Aguirre sostiene que Rajoy tiene ?desconcertado? al votante del PP
La presidenta madrile?a insiste en que el escándalo del espionaje es un complot urdido para liquidarla políticamente y proclama que su partido no es capaz de ?tumbar? al PSOE
La presidenta madrile?a, Esperanza Aguirre, y el alcalde capitalino, Alberto Ruiz Gallardón, ayer en Fitur.
EFE
Agencias/Madrid
Del mismo modo que el paso del río Pisuerga por Valladolid ha servido tantas veces como figurado pretexto a miles de personas, el escándalo por el presunto espionaje ilegal organizado por la Consejeria de Interior del Gobierno madrile?o se convirtió ayer en el socorrido sustento para una nueva andanada de críticas de la jefa de la región central, Esperanza Aguirre, contra su jefe y presidente del PP, Mariano Rajoy.
Apenas medio a?o después de que hiciera un firme acto de contrición en el congreso que los populares celebraron en Valencia, donde renegó públicamente de sus maquinaciones e intrigas para desalojar al gallego de su sillón, la dirigente autonómica ha retomado, aún con más ahínco si cabe, la ofensiva.
Por más que todas sus declaraciones estén presididas por una expresión de angelical despiste y jamás pronuncie en vano el nombre del jefe de la oposición, los ataques a la actual cúpula del PP alcanzaron ayer una intensidad desconocida. De hecho, Aguirre proclamó que el escándalo de los espías -en el que ella aparece mucho más como sospechosa que como perjudicada- se traduce en que los populares estén perdiendo una ocasión preciosa ?para tumbar? al PSOE a cuenta de la crisis económica.
Más aún, no importa que buena parte de su Gabinete esté implicado en el affaire, la presidenta madrile?a no tuvo el menor empacho en proclamar que el electorado del PP está ?desconcertado? ante la actual situación y que su partido debería estar ?en las encuestas muy por delante? de los socialistas.
no es culpa ?de nadie?. Eso sí, tras la pedrada se apresuró a esconder enseguida la mano mediante la matización de que tales acusaciones no son ?una crítica al liderazgo de Mariano Rajoy?.
?Todo eso no quiere decir que yo eche la culpa a nadie. Yo soy una dirigente del PP, tenemos que ser humildes, escuchar más a los ciudadanos y ver por qué nuestras alternativas no consiguen calar suficientemente en los ciudadanos?, manifestó Aguirre.
?No interprete que hago una crítica al liderazgo. Yo hago autocrítica respecto a mí misma, como dirigente que soy. Creo que, teniendo en cuenta cómo va la cosa, deberíamos estar mucho mejor en los sondeos?, prosiguió antes de aclarar que, por supuesto, ?también es verdad que en Madrid, en las últimas generales, Rajoy ha ganado a Zapatero por una ventaja enorme, pero quizá en el resto de Espa?a tenemos que hacerlo mejor?, agregó, nuevamente sin ánimo de censurar a nadie.
Además, la presidenta reconoció que la polémica sobre los presuntos espionajes la da?an a ella en lo político y ?al PP en su conjunto?, una realidad de la que quien se aprovecha ?es el PSOE, que dijo que había que ganar Madrid como sea?.
?Por otra parte, hay unas citas electorales para el 1 de marzo, de manera que debilitar al Partido Popular también conviene al PSOE?, razonó Aguirre.
En cuanto al fondo de la trama, reiteró su tesis de que ?todo esto es un montaje?, y ?como todos los montajes acabará en nada?.
?Yo no tengo ni idea de quién está detrás? de los espionajes, resumió sin matices.
Unos por otros, cada vez peor. Las informaciones que aseguran que la dirección del PP y el propio Rajoy tenían conocimiento de los informes anónimos que en últimos a?os circulaban en Madrid sobre el vicepresidente regional, Ignacio González, han provocado una gran indignación entre toda la cúpula popular. De hecho, los dirigentes más próximos al jefe conservador consideran la filtración de esas noticias como un ataque ?al corazón del partido?, ya que se ha implicado al tesorero, que habría sido quien desveló tales dosieres a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, en 2006. Mientras, desde la Comunidad se reprocha a Génova que optara por abrir una investigación interna en vez de cerrar filas en torno a la jefa autonómica o que el ex tesorero Álvaro Lapuerta dijera que él también había sido espiado desde la Administración regional. El enfrentamiento es tan cerrado, que el entorno de Rajoy considera que las filtraciones periodísticas son una estrategia de los aguirristas para implicar a la dirección nacional del PP en el escándalo, puesto que se constataría que el presidente sabía del asunto desde hace tres a?os.
Para enturbiar aún más las cosas, el propio Ignacio González, en una posición tan extra?a como incómoda, pues no en vano es el número dos de Aguirre, pero también uno de los presuntamente espiados, insinuó ayer que el espionaje ha partido de Génova, es decir, del equipo de Rajoy.