Y mientras unos denuncian...
Iniciativas para burlar la ley Antitabaco
Los bares, cafeterías y restaurantes de Baleares pretenden crear en su interior clubes privados de fumadores, para lo cual ya han elaborado un proyecto pionero en España que presentarán la próxima semana al Ministerio de Sanidad, que consiste en la instalación de una plataforma giratoria que permitirá servir la bebida y la comida a los fumadores sin que los camareros tengan contacto directo con ellos.
Así lo ha informado el presidente de la Asociación de Restauración de Pimem, Juan Cabrera, quien ha detallado que habrá una puerta para entrar al local y otra diferente para el club de fumadores, de manera que ambos establecimientos estarán separados por una pared en la que se instalará la citada plataforma giratoria para servir los productos y cobrar el dinero de los fumadores que consuman en el bar, en la cafetería o en el restaurante, quienes estarán aislados y, por tanto, solicitarán sus pedidos mediante un micrófono.
Cabrera ha subrayado que han decidido crear un proyecto de club de fumadores, tras la "avalancha" de solicitudes recibida por la Asociación de Restauración de Pimem para poder construir estos locales en sus establecimientos considerando las exigencias de la Ley, como son el carecer de ánimo de lucro, personalidad jurídica propia y la prohibición de la entrada de menores de edad.
Por ello, Pimen Restauración decidió solicitar a un aparejador que elaborara el proyecto, que, en estos momentos, está siendo estudiado por el departamento jurídico de esta entidad, si bien, en opinión de Cabrera, cumple todos los requisitos de la citada normativa, ya que "nos acogemos a lo mismo que se ha aplicado en los hoteles", donde se han creado zonas concretas para fumadores, siempre y cuando no tengan contacto con los trabajadores.
Alegan grandes pérdidas
"El Ministerio de Sanidad tiene la batalla perdida", ha recalcado, al tiempo que ha subrayado que la creación de un club privado de fumadores es la única solución para responder al "enorme cabreo" de los empresarios de la restauración de Baleares, que desde la entrada en vigor de la Ley antitabaco, "han obtenido un 20 por ciento menos de beneficios", dado que han reducido su clientela.
En este sentido, Cabrera ha concretado que hay casos en los que algunos bares recaudaban diariamente entre 900 y 1.200 euros, y tras la prohibición de fumar, "sólo ganan entre 100 y 150 euros", por lo que ha advertido de que "con el tiempo, vamos a ver cómo se van a despedir trabajadores".
No obstante, ha precisado que antes de que los bares y restaurantes que así lo soliciten comiencen a crear un club de fumadores en su interior, se debe pedir permiso al Ministerio dirigido por Leire Pajín, que "tendrá un plazo de quince días para responder, ya que, en caso contrario, se entenderá que hay un silencio administrativo" y, por tanto, autorización para acometer este proyecto.
"Con esta iniciativa, no perjudicamos ni a los fumadores pasivos, ni a las personas que tienen el derecho de poder fumar y consumir lo que quieran", ha sostenido Cabrera, quien ha esperado que otras ciudades españolas también soliciten al Ministerio el permiso para crear los citados clubes privados de fumadores, una vez conozcan el proyecto pionero del archipiélago.
Denuncia judicial al Ministerio de Sanidad
Por otra parte, Cabrera ha anunciado que Pimem Restauración va a denunciar por la vía judicial al Ministerio de Sanidad, con el fin de que devuelva el dinero gastado por los propietarios de bares, cafeterías y restaurantes de más de 100 metros cuadrados que invirtieron para separar las zonas de fumadores y no fumadores, en virtud de la anterior Ley Antitabaco.
En esta línea, ha manifestado que los establecimientos que optaron por separar ambas zonas invirtieron de media entre 3.000 y 40.000 euros, que, según ha criticado, ahora ya no tienen sentido, teniendo en cuenta que la prohibición de fumar afecta a todos los espacios cerrados.
Una yonqui-furgoneta
Otra curiosa iniciativa ha sido la de un restaurante de la localidad pontevedresa de Nigrán que ha habilitado un furgón con todas las comodidades para que sus clientes fumadores puedan degustar un pitillo sin tener que pasar frío en la terraza, dadas las bajas temperaturas y el viento que suele hacer en la zona en esta época del año.
El vehículo, que está estacionado en la acera frente al restaurante, tiene capacidad para albergar a seis fumadores y está equipado con calefacción y una mesa camilla con ceniceros, a modo de una pequeña sala de cualquier hogar convencional.
El gerente del restaurante La Abadía, Fernando Sánchez, explica que la idea ha sido importada de Londres, donde hace ya varios años que está prohibido fumar en los pubs, y optaron por habilitar autobuses donde no había terrazas.
Sánchez sostiene que esta medida permite a los fumadores seguir con su hábito "en un sitio tranquilo, sin tener que pasar frío en la calle de mala manera y sin molestar a nadie".
"La gente entra, fuma un pitillo, se toma una copa, charla e incluso hace nuevas amistades", indica el gerente del restaurante, quien aclara que el furgón-fumadero "no está ideado para que la gente venga a consumir", sino que el cliente hace un paréntesis en su almuerzo o su cena para apurar un pitillo.
Insiste en que se trata de "una propiedad privada" que "no tiene nada que ver con el local aunque esté rotulado" con el nombre del restaurante, por lo que, argumenta, "cada uno puede hacer lo que quiera" en su interior.