbMk) y además, estás pisando algún cayo a los políticos, porque cuando hay cambios políticos entre los partidos se echan en cara las dichosas estadísticas. Así que si vas muy animado, te dan el toque, te dicen que no te pases.
– Precisamente ese vídeo de Dinocop, donde explicas la figura de los “caimanes”, esos policías que hacen lo menos posible y que procuran afiliarse a un sindicato para ascender fácilmente, o tener destinos interesantes, pone en evidencia un tema delicado: el de los sindicatos policiales.
Lo de los sindicatos es algo que se tiene que saber. Están ahí desde el principio, desde que llegas a la Academia en Ávila. Vienen, te informan. Son asociaciones que se dedican a captar. Incluso con regalos: unos guantes, el kimono, un porta placas, una funda para la pistola…. Al final, te afilias a uno sin tener realmente ni idea de qué va el tema de los sindicatos. Te afilias para tener cierta seguridad, por si tienes problemas: así tienes una cobertura. Te lo pintan todo tan bien, que picas. Nos pasa a la mayoría. Luego ya es cuando descubres de qué va la historia.
– ¿Y de qué va la historia?
Hay cinco sindicatos potentes, con representación en el Consejo de Policía, y luego hay otros que son menos conocidos, como ARP y SIPE. Yo me afilié al principio al Sindicato Unificado de Policía (SUP) estando en Ávila, en la Academia. Cuando me puse a trabajar, ya en Móstoles me afilié al UFP. Probé para ver si alguno de verdad daba lo que ofrecía. Por eso, desde hace ya mucho tiempo no pertenezco a ninguno de ellos, solamente pertenezco a Unidad Familiar de la Guardia Civil porque tiene coberturas también para la Policía Nacional y no tienen nada que ver con los sindicatos representativos de la Policíal. Son unas pocas, creo que cinco o seis mujeres, que ayudan a la familia cuando tienes problemas. A mi familia la están cuidando muchísimo, incluso visitan a mi mujer en su trabajo sólo para tomar un café con ella y ver que se encuentra bien. Tienen un seguro, con una asesoría que te da cobertura legal, tanto penal, como jurídica, como seguro de bajas. Se preocupan de verdad de lo que para mí es importante, que es mi familia. Lo de preocuparse por mis cuestiones laborales lo ha tenido que venir a hacer JUSAPOL, precisamente porque los sindicatos no han hecho absolutamente nada. Aprovecho para decirte que yo soy un claro ejemplo de que los sindicatos no son necesarios. Expedientado por una falta grave y yendo a declarar con mi letrado de jusapol a Régimen discuiplinario. No con el letrado del sindicato… Por dejarlo caer.
– Y ¿a qué se dedican esos sindicatos principales?
Actualmente los 5 que tienen representación están politizados, no defienden al ciudadano ni al trabajador, sino al poderoso, al gobierno. No aportan absolutamente nada, y más bien, actúan al contrario de lo que se espera de ellos. Deberían desaparecer. Me producen un profundo rechazo.
Te diría más: no es que no ayuden, que no lo hacen -salvo a ellos mismos y en perjuicio de otros compañeros- sino que, además, dificultan la consecución de las mejoras laborales de todos. Cuando tienes un problema, como es ahora mismo el tema de la equiparación salarial, se dedícan a cambiar hashtags, mira el caso concreto de #EquiparacionYA de Jusapol, por el de #Unidosxlaequiparacion o #Equiparacionsalarial de los sindicatos, no invitan a Jusapol a las reuniones, dividen a la policía, generan confusión. Te ponen a alguien detrás para que votes lo que ellos quieren mirando la pantalla para ver si es verdad. Es corrupción plena.
Están controlados políticamente.
– Pero hay muchos sindicatos, casi diez en total. ¿Son todos iguales?
No. Precisamente los únicos que están trabajándose las cosas, partiéndose la cara y siendo honestos están siendo los dos que no tienen representación en los órganos policiales de decisión: ARP y SIPE. Se están tomando tan en serio su trabajo que, en mi caso, sin ser yo afiliado, me están ayudando de manera desinteresada. Mientras ellos me ayudan en todo lo que pueden, los cinco representativos nos tienen enfilados a los que queremos cambiar las cosas y no nos callamos, y concrétamente quisiera cargar contra el SUP, que son una vergüenza corrupta y lo sabemos todos los policías.
