Verónica Méndez: «El tricornio me sienta fatal»
La joven de Lugo participó en 2000 en el anuncio de Freixenet y este año ha vuelto a repetir
Escrito por: jorge casanova
redacción / La Voz 14 de diciembre de 2013
Probablemente se trate de una de las agentes más atractivas del cuerpo benemérito. Tal vez por eso Verónica, una lucense que participó en el famoso anuncio del cava catalán en el año 2000, ha vuelto a hacerlo este año, cuando la firma conmemora su centenario con un spot dirigido por Iciar Bollaín y protagonizado por 130 burbujas, la mitad nuevas y la mitad antiguas.
-¿Recuerda aquel primer anuncio?
-Ya lo creo. Mi hermana fue la que me animó porque yo era supertímida. Ella envió las fotos y me presenté a un casting de 3.000 chicas. Y me cogieron.
-Y se le abrió una oportunidad profesional inesperada...
-Bueno, sí. Se interesó alguna agencia de modelos, fui Miss Lugo en el 2002 y participé en la película El ladrón de reliquias. Poco a poco fui cogiendo algunas tablas.
-Pero eso no hizo que se desviara de su verdadera vocación.
-No. Ante todo, yo siempre quise ser guardia civil. Y cuando llegó el momento de ponerme seria, lo hice. Estudié para unas oposiciones, las aprobé y me vine a Mallorca a trabajar.
-¿De dónde le viene tanta devoción por el cuerpo; tiene familiares dentro?
-No, ninguno. Pero es algo que siempre me interesó. Desde niña. Siempre me disfrazaba de policía.
-Pues moda y Guardia Civil parecen dos mundos bastante diferentes...
-Son radicalmente distintos. Yo creo que nunca me planteé en serio lo de la moda. Es verdad que le acabé cogiendo el gustillo. Me presentaba a castings o a concursos y siempre acababa seleccionada o ganando, así que pensé que debía tener algo que funcionaba. Pero sabía lo que quería de verdad.
-¿Y cómo fue para reincorporarse este año a la grabación del anuncio?
-Pedían chicas que hubieran hecho de burbujas durante la historia del anuncio. Después de tantos años, imagínese. Hemos sido muchas. Envié unas fotos y me seleccionaron para un grupo final de 130 chicas.
-¿Se la distingue bien?
-No mucho. En el anuncio del año 2000, me seleccionaron para hacer primeros planos, pero en este salgo en medio de todo el grupo; para encontrarme hay que usar una lupa.
-¿Sintió un poco de nostalgia al volver bajo los focos después de tantos años?
-Mucha. Fue muy emocionante. Porque el primer anuncio fue una experiencia maravillosa y volver a reencontrarme ahora con algunas de las chicas pues... ya le digo, muy emocionante. Algunas tenían hijos, otras, como yo, habían cambiado radicalmente de vida. Además, nos trataron muy bien. Disfruté mucho más que la primera vez. Y eso que el rodaje fue intensivo, de las cinco de la tarde a las siete de la mañana.
-¿Y mantenían el tono físico?
-El anuncio tiene una historia muy larga y había alguna burbuja con más de 70 años. También había varias embarazadas... No sé cómo hicieron la selección, pero, en general, estaban todas muy bien.
-Pero la llamada del tricornio es poderosa...
-Sí. Y eso que el tricornio me sienta fatal. En realidad no creo que le quede bien a nadie. Aunque yo trabajo de paisano.
-Alguna vez la habrán piropeado estando de servicio.
-Alguna vez.
-Y seguramente no lo habrían hecho de haber sabido su profesión.
-Seguramente. La gente se sorprende mucho cuando les digo a que me dedico.