Policías contra el fin de la narcosala
Los toxicómanos se movilizarán contra el cierre de la narcosala
Los últimos «pinchazos» de la narcosala Los agentes se oponen al cierre del centro de atención a toxicómanos porque ejerce un valioso papel en la resolución de delitosM. J. ÁLVAREZ / MADRID
Día 04/11/2011
El cierre de la pionera y polémica narcosala del poblado de Las Barranquillas, en Villa de Vallecas, no ha sorprendido, porque se veía venir: está en vías de extinción. Lo que sí ha extrañado mucho es que la Comunidad de Madrid no la traslade al núcleo marginal vecino, la Cañada Real Galiana, un auténtico hervidero de toxicómanos y narcos, en el tramo cercano a Valdemingómez. Es lo que le venían insistiendo desde la Comisión de Seguridad del distrito, integrada por representantes de la Junta Municipal y la Policía local y Nacional.
En lugar de eso y debido a las restricciones presupuestarias, el Gobierno regional ha decidido que el dispositivo de venopunción pase a la historia el próximo 31 de diciembre, cuando finalice en contrato de la empresa encargada de su gestión. Ante ello, agentes de la policía nacional de la zona han remitido una carta a la gerente de la Agencia Antidroga, organismo dependiente de la Consejería de Sanidad, para que reconsidere la situación, según ha podido saber ABC.
En la misiva, recuerdan a Almudena Pérez, responsable de esta entidad, que el centro, además de ser un referente médico, ejerce un valioso papel en la resolución de conflictos delictivos, muertes violentas, desapariciones y todo tipo de casos relacionados con la investigación policial. Además, presta apoyo judicial y destacan su importante labor preventiva y humanitaria; unos aspectos que, de su eliminación definitiva, no podrían desempeñarse.
«Debería ir a la Cañada, al lugar al que se han ido los consumidores, todos ellos con un elevado grado de deterioro. Tendría que continuar; de lo contrario, se perderá toda referencia institucional y legal en el lugar, además de la atención sanitaria y de urgencia, esencial para ese tipo de población, que ningún dispositivo móvil podrá suplir». En la narcosala hay domiciliadas en la actualidad unas 80 personas.
Un millón de euros al año
Un millón de euros al año. Es el presupuesto que la Comunidad destinó al Dispositivo Asistencial de Venopunción (DAVE) en 2011. Con ello, atiende a un centenar de personas al día, a las que hay que añadir las que acuden al comedor situado en el centro de emergencias o las 40 que se quedan a dormir. Este ejercicio, la narcosala ha sufrido ya recortes: ha contado con un 30% menos de dinero, lo que redujo el horario de atención del apartado médico de 24 horas a 10. «Su cierre nos hace retroceder más de 30 años en la atención a toxicómanos», explican algunos profesionales.