A la mínima van a por mi.
Cogen mi cara y con un programa informático, hacen montajes donde parece que digo lo que no dices.
– Y por eso estáis haciendo la campaña de #BajaSindicato…
Es una parte más de nuestro compromiso por mejorar la Policía Nacional. A través de esta campaña intentamos que los compañeros y compañeras abran los ojos y se den cuenta de que esos sindicatos nos están engañando a todos y son precisamente responsables de nuestra situación laboral. Mientras ellos podían haber negociado las condiciones salariales, estaban en embajadas cobrando una pasta y mirando hacia otro lado. Nosotros echando horas, cobrando dos duros, y viendo como nadie se tomaba en serio nuestras reclamaciones, los asuntos de los compañeros y sus suicidios, las condiciones laborales en las que muchos se juegan la vida cada día…
Ya es hora de que les señalemos sin miedo y participemos todos para una mejora de la policía nacional. Y ¿sabes porqué? Porque estoy seguro de que eso garantizará un mejor servicio, mayor profesionalidad y, al final, lo que importa: que la ciudadanía tenga una policía con vocación, con entrega absoluta y que trabaja contenta porque sabe que está valorada.
– Estás poniendo nervioso a más de uno, entonces.
Claro, y de hecho me han hecho montajes para intentar desacreditarme, poniendo en mi boca cosas que no digo. Algunos están muy molestos y quieren que deje de expresarme libremente. Sobre todo, lo que no quieren es que diga las cosas que digo, porque sencillamente son ciertas y puede acabarse el chollo de más de uno.
– ¿Existe en vuestra normativa alguna norma que prohiba estas manifestaciones?
Artículo 8, apartado A, de la Ley Orgánica 4/2010, de Régimen Disciplinario. En este artículo se especifica que se ha de estar de servicio. Y es evidente que no lo estoy, porque estoy en mi casa cuando grabo el vídeo.
– ¿Podría entenderse, por tanto, que es una manera de cerrar bocas?
Tú diras… me estoy jugando ahora mismo una sanción que me puede tener entre 5 días y 3 meses sin empleo y sueldo por hacer unos comentarios críticos sobre Zoido en mi canal de youtube. Dime si no es ésta una manera de limitar mi libertad de expresión, recogida en el artículo 20 de la Constitución como derecho fundamental que tienen todos los españoles, menos Txema y yo, y sobre todo, la de todos los demás policías que puedan tener tentaciones de denunciar las cosas que están sucediendo. Mi expediente es, también, una medida preventiva para los demás, para ver si así aflojamos con la que estamos preparando con JUSAPOL. Nunca he tenido un expediente, jamás una falta ni un problema laboral. Y te aseguro que el ámbito de trabajo no es sencillo. Pero desde luego, lo que no me podría imaginar jamás es que por hacer un vídeo donde lo único que digo es la verdad -sobreactuando, sí- pero la verdad, iba a tener problemas y a ser castigado por ello. ¡Si lo que estoy haciendo es defender los intereses del cuerpo!
– Al salir de tu declaración en la comisaría, has señalado directamente al responsable de haber abierto este expediente. Lo has hecho megáfono en mano y cámara presente.
Sí. Porque todo esto tiene que saberse. Y debemos tener claro quiénes están al frente de estas decisiones. Como del expediente de mi compañero Txema que es todavía peor que lo mío. Salió en los premios Princesa de Asturias con una pancarta de equiparación salarial y Jusapol, y llamó al Rey a 10 metros de distancia. Simplemente para pedirle que se acercara y comentarle la situación. Ni el Rey se acercó ni pasó nada más. Pues bien: le han expedientado.
Lo mismo le ocurrió al compañero Esteban Navarro (colaborador de Diario16.com), que además de policía es escritor y le han dado hasta premios por sus novelas policíacas. Le abrieron expediente por el simple hecho de saber escribir y le bloqueó el SUP en su cuenta de Twitter (
https://youtu.be/GMeP2hlhjgo ) Así de simple. Resulta que a alguien le parece que una persona culta está dando mala imagen de la policía por el hecho de escribir y hacerse reconocido por ello. Esto es el mundo al revés.
– De todos modos es algo inaudito ver a un policía youtuber o a otro con una pancarta en un acto del Rey. Está cambiando algo, ¿no?
