“Es más peligrosa una lengua que una espada”
Un guardia civil de 40 años de edad, José Manuel Donoso, murió ayer por la tarde al ser arrollado por un motorista en un control de velocidad en la autopista AP-7. El agente fue arrastrado varios metros cuando paró al conductor de una motocicleta de gran cilindrada que había cazado el radar a 150 kilómetros por hora.La tragedia tuvo lugar sobre las cuatro y media de la tarde en el peaje de Silla. Una patrulla del Destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Valencia dio el alto al motorista, que carecía de carné de conducir, pero el individuo aceleró e intentó saltarse el control.José Manuel Donoso, un agente motorizado muy experimentado, sufrió graves lesiones en la cabeza como consecuencia del atropello. El conductor temerario fue detenido tras perder el control de la moto y caer al suelo. El reloj marcaba las 16.36 horas cuando el teléfono de emergencias 112 recibió el aviso del arrollamiento. Una ambulancia del SAMU se desplazó al lugar con suma urgencia. Los sanitarios estabilizaron al guardia civil, cuya vida pendía de un hilo, y lo trasladaron al Hospital La Fe de Valencia.Fuentes del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) afirmaron que el agente «murió a la llegada al hospital». Todos los esfuerzos médicos para salvar la vida de José Manuel Donoso fueron inútiles. La trágica noticia de su muerte dejó sumidos en una profunda tristeza a sus compañeros del Destacamento de Tráfico de Valencia. Una docena de agentes acudieron de inmediato al peaje de Silla tras ser informados por la emisora del atropello. Varios de ellos derramaron algunas lágrimas cuando vieron los restos de sangre en la calzada.Fueron momentos de gran tristeza e impotencia. Mientras tanto, un equipo de atestados de la Guardia Civil de Tráfico realizaba una minuciosa inspección en el punto kilométrico 541 -el lugar exacto donde fue atropellado el agente- en el término de Algemesí. «Estamos intentando averiguar por qué circulaba tan rápido», afirmó un guardia con los ojos humedecidos. En la calzada había restos de la motocicleta del conductor temerario: un joven de unos 35 años con antecedentes policiales. El individuo fue esposado e introducido en un furgón. Ocultaba en ese momento su rostro con un casco integral. El motorista, que se mostró muy preocupado, dio negativo en el control de alcoholemia que le practicaron.Pero los guardias civiles averiguaron pronto el motivo de su temeraria huida. Además de circular a 150 kilómetros por hora, el presunto delincuente -con antecedentes por robo y receptación- no tenía el carné necesario para conducir la motocicleta. El nombre de José Manuel Donoso se suma a la lista de guardias civiles que han perdido su vida en acto de servicio. La víctima estaba casada y era padre de dos niños.