Absolutamente. Se está provocando ahora mismo un cambio, una apertura en la mentalidad policíal. Hay una actualización. Lo que ahora llamamos JUSAPOL comenzó con DEJUPOL (Defensa Jurídica Policial). ¿Qué pasó? Que se lo cargaron los sindicatos.
Sin embargo ahora, y gracias a esta nueva manera de enfocarlo, estamos junto a la Guardia Civil, que tiene mucha fuerza y mucha potencia. Los expedientes que nos abren a unos a los otros no les afectan. Así se ha garantizado que el movimiento sigue vivo.
Además la Guardia Civil depende tanto de defensa como de interior, y ese doble mando nos hace avanzar. Es más difícil ahora pararnos. No dependemos solamente de un ministerio.
– Lo cierto es que tus videos levantan pasiones. Y por lo que se ve, también entre los mandos directivos de la policía.
Mi canal no está para dividir ni para enfrentar a nadie. Está para ayudar al ciudadano. Hablo de los suicidios de los compañeros, para que la gente sepa lo que nos sucede. A través de ese video de suicidios se han puesto en contacto conmigo un montón de personas con depresión a las que creo haber podido ayudar.
No tengo intención de lucrarme, ni de alimentar el ego; mucho menos de generar ningún conflicto o problema. Intento dejarme la piel para que mejore un cuerpo tan importante como es éste, porque estoy convencido de que será bueno para nuestra sociedad. En definitiva, es para que mis hijos puedan vivir mejor mañana. Dedico muchas horas para hacerlo y te puedo asegurar que podría estar más tranquilo si no los hiciera.
– Es quizás, exagerado el hecho de abrir un expediente por manifestar públicamente tus opiniones personales cuando, además, no estás de servicio. ¿Se está polarizando todo en este país?
Sí. España tiene un gobierno descarrilado. Es una maquinaria que se tiene que estampar para que podamos avanzar. Los poderosos no te permiten escuchar, ni hablar. Y así estamos todos frustrados. Es triste que la policía todavía tenga que despertar. Las cosas están mal. Pero jamás perderé la esperanza. Espero que así pase con muchos compañeros. Las cosas cambian y tengo claro que van a cambiar. Se está acabando el bipartidismo, a la gente no le gusta pelearse por cuestiones políticas. Esto no puede continuar así y creo que a estas alturas ya solamente podemos ir a mejor, aprender de todo esto, y ponernos todos a currar por lo que debería estar mejor hecho. Ni más ni menos.
– Cómo debería ser la policía para poder hacer bien su trabajo
Lo he dicho antes y lo repito: este trabajo debe ser siempre vocacional. Es necesario eliminar normas absurdas que impiden acceder al cuerpo a personas maravillosas con mucho talento, y una de esas limitaciones terribles es la de la estatura. A estas alturas todavía se tiene en cuenta y me parece un tremendo error.
Pero, más allá de la estatura de nuestros agentes, lo que sobran son las cifras de las estadísticas.
Garantizarnos unas condiciones laborales como las que tienen todos los agentes en todo el territorio español, y, en definitiva, no tratar de politizarnos ni de usarnos en cuestiones en las que yo considero que la policía no debería tener que intervenir. Nos degradan, no nos valoran y además, están intentando que nosotros nos llevemos el rechazo de la sociedad por las decisiones políticas que están tomando desde arriba. Es lamentable y además, deshonesto machacarnos de este modo cuando llevamos años jugándonos la vida viendo cómo se incumplían las promesas de una mejor situación laboral. Y con el pan de nuestros hijos, de nuestras familias, no es ético jugar. Sobre todo porque nuestras familias son un apoyo también fundamental par que desempeñemos con rigor nuestro trabajo.
La defensa de la policía nacional en sus exigencias laborales es algo que deberían defender los sindicatos que tienen voz y participan de los órganos directivos policiales. Sin embargo, hemos tenido que ser nosotros, los trabajadores, los que nos unamos para defender lo que nos corresponde: a nosotros y a los que vendrán. Y en este sentido me llama la atención que solamente hay uno, los de ARP, que hacen firmar un código deontológico cuando te afilias, y tienen muy claros sus objetivos. Mejorar la Policía Nacional. Y yo, particularmente, hago todo lo que está en mi mano para hacerlo posible